La capacidad que tiene el fútbol de cambiar planteamientos, estados de ánimo, opiniones y hasta libros de ruta la tienen muy pocas actividades humanas. Un gol, un resultado o un golpe de fortuna pueden variar la percepción que uno tenga sobre un futbolista o un equipo. El Terrassa, sin ir más lejos, ha ido dando mensajes contradictorios durante toda la temporada en base a una irregularidad en su trayectoria que ha desconcertado a cualquier pronosticador. Si la semana pasada, en Vilafranca, el sentir general era que la temporada se escapaba de las manos después de cosechar la segunda derrota consecutiva, una semana más tarde la realidad es bien distinta, con el "play off" a dos puntos, los futbolistas con la mochila de confianza repleta y la afición más ilusionada que nunca. Ganar al líder tiene eso, sobre todo porque el Olot no es un líder cualquiera sino un equipo que pese a ese tropiezo le saca cinco puntos al segundo, que tiene la promoción casi en el bolsillo debido a una renta de veinte puntos sobre el quinto y que llevaba 21 partidos seguidos sin perder, una racha extraordinaria que el Terrassa FC liquidó en una de sus mejores demostraciones de la temporada.
El conjunto de Agustí Vacas trató el partido del modo que exigía un compromiso de tanto calado. Debido a las últimas lesiones, el técnico varió el dibujo, recuperó la defensa de cuatro y dibujó un 4-2-3-1 que situó a cada uno en su posición más ortodoxa. Castell fue quien cubrió la falta de un lateral derecho, con lo que David López regresó a la izquierda, Velillas jugó en la media punta, y Grasa y Nils ocuparon las bandas, aunque esta vez el segundo de ellos lo hizo en su zona natural, la izquierda. Y allí brilló como hacía semanas que no lo hacía. A nivel futbolístico, el Terrassa estuvo equilibrado e intenso, ejerciendo una presión sobre los jugadores de creación del Olot que hipotecó el fútbol de su oponente. Pero por encima de esa superioridad táctica, los egarenses fueron mejores que en otros partidos en atrevimiento, un valor que se le había echado en falta en demasiadas oportunidades. Si hace unas semanas contra el colista, el Sabadell "B", el Terrassa entregó el balón a su rival para jugar a su dictado, este domingo, contra el líder, no sólo no jugó a expensas del dictado de su rival sino que tuvo personalidad para discutirle la posesión, tratarle de igual a igual y demostrar que este equipo tiene recursos para imponer su fútbol y no sólo contrarrestar aquello que le plantean los demás.
De igual a igual
Al Olot se le observó incómodo desde que entró en el partido. Sin el balón sufrió y cuando lo tuvo no supo qué hacer. Entretanto, el Terrassa tuvo un guión más definido y supo encontrar caminos de llegada hacia el área de Xavi Guinard. Nils, Àlex Fernández y Velillas protagonizaron tres situaciones de peligro en los primeros veinte minutos pero se tuvo que esperar hasta casi el descanso para presenciar el primer gol. Lo marcó Marc de Val con un buen disparo desde la frontal del área que superó al portero visitante en el minuto 44, uno de esos momentos que tienen influencia en los estados de ánimo. La jugada nació en un saque de banda que David López, con su potencia habitual, puso en el área para que Amantini tocase el balón antes del remate final Marc de Val.
Los miedos que podía provocar la imponente trayectoria del Olot se fueron desvaneciendo a medida que crecía el Terrassa como colectivo. Porque en la segunda parte el desarrollo del partido no sufrió grandes variaciones. Y los locales mantuvieron el protagonismo y gozaron de las mejores oportunidades: un remate lejano de Àlex Fernández que despejó con apuros Xavi Guinard; una intervención del portero visitante que evitó el gol en un mal despeje de Jose; un contragolpe que Raíllo no acabó de culminar; y un disparo de Grasa a las manos del guardameta. Hasta que en el minuto 65 Àlex Fernández amplió la diferencia después de una magnífica acción que inició Marc de Val, continuó Joan Grasa y culminó Àlex.
Prudentes
Sólo con esa renta de dos goles el Terrassa dio un paso atrás. Se vio empujado por un Olot inconformista que redujo las diferencias en el minuto 73 por mediación de Marc Mas, que aprovechó una serie de rebotes y de indecisiones de la defensa egarense para introducir el balón en el fondo del marco defendido por Ortega. Pero ni en esa tesitura el sufrimiento fue más allá del que dictaba una diferencia mínima en el marcador. Es más, la mejor ocasión corrió a cargo del Terrassa, pero el disparo de Velillas lo despejó Guinard. Los de Agustín Vacas no renunciaron a sorprender a su rival en alguna contra y con ello mantuvieron el partido en un escenario favorable a sus intereses mientras que el público celebraba la resurección del equipo.
TERRASSA FC 2
UE OLOT 1
TERRASSA FC. Ortega, Castell, Amantini, Joel, David López, Marc de Val, Àlex Fernández, Grasa, Velillas, Nils y Raíllo. Pol Ballesteros suplió a Raíllo en el minuto 72; Guti a Nils en el 79; y Bermu a Velillas en el 88.
UE OLOT. Xavi Guinard, Jose, Bigas, Escudero, Abel, Blázquez, Roger, Marc Mas, Alberto Malagón, Dembo y Héctor. Uri Santos suplió a Abel en el minuto 49; Eric Vilanova a Alberto Malagón en el 54; y Sergio Álvarez a Blázquez en el 66.
Árbitro. Carlos Ferrero Mansilla. Amonestó a David López, Amantini, Àlex Fernández, Velillas, Marc de Val, Abel, Roger y Dembo.
Goles. 1-0, minuto 44, Marc de Val; 2-0, minuto 65, Àlex Fernández; 2-1, minuto 73, Marc Mas.
Público. 588 espectadores.