El Terrassa FC ha empezado 2017 como un tiro. Y rompiendo estereotipos. Si en el primer partido del año desplegó el mejor fútbol de la temporada en su estadio y goleó con una facilidad indiscutible, en su primera salida rompió el peor récord negativo que ha acumulado en los últimos tiempos: más de un año sin ganar lejos de casa. El 0 a 1 obtenido en el campo del Castelldefels no sólo significa una magnífica noticia en su carrera por alcanzar una de las cuatro primeras posiciones, sino que también acaba con una de las principales barreras psicológicas que afectaban a este equipo, incapaz de ganar partidos como visitante durante casi trece meses. Ese déficit ha penalizado al Terrassa de forma mayúscula, no sólo impidiéndole dar pasos adelante en la clasificación sino generando una inseguridad en el colectivo impropia de un candidato a todo. Aunque el mensaje de un vestuario cuando se produce un problema en el ánimo del mismo es negar la mayor, el modo en que se celebró el triunfo evidenció la importancia del mismo y el peso que se ha quitado de encima este equipo cerrando de una vez el debate en relación a su capacidad futbolística cuando no actúa al amparo de su público.
Aunque el campo del Castelldefels ha sido un escenario propicio en los últimos años, la buena trayectoria como local del conjunto de Miki Carrillo confería a esta salida una dificultad añadida. Pero la exigencia del campeonato obligaba al Terrassa a enterrar las malas costumbres y a sumar los tres puntos de modo casi obligado. Por ese motivo, no tuvo inconveniente en adaptar su libro de estilo a la exigencia del día, equilibrar la apuesta física que le iba a plantear el Castelldefels y marcar las diferencias a través de su mayor capacidad futbolística. El Terrassa manejó bien los tiempos del partido, aunque fue condescendiente en el tramo final al no aprovechar un buen puñado de ocasiones con las que hubiese sentenciado el encuentro sin necesidad de acabar con la lengua fuera.
Buen arranque
Las bajas por lesión de Nils y de Raíllo obligaron a Vacas a realizar un cambio en la alineación, dando entrada a Guti en el flanco derecho del ataque. El plan inicial de los egarenses resultó una emboscada para el Castelldefels, al que arrinconó en su área durante los primeros minutos. A los veinte segundos un centro de Àlex Fernández casi fue introducido en su propia portería por Marc Martínez y en los tres primeros minutos se produjeron tres córners favorables al Terrassa. Pero esa osadía ofensiva duró poco. El Terrassa perdió por el camino a Cristian, que se lesionó en la rodilla y fue sustituido por David López. Y también perdió su claridad de ideas. Reculó en su propósito inicial, dio tiempo para que el Castelldefels se recuperase y se entregó a una refriega en la que ninguno de los dos equipos impuso un estilo de forma predominante. El Castelldefels, nulo en cuanto a capacidad ofensiva, únicamente generó una cierta inquietud en un disparo desviado de Adri Alonso. Y el Terrassa pisó el área para reclamar un penalti por manos de un defensa local a la media hora de juego.
Aunque los egarenses recuperaron la gestión del partido en el último cuarto de hora, su capacidad para generar situaciones de gol fue escasa y únicamente destacó un disparo de Joan Grasa que blocó sin problemas Manu Martín.
Visto el primer tiempo y el potencial de unos y de otros, el Terrassa entendió que tenía que dar un paso adelante para no conformarse con otro empate y romper con los fantasmas del pasado más reciente. Y arrancó la segunda parte a todo trapo, igual que hizo en la primera. Velillas se convirtió en la punta de lanza de los egarenses en ataque, desequilibrando el sistema defensivo del Castelldefels. Una acción suya en el minuto 48 acabó en las manos de Manu Martín pero tres minutos después protagonizó la jugada decisiva del partido. El delantero terrassista pudo haber marcado en una magnífica aparición en el área en la que acabó siendo objeto de penalti. Raúl Torres transformó la pena máxima y situó el partido en el escenario que buscaba el Terrassa, menos exigido a la hora de tomar responsabilidades con el marcador a favor y trasladando a su rival una mayor obligación en la parcela ofensiva, la que menos sobresale entre sus virtudes.
Defensa ejemplar
Con el marcador a favor, el Terrassa varió sus intenciones. Se organizó de forma ejemplar en defensa y esperó a disponer de nuevas oportunidades a medida que el Castelldefels fuese dejando espacios en su zona defensiva como fruto de la ansiedad por empatar el partido. De hecho, Joan Grasa pudo haber sentenciado en el minuto 55. El delantero terrassista armó una excelente contra pero Manu Martín rechazó su remate. Los locales tuvieron más tiempo el balón, pero no generaron ni una sola situación de peligro. La solidez del Terrassa impacientó a un Castelldefels que fue asumiendo mayores riesgos a medida que avanzaba el partido. Y el Terrassa se encontró con la escenografía perfecta para sentenciar el partido. Los egarenses, con Velillas y Grasa a la carrera, generaron hasta cuatro situaciones claras para haber marcado el segundo tanto. Pero unas veces Manu Martín, otras su desacierto y otras su exceso de confianza le impidieron anotar el segundo gol en tanto que el Castelldefels colgaba balones al área de forma continuada a la espera de una acción que les concediese el empate.
El Terrassa supo sufrir a nivel defensivo y acabó celebrando el triunfo con sus aficionados en el mismo terreno de juego, sabedores unos y otros que ese resultado puede significar un punto de inflexión en la temporada y marcar una tendencia opuesta a la seguida hasta el momento. La próxima semana, en Sant Andreu, los egarenses tendrán una nueva reválida.
UE CASTELLDEFELS 0
TERRASSA FC 1
UE CASTELLDEFELS. Manu Martín, Juanito, Javi Calvo, Alegre, Marc Martínez, Jorge Sánchez, Maldonado, Mario, Bauli, Adri Alonso y Jordi Cano. Jaume sustituyó a Adri Alonso en el minuto 46; Toti a Jorge Sánchez en el 65; y Carlos García a Juanito en el 81.
TERRASSA FC. Ortega, Cristian, Amantini, Joel, Xapi Arnau, Marc de Val, Àlex Fernández, Raúl Torres, Guti, Grasa y Velillas. David López sustituyó a Cristian en el minuto 13; Bermu a Guti en el 78; y Borges a Grasa en el 87.
Árbitro. Sergio Guijarro. Amonestó a Calvo, Marc Martínez, Jorge Sánchez, Mario, Marc de Val y David López.
Gol. 0-1, minuto 52, Raúl Torres de penalti.