Está sentado a la mesa desayunando como un dia cualquiera. Pero no es un día cualquiera. Es día de partido. Y los días de partido, todos los días de partido, son muy especiales para Nil Ferré Martín-Borregón. Tiene 22 años y es uno de los jugadores del Club Egara Fupar, uno de los equipos que integran la Lliga BBVA Hockey Plus, una competición de nuevo cuño en la que participan jóvenes y no tan jóvenes con discapacidad intelectual. Es la primera iniciativa de este tipo que existe en el estado español. Ha nacido con la voluntad de ser una Liga como cualquier otra, con arbitrajes, clasificaciones y todo lo que implica el deporte de competición. Tranquilo, callado, bebe y piensa. Su mente, sin embargo, sueña ya en lo que va a suceder en el campo poco después, en los goles que va a marcar, en como los va a celebrar.
Es domingo y son las diez de la mañana. Falta una hora para el partido entre el Egara y el Iluro. Los del Pla del Bon Aire acumulan ya una derrota en dos partidos y toca ganar al equipo de Mataró. A Nil le costó dormir durante la noche. Le pasa siempre que tiene un partido importante. Y para él todos lo son. Se pone nervioso. Tiene miedo a perder y ganas de ganar. “Tanto él como sus compañeros están viviendo sensaciones nuevas. La competición es algo que les motiva y les descoloca”, explica su padre, que es también su entrenador, Xavi Ferré, un hombre estrechamente vinculado al deporte que vive con enorme pasión esta nueva faceta de técnico de esta Liga.
Sin diagnóstico
A diferencia de muchos de sus compañeros con discapacidades psíquicas, a Nil no le han detectado dolencia alguna. “No sabemos lo que tiene. Los médicos continúan investigando. Yo diría que es un chico feliz. Pero se siente diferente a sus dos hermanos, por ejemplo. A veces tiene conciencia de que él es diferente. Lo siente. Y entonces se enfada. En esos momentos lo pasa mal”, explica Xavi.
Este domingo, sin embargo, una sonrisa pícara asoma en el rostro de Nil, que juguetea con su táblet mientras espera el momento de marcharse hacia el campo con su padre. El sábado por la noche fue al teatro en Terrassa. Cuando llega la hora, Xavi y su esposa Glòria se marchan hacia el Club Egara con Nil. El resto de sus compañeros llegarán en furgoneta desde las instalaciones de Fupar con Marta Puig.
“Soy del Barça. Me encanta el hockey, pero también el fútbol. En verano voy a la piscina y juego al ping-pong”, explica Nil, que lleva dos años trabajando en una de las cadenas de montaje de Fupar. Antes, desde primaria, estudió en la escuela de educación especial L’Heura. “Le recuerdo como un chaval muy vital, que interactuaba mucho con sus compañeros. Era bastante autónomo”. Las palabras son de Sandra Donadeu, la que fue su tutora durante sus dos últimos años en L’Heura. “Siempre le ha encantado el deporte, especialmente el hockey. He pasado muchas horas con él. Era cariñoso, pero a la vez bastante tozudo; un chico con mucha personalidad”, comenta.
Charla técnica
Ya en el vestuario del club, Xavi Ferré da las últimas instrucciones a sus pupilos. Nil le observa desde una esquina mientras acaba de equiparse. “Chavales, hoy vamos a ganar. Si nos lo pasamos bien y disfrutamos en el campo, ganaremos. Recordad que no debemos estar quietos. Hay que presionar para robar la bola. Y cuando la tengamos, debemos hacer muchos pases hasta que llegue alguna ocasión de gol”. Tras las instrucciones del entrenador, los chicos juntan las manos y gritan su nombre de guerra: “Egara”.
Ya en el campo Cesc Llongueras del Pla del Bon Aire, Nil espera junto a sus compañeros la llegada del rival. Lee un diario deportivo y comentan la final del Mundial de clubs que el Real Madrid está jugando en Japón en ese momento. Junto a Valentí Cardellach, el más veterano del equipo, analizan el posible once inicial del Barça en el derbi que se jugará horas después en el Camp Nou. Alberto Saco, el capitán, ajusta su brazalete y los chicos salen a calentar.
Llega Esteve Casas, el árbitro que dirigirá el partido. “Estoy encantado de colaborar con esta iniciativa desde el arbitraje. Aplicamos las normas, pero somos más permisivos. Se trata de hacer un poco de pedagogía”, dice. “Los chicos no tienen malicia, pero quieren ganar siempre, como cualquiera”, apostilla el ex árbitro internacional Xavi Adell, que asiste al partido.
La bola se pone en marcha y no hay tregua. Nil es uno de los más activos. Valentí anota el primer gol, pero los de Mataró reaccionan. Con el 10 a la espalda, él no deja de correr ni un momento. Sólo para tomar aire y volver a esprintar de inmediato. Parece ajeno a las instrucciones que su hermano y su padre dirigen al equipo. Y llega el momento: Nil marca un gol y explota de alegría. Llega el descanso y el Egara gana por 2 a 1. El Iluro ha venido con 6 jugadores, uno menos de los necesarios para jugar. Parece que el partido va a ser fácil, pero Xavi Ferré les advierte de que no se confíen. Los chicos le escuchan formando un círculo. Nil no para de abrazar a sus amigos.
“Estos chicos tienen capacidades diferentes a las nuestras. Lo de discapacitados, ni de coña. Yo paso muchas horas con ellos y me enseñan muchísimo”, explica Xavi. Los visitantes empatan. Acto seguido, Nil comete una falta e inmediatamente ayuda a levantar al rival para acabar abrazándole con inusitada efusividad. Él es así. No habla mucho, pero se comunica con sus compañeros en todo momento. No es tan expresivo como otros, pero vive el partido como el que más. En algún momento saca la rabia. Toca defender y aguantar el resultado. Su padre lo llama para cambiarlo. Nil lo mira fijamente a los ojos y le espeta: “No, no, ahora no”. Pitido final: 4 a 3. Ha ganado. Toca saludar a los rivales y festejar la victoria.
La alegría del gol
Nil está satisfecho por partida doble. Su equipo ha ganado y él ha marcado uno de los goles. “Estoy muy contento. Vamos segundos en la clasificación”, comenta antes de marcharse del campo junto a su padre. Al salir se cruza con el presidente de la Federació Catalana de Hockey, Narcís Carrió. “Llevábamos tiempo intentando hacer una Liga así. Al final, gracias a Marta Puig, a Fupar y a BBVA lo hemos hecho posible. La inclusión y la normalización es lo más importante de este proyecto. Hemos sacado el deporte de las personas discapacitadas de un ámbito sólo de discapacidad para trasladarlo al ámbito de la normalidad”, dice Carrió tras felicitarle. El lunes, Nil Ferré volverá a su trabajo en Fupar. Y seguirá soñando en la fecha del próximo entrenamiento, del próximo partido, para volver a saltar al campo a darlo todo. Para seguir disfrutando. Para seguir viviendo.