El “alma máter” de la Mitja Marató Ciutat de Terrassa, David Otero, será mañana por la mañana uno de los hombres más nerviosos y a la vez más felices de la ciudad. La Mitja Marató, una Mitja Marató que él comanda pero que repite incansablemente que pertenece a la ciudad, alcanza en esta edición su mayoría de edad.
¿Cómo afronta esta decimoctava edición de la Mitja Marató, la gran fiesta del atletismo terrassense?
Seguimos la línea de cada año. Como entidad tenemos tres patas: lo deportivo, lo solidario y lo terrassense. En esta edición hemos reforzado el aspecto solidario. Al margen de hacer una prueba deportiva, las entidades estamos obligadas a ser solidarias. Además, alcanzamos nuestra mayoría de edad. Y parece que empezamos ayer.
¿En qué aspectos se ha centrado este año esa solidaridad?
Para esta edición hemos organizado una serie de coros de niños poco favorecidos procedentes de diferentes barrios de la ciudad. Es la parte más débil de nuestra sociedad. Trabajamos con niños que ni tan siquiera van a la escuela. Organizamos unos talleres de canto que fueron todo un éxito. Constituimos una coral para que los niños cantaran la canción de la Mitja Marató. Hay muchísimas cosas por arreglar en la ciudad. Y nosotros, como entidad deportiva, hemos invertido en esto junto al Rotary Club. ¿De qué nos sirve ser campeones si no somos solidarios?
Una de las grandes novedades de esta edición son las revisiones médicas.
Sí. Somos la primera entidad en España que ofrece una revisión médica a todo aquel que lo desee. Y lo ofrecemos a mitad de precio de lo que cuesta en el mercado.
¿Vé factible que se vuelva a batir el récord de la prueba?
Creo que será muy complicado. Entre Carles Castillejo, Jaume Leiva y Nacho Cáceres estará muy reñido, sin olvidar a otros egarenses como Just Sociats. Nos ofrecen a muchos keniatas y decimos que no.
¿Por qué?
Porqué esa no es nuestra filosofía. Queremos otra cosa muy diferente. En la Maratón de Valencia del otro día los 25 primeros eran todos keniatas. No queremos ser la mejor carrera del mundo. No buscamos récords ni títulos. Nos satisface más que vengan a correr chicos en silla de ruedas. Y vendrán muchos. Como cada año. Porque se sienten bien tratados, como uno más.
Entiendo que el aspecto competitivo no es el más importante.
En absoluto. Ya existen los deportes y las pruebas de competición.
¿Qué atletas le hará más ilusión ver mañana en la línea de salida?
El cartel de la prueba es de muchísimo nivel. Además de los grandes nombres con que contamos, me hace una especial ilusión tener a dos grandes del atletismo español, como Abel Antón y Martín Fiz. Repetirá Carles Castillejo. Y probablemente ganará. Pero a mí me darán mucha más alegría los aspectos solidarios y ciudadanos de la prueba.
¿Está satisfecho de que Jaume Leiva vuelva a correr la prueba?
Muchísimo. El pasado está olvidado. Queremos que las cosas se normalicen. Es un gran activo del atletismo terrassense.
¿La esencia de la prueba es básicamente lúdica?
Evidentemente. Y queremos que siga siendo así. Hay quince o veinte corredores que compiten. Algunos quieren mejorar su marca personal. Otros van haciendo. Pero la gran mayoría quiere pasárselo bien. Y tomarse su bocadillo de butifarra cuando acaban.
Continúa el crecimiento de las inscripciones femeninas.
Sí. Es algo que nos hace muy felices. La mitad de los participantes de la Santi Centelles son mujeres. En la última Cursa de les Dones, por ejemplo, tuvimos que cerrar las inscripciones en 1.500. Los políticos hablan mucho de la integración de la mujer, pero es más sencillo hacer actuaciones palpables.
Usted siempre recuerda que la Mitja de Terrassa es la más barata para los corredores.
Así es. Y lo seguirá siendo. En Sitges ganan 100.000 euros cada año. Nosotros vamos por otro camino. No queremos ganar dinero. Trabajamos por la gente y por la ciudad. No nos mueve nada más. Nuestro presupuesto global es de unos 300.000 euros. Lo cubrimos y si sobra algo podemos invertir en alguna cosa solidaria. Y eso es posible porque hacemos las cosas bien y los patrocinadores confían en nosotros.