El gran sueño del delantero japonés del San Cristóbal Aozora Kishimoto (21 años), conocido futbolísticamente como "Ao" se resume en una sola intención: convertirse en profesional del fútbol. Ao sueña en jugar al máximo nivel en el fútbol español o europeo, emulando así a sus ídolos, Shunji Okazaki (Leicester), Atsuto Uchida (Schalke 04), Shinji Kagawa (Borussia Dortmund), Yüto Nagatomo (Inter de Milán) o Keisuke Honda (Milan). Su trayectoria futbolística arrancó en Japón, en la zona de Osaka. Vio que el futuro en el fútbol nipón era poco probable y decidió pensar en grande. Empecinado en cumplir su sueño, este culé de corazón dejó a su familia en Japón y hace ya casi tres años se marchó a Barcelona, donde todavía reside. En su trayecto a la gloria, a mediados de agosto recaló en el San Cristóbal, cedido por el Júpiter. Ha participado en los doce partidos de Liga y ha marcado ya tres goles, los dos últimos el pasado domingo ante el Viladecans. Vive en Barcelona junto a su novia, una catalana.
¿Cómo ha llegado un japonés al San Cristóbal?
Llevo tres años viviendo en Barcelona. Durante la pretemporada estaba probando con el Júpiter, pero no me garantizaban muchos minutos. Entonces me llamó Oliver Ballabriga, mi actual entrenador, que me vio jugando con el Molletense el año pasado cuando él entrenaba al Avià. Es un gran entrenador y quería trabajar con él.
De momento las cosas no pueden ir mejor. El San Cristóbal va líder, usted ha jugado en todos los partidos y ha marcado ya tres goles.
Sí, por ahora va todo muy bien. Ganamos la Copa Catalunya amateur y estamos líderes en Primera Catalana. Esperemos continuar así.
¿El objetivo esta temporada es subir a Tercera División?
Al principio de la temporada, el objetivo era mantener la categoría. Éramos un equipo que acababa de ascender y aspirábamos y seguimos aspirando a sumar cuanto antes los 45 puntos que deben garantizarnos la permanencia. Hay que seguir peleando. Ya se verá lo que conseguimos a final de temporada.
Usted dejó Japón a los 18 años y se instaló solo en Barcelona. ¿Qué le llevó a tomar esta decisión tan inusual y trascendente?
Me encanta el fútbol español y quería ver como se juega aquí. Mi objetivo es ser futbolista profesional, ya sea aquí o en Japón. Tengo muy claro desde hace años que quiero ser futbolista profesional. Y voy a seguir luchando hasta que mi sueño se convierta en una realidad.
Sin embargo, todavía no lo es.
No. No cobro por jugar. Ahora sólo nos pagan las primas cuando ganamos un partido. Yo aspiro a vivir gracias a lo que gane del fútbol.
¿Quien es su ídolo futbolístico?
Ahora, Neymar. Me encanta su juego. Intento fijarme en todo lo que hace. Es muy bueno. Antes, mi ídolo era el italiano Roberto Baggio. Gracias a él comencé a ver mucho fútbol cuando yo era un niño.
¿Desde Japón seguía la Liga española y el fútbol europeo en general cuando era más joven?
Veía especialmente partidos del Barça. Me enganché coincidiendo con el inicio de la era de Guardiola. Ese equipo era fantástico. Jugaba de maravilla y lo ganaba todo. En ese momento me hice del Barça, cuando se fue Frank Rijkaard y llegó Pep Guardiola.
En Primera Catalana hay pocos equipos que intenten tratar tan bien el balón.
Sí, muy pocos. Este fútbol es bastante distinto. La Primera Catalana es una categoría muy complicada. El rival aprieta siempre mucho y no hay jugadores como Xavi, Iniesta o Busquets, que sean capaces de crear juego a ese nivel.
¿Va mucho al Camp Nou desde que vive en Barcelona?
Sí, siempre que puedo. Antes iba más, pero siempre que puedo escaparme lo hago.
Jugar algún día en el Barça sería algo más que un sueño para usted.
Ojalá lo consiguiera (ríe). Voy a intentar llegar lo más arriba posible. Tengo que intentarlo.
Defínase como futbolista.
Me considero un jugador básicamente técnico y veloz. Salvando las distancias, mi juego recuerda un poco al del delantero del Real Madrid Gareth Bale. He marcado sólo tres goles con el San Cristóbal. Esa es mi asignatura pendiente. Tengo que aprovechar mejor las ocasiones de gol de que dispongo.
¿Y sus puntos débiles?
Tengo claro que lo que debo mejorar más es el aspecto defensivo. También necesito mejorar en el apartado táctico, pero creo que poco a poco lo voy consiguiendo. Tanto mis compañeros como el entrenador me ayudan muchísimo.
¿Cómo es un día en la vida de Aozora Kishimoto?
Vivo cerca de la plaza Espanya. Me levanto y voy al gimnasio. Estar físicamente bien es muy importante para mí. Luego voy a clase. Estudio cuatro horas al día de español e inglés. Algunos días voy a entrenar sólo en un campo de la Vall d’Hebron. Me gusta practicar lo mejor posible para mantener el nivel técnico. Y por la noche vengo a entrenar aquí con mi equipo.
Los japoneses tienen fama de ser muy disciplinados. ¿Se considera un futbolista disciplinado?
Sí. Me gusta entrenar duro. Darlo todo. Me concentro sólo en el fútbol. Pero esoy consciente de que eso puede ser bueno o malo. Si las cosas me salen bien en el mundo del fútbol, fántástico. Si no…
¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
Estar con los amigos es lo que más hago, así como ir al cine o verlo en casa. También veo mucho fútbol en casa. Suelo hablar mucho con mis amigos y mi familia por Skype.
¿Cómo reaccionaron sus padres cuando les dijo que se marchaba a Barcelona a triunfar en el fútbol?
Me ayudaron mucho, especialmente mi madre. Ella apoya mi sueño. Tengo también un hermano pequeño, que vive en Japón.
Debe ser duro estar tan lejos de su familia.
La verdad es que lo es. Es lo que llevo peor. Echo de menos a mis padres, a mi hermano, a mis abuelos, tíos, primos y amigos. Cada verano vuelvo a Japón para verlos. No puedo pasar tanto tiempo sin estar a su lado. No lo soportaría.