Descríbame qué es “Marcats pel 92”
Es un viaje a uno de los episodios más emocionantes y trascendentes de la historia contemporánea de Terrassa. Pero he querido hacer ese viaje acompañado, no en solitario. Y he elegido a 25 personas de distintos ámbitos que nos ayudan a conocer desde dentro todo lo que ocurrió en los Juegos Olímpicos de 1992. Se trata de rescatar la memoria de quienes lo vivieron y explicar a las nuevas generaciones lo que supuso aquella cita.
Ha elegido usted el formato de la entrevista personal. ¿Por qué motivo?
La parte más importante del libro son las 25 entrevistas realizadas, aunque también existe un capítulo introductorio donde se detallan los hechos más significados de los Juegos. La fotografía tiene una especial incidencia. Nebridi Aróztegui ha realizado fotos de los entrevistados y hay un capítulo final formado por 40 fotografías realizadas por el fotoperiodista Cristóbal Castro. Escribir un libro es algo que produce cierto vértigo a quien no está familiarizado, por ello no quise apartarme del lenguaje y las herramientas periodísticas que me son más familiares. Además, entiendo que es un formato cómodo y ameno para el lector, que permite que los protagonistas expliquen de forma muy personal cómo vivieron la experiencia.
¿Qué se ha encontrado en ese camino?
Historias humanas extraordinarias, sentimientos muy profundos, alegrías magníficas y dolores inconfesados a lo largo de los años. La perspectiva del tiempo hace que algunos capítulos vividos se observen ahora de distinto modo y permite que algunas experiencias no explicadas salgan a la luz. Eso hace singular y distinto lo que se puede encontrar en este libro.
La guerra Barcelona – Terrassa por acoger el torneo olímpico debe ocupar muchas reflexiones.
Naturalmente, porque resultó especialmente tensa y polémica en su momento. Pero debo confesarle que muchas de las personas que participaron de la misma la observan hoy en día con menos beligerancia de la que podríamos esperar los que observábamos los acontecimientos desde fuera. Es decir, que se entiende que se produjo un ruido excesivo a un asunto que Terrassa tenía bastante bien controlado desde el primer momento gracias a la gestión del alcalde Manuel Royes.
¿Y la experiencia de la selección femenina?
Fue un hecho extraordinario y conocer los detalles que rodearon aquel milagro resulta apasionante. José Manuel Brasa, seleccionador español femenino en 1992, es un gran conversador, un apasionado del trabajo que hizo y no deja indiferente a nadie. Además, explica algunos pasajes polémicos que nunca ha sacado a la luz y que resultan interesantes de conocer. Brasa mantiene un dolor personal considerable por algunas de las cosas que sucedieron.
Pero no todo fue hockey en Terrassa en 1992.
Por descontado. Y eso he querido reflejarlo de forma adecuada, por cuanto nuestros deportistas subieron al podio en distintas ocasiones. La historia de la selección española de waterpolo, con sus luces y sus sombras, es muy interesante conocerla de la mano de Rubén Michavila, que fue jugador de aquel equipo, y de Rafael Aguilar, segundo entrenador del polémico Dragan Matutinovic. O la medalla de plata de Pere Fité en frontenis, que era deporte de demostración. Y la participación de Josep Bladas, que se quedó a un plato de la final de tiro al plato, y de Cristina Rey, olímpica con 16 años y protagonista de una historia personal de mucho contenido. Sin olvidar a Carles Millera, que fue uno de los tres participantes locales en los Paralímpicos. Además, he intentado acercar también al lector otras experiencias de personas anónimas que no aparecen en los grandes titulares. Personas que diseñaron la nueva Terrassa, de aquellos que fueron voluntarios o de quienes explicaron al mundo qué es lo que estaba sucediendo en esta ciudad.
