Me asusté bastante. No podía respirar, ni hablar, no tenía aire. Y en el vestuario fue a peor. Hasta que no me administraron oxígeno en la ambulancia no empecé a recuperarme.” Así explica Raúl Torres, jugador del Terrassa FC, los minutos posteriores al golpe que sufrió en una disputa con el portero del Vilafranca, Kilian, en el que se fracturó tres costillas. “Fue un centro pasado de David López, pensaba que llegaba bien al balón pero cuando ví que el portero se me echaba encima ya noté que el golpe era importante. Salió con la rodilla por delante, pero no creo que hubiese mala intención. Me escribió para interesarse por mi estado, igual que el entrenador del Vilafranca. Y el delegado vino a visitarme al hospital. Es de agradecer.”
Raúl Torres se encuentra ingresado en el Hospital de Mataró desde el lunes. Fue trasladado desde el centro hospitalario de Vilafranca del Penedès donde fue atendido en primera instancia y allí permanecerá unos días más hasta que esté en condiciones de regresar a su domicilio en la capital del Maresme. “Aún me tienen que hacer algunas pruebas, porque no me ha desaparecido del todo el aire en la pleura. Ahora son días se reposo total a la espera de ir mejorando poco a poco. Todavía no puedo ni levantarme de la cama”, explica.
De momento no conoce el tiempo que deberá permanecer de baja. Le han hablado de seis semanas para que se solden las fracturas, aunque después aún deberá esperar para poder saltar a un terreno de juego. “No sé si se me ha acabado la temporada. Los plazos son bastante justos, pero igual llego a los últimos partidos. Ahora hay que tener paciencia para que la recuperación sea la adecuada.”
Eso es lo que más le pesa en estos momentos, no estar a disposición del técnico en una fase determinante de la temporada. “Te pierdes lo más bonito, lo más interesante, lo que todo el mundo quiere jugar. Pero ahora lo que toca es apoyar al equipo desde fuera para que se puedan cumplir los objetivos que nos hemos propuesto.”
La grave lesión de Raúl Torres se une a las sufridas con anterioridad por otros componentes del equipo que también han sido de larga duración: las tres roturas de ligamentos cruzados de Cristian, Fran Ochoa y Vilajosana, o la rotura de un dedo del pie de Andrés Borges. “No estamos teniendo nada de fortuna en este sentido”, señala el jugador terrassense. “Pero el fútbol tiene estas cosas y hay que hacer frente de la mejor manera posible.”
Borges, menos grave
Mejores noticias hay en relación al estado del defensa uruguayo Andrés Borges, que no pudo acabar el partido ante el Vilafranca por una lesión en un dedo del pie. En principio se temió que se le hubiese repetido la fractura del quinto metatarsiano que ya se produjo hace unos meses, pero las pruebas efectuadas descartaron una lesión de gravedad. Se trata de un esguince en la zona afectada y su evolución en los próximos días marcará su disponibilidad de cara al partido contra el Olot.
EL DATO
Autocar. El Olot ha organizado un autocar para desplazar a sus aficionados el próximo domingo a Terrassa.
