Chipre es una isla mediterránea de poco más de un millón de habitantes. Dispone de playas magníficas y su reclamo turístico es innegable. Pero en el universo futbolístico nunca ha tenido un protagonismo relevante. Sin embargo, en los últimos años ha experimentado un crecimiento notable, con la aparición de algunos de sus mejores equipos en rondas destacadas de las competiciones europeas. En ese fútbol trabaja desde hace algunos años un técnico terrassense, Iván Torres. Ejerce actualmente como preparador físico del Apoel Nicosia, el club más renombrado del país donde desarrolla la faceta de preparador físico en un cuerpo técnico que encabeza el que fuese delantero del Terrassa FC Thomas Christiansen. Después de dos años triunfales en el AEK Larnaca, Christiansen y su cuerpo técnico aterrizaron en Nicosia con el propósito de seguir cosechando éxitos.
"En este país se vive el fútbol con mucha pasión", explica Iván Torres, de 38 años, formado en la cantera del Terrassa FC y cuyo hermano, Raúl, juega en el primer equipo terrassista. Acostumbrado a disfrutar de experiencias bien distintas a lo largo de su carrera futbolística, ahora disfruta de un fútbol que busca subir peldaños en la escalera de la competitividad. "Le gente tiene pasíon por su equipo. Son capaces de cambiar sus turnos de trabajo para seguir los partidos. Nuestra afición, por ejemplo, es un espectáculo."
De la mano de Christiansen
Iván Torres llegó a Chipre hace tres temporadas. Se integró en el cuerpo técnico que formó Thomas Christiansen tras su fichaje con el AEK Larnaca. Después de dos años trabajando como preparador físico de la selección olímpica de Bahréin, emprendió una etapa repleta de retos ambiciosos. En el AEK conquistaron dos subcampeonatos de Liga, se clasificaron para la ronda previa de la Europa League y participaron en dos semifinales de Copa. "Lo conseguimos haciendo un fútbol atractivo. Y eso fue muy valorado en un club que la temporada anterior a nuestra llegada había sido octavo en la Liga."
Con ese aval, Christiansen se incorporó al Apoel de Nicosia. Y con él continuó Iván Torres. Ocupan el primer lugar de la tabla clasificatoria en la competición doméstica, tienen en la mano la clasificación para las semifinales de Copa y han protagonizado una destacada participación en Europa. El Apoel jugó las rondas previas de la Champions League, superando al Rosemborg y cayendo por un gol ante el Copenhague en la última ronda antes de la fase de grupos. En la Europa League superaron la fase de grupos y eliminaron en los dieciseisavos de final al Athlétic. Su aventura acabó en los octavos de final contra el Anderlecht belga.
"Esa eliminatoria contra el Athlétic ha sido algo único, una experiencia que no podré olvidar", señala Iván Torres. "Desde que nos tocó en el sorteo hasta lo vivido en San Mamés, con la visita de mi família y de mis amigos. Y encima ganando y pasando a octavos. Ha sido uno de los mejores momentos junto al pase a la última eliminatoria de la Champions contra el Rosenborg con un gol en el minuto 93."
Pensando en presente
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y con la titulación UEFA Pro como entrenador, vive feliz esta apasionante aventura futblística. "En nuestro cuerpo técnico funcionamos como un equipo, con un trabajo integrado porque los tres vemos el fútbol de la misma manera." En relación al futuro, no quiere especular. La buena trayectoria de Thomas Christiansen ha situado su nombre incluso en la agenda de clubs de la Primera División española, pero nadie quiere distraerse con planteamientos que pueden ser inoportunos ahora. "Estamos centrados en la Liga y no pensamos más allá de eso", señala Iván Torres. Acaban contrato a final de esta temporada, pero el club ya habla de renovar la relación. "En Chipre o Grecia se vive el fútbol con mucha pasión. Y les resulta difícil entender cuando se produce una derrota. Hay equipos que cambian hasta cuatro veces de entrenador en una misma temporada. Así que lo fundamental es dedicar el máximo esfuerzo cada día para poder disfrutar de este trabajo."
Iván Torres ya desarrolló tareas técnicas en algunos de los clubs españoles en los que militó como jugador. Pero su dedicación completa a la faceta de preparador físico la inició en Bahréin. En Chipre se ha encontrado con un fútbol emergente que quiere mejorar a pasos agigantados. "La Liga la forman catorce equipos", explica. "De ellos, cinco son los que aspiran a los títulos. Su nivel es muy superior al del resto. Hay jugadores que están llegando a Chipre porque se trata de un país donde se vive muy bien y donde cobran fichas que no podrían alcanzar en otros países. Aunque aún estamos lejos de los mejores equipos de España, por ejemplo, hay futbolistas que están creciendo en Chipre y que después encuentran acomodo en clubs de otras Ligas más potentes."
Pese a que su día a día está ocupado por el trabajo futbolístico con el Apoel, Iván sigue la actualidad del deporte de su ciudad y mantiene contacto con algunos de los técnicos que están también trabajando en distintos países. "Siempre he seguido el deporte de mi ciudad y, sobre todo, al Terrassa FC. Ha sido el club en el que he estado más años y siempre deseas lo mejor para él. Y más cuando mi hermano Raúl está jugando o tienes amigos íntimos como Miguel Ángel Álvarez, segundo entrenador, o Quique Castro, entrenador del filial."
Y no se olvida de otros amigos terrassenses que le ha dado el fútbol. "Estoy en contacto casi diario con Sergio Alegre, que ahora está en Qatar y que fue la persona que me abrió la puerta para empezar a trabajar en Bahréin. O Ismael Camenforte, preparador físico del Barça "B" con quien está haciendo una temporada espectacular. Y no me olvido de Pep Muñoz, que cumple su segundo año en China. La ciudad proporciona gente que ama este deporte, que tiene pasíon por el fútbol, que dispone de una gran formación y que está desarrollando una labor extraordinaria en los distintos países donde están trabajando".