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Cuando un club acaricia ser leyenda

Nacido con el pomposo nombre de Fußball-Club St. Pauli von 1910 e.V, este club de un barrio muy modesto de Hamburgo, como se diría ahora, se ha "viralizado" hasta el punto de contar con una legión considerable de seguidores, no sólo en Alemania, si no alrededor del mundo. Esto es lo que han querido reflejar Carles Viñas y Natxo Parra, autores del libro "Sankt Pauli, un altre club es possible", obra que presentaron en la sala Joaquim Vancells dels Amics de les Arts de Terrassa. Viñas, doctor en Historia Contemporánea y procedente del barrio barcelonés de Gràcia, pero con pasado egarense, ya que trabajó en nuestra ciudad, y Parra, de Santa Coloma de Gramenet y abogado laboralista, explicaron intríngulis y peculiaridades de este club germano, cuya magia o su magnetismo creciente, no pueden ni deben eludirse. En absoluto.

El libro nace gracias a la fusión de dos proyectos que acabaron confluyendo y, en principio, tenía que ser escrito a cuatro manos. Al final, fueron Viñas y Parra los autores de esta crónica de la entidad alemana. De momento, tanto la versión en catalán de la obra, como la escrita en castellano, ya van por la segunda edición.

Se preguntará mucha gente, y lo resaltaron los autores, que lo encuentran más que lógico, los motivos que empujan a escribir sobre un club cuyo equipo está en la Segunda División alemana, que en su larga trayectoria no ha saboreado la gloria de los títulos y que es, sin ánimo de ofensa o menosprecio, un club perdedor. Su transformismo fundacional, con su paso de ser una entidad con aires burgueses y con una marcada impronta militarista y nacionalista, a convertirse en un icono de la izquierda y con estrechas y vigorosas vinculaciones a los movimientos alternativos y, en especial, antifascistas, puede ser una de las causas. El testimonio que delata que cuenta con unos veinte millones de seguidores o simpatizantes en todo el mundo, once de ellos en la propia Alemania, también es otra razón para acercarse a la vida y milagros de este fenómeno de nombre Sankt Pauli.

Convertido en una moda
Sin duda, como explicó Viñas, se trata de "un club de culto", pero opina, y a la vez lamenta, que su evidente proceso de mitificación le convierte en una moda y, "esa es la pega". Admite que, inmerso en la profesionalización inherente al mundo del deporte de élite, hay ciertas contradicciones en un club con estas convicciones. "Es un club profesional pero con sus singularidades", manifiesta Viñas. El hilo conductor a la hora de escribir el libro, además, ha sido "un recorrido a la historia de Alemania, ya que el Sankt Pauli evoluciona en paralelo a esta historia".

Parra aclara que el que busque un libro de fútbol, propiamente dicho, se equivocará. "En parte es de historia y en parte de sociología". El coautor del libro explicó que "hasta los años 80, el Sankt Pauli era un club bastante anodino, pero al estallar los movimientos ecológicos, los okupas o el rechazo a las nucleares, la cosa cambia". En el contexto de lucha social y contestataria y de acción directa, aparece una serie de gente militante de estos movimientos, que entienden el fútbol con una vertiente más social.

"El club está en un barrio de clases desfavorecidas y se define como una entidad de barrio. El proceso de cambio cada vez se fue haciendo más grande y es la grada la que cambia la propia línea del club", apunta Parra. Y fueron los aficionados los que instaron al club para que cambiaran sus estatutos, para incluir su carácter antirracista y antifascista. "El apoderamiento de los aficionados fue clave", comenta.

El menos imperfecto
Ambos autores definen al Sankt Pauli como "el club de fútbol menos imperfecto" dentro de una creencia, dicen, que considera que el modelo actual de este deporte no gusta a muchos aficionados, y esta entidad de Hamburgo es "singular". Hay acuerdos con empresas para dotar de salidas profesionales a los chicos de la cantera que no siguen.

Aunque hay una prte de la afición que apostaría por dar un salto cualitativo a nivel deportivo y luchar por conseguir metas más ambiciosas, la filosofía permanece. "Los jugadores ya saben al club que van y están implicados", apostillan.

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