El Terrassa FC ha dado un notable paso atrás en sus aspiraciones por disputar la promoción de ascenso después de caer por 1 a 0 en el campo del Vilafranca este domingo. Los egarenses salieron perdedores de un partido muy accidentado, con constantes interrupciones, fases de juego duro y mucho componente físico en el que el conjunto de Agustín Vacas se sintió incómodo en todo momento. Tras este tropiezo, el Terrassa sigue a cinco puntos de la zona de promoción (el Ascó ha perdido en casa ante la Pobla de Mafumet), aunque el Vilafranca ya le aventaja en nueve en la tercera plaza y el Sant Andreu (quinto clasificado) le saca dos puntos con un partido menos. Un escenario sumamente complicado a la espera de recibir el próximo domingo al Olot, líder del campeonato.
El partido empezó mal para el Terrassa, que en los primeros minutos perdió a Raúl Torres con una seria lesión en las costillas. El Terrassa fue superior al Vilafranca en el primer período, con ocasiones de Velillas y Àlex Fernández que podrìan haberle dado ventaja en el marcador. Sin embargo, en el último instante del tiempo añadido de la primera parte, que fue de cinco minutos, el Vilafranca se adelantó con un tanto de Jordi Oribe que sorprendió a una defensa contemplativa y a un Ortega desubicado.
Borges fue sustituido en el descanso por una lesión en el pie y el Vilafranca dispuso de dos ocasiones para ampliar la diferencia. Pero el partido derivó hacia un complicado ejercicio en el que el fútbol fue quedando aparcado y el Terrassa se diluyó sin dar una respuesta adecuada a la propuesta del Vilafranca.
El Terrassa únicamente ha sumado cuatro de los quince últimos puntos en disputa, un dato que penaliza sus posibilidades en el campeonato de Liga.
Vacas, contrariado
El entrenador del Terrassa FC, Agustín Vacas, mostró tras el partido su contrariedad hacia algunas actitudes observadas en el partido. “Yo defiendo a muerte a mis jugadores, pero para ser futbolista hace falta algo más. Ese hambre, ese ansia en alguna acción, en algún rebote que normalmente se tiene y que nos ha faltado. Querer ser futbolista, querer quedar arriba necesita de algo innato que se tiene o no se tiene. Es ese plus que te permite llegar a algunos balones o a algunos remates que sin ello no lo consigues.”