Evan Ragland, Octavia Crump, Catheryn Redmon, Colleene Smith, Isaiah Perry, Daulton Halfacre, y Demarcus Threatt, son los nombres de los jugadores y jugadoras procedentes de Estados Unidos que esta temporada han llegado al básquet terrassense en un desembarco sin precedentes. Los siete han decidido cruzar el Atlántico para probar suerte en un básquet nuevo, totalmente diferente al que se han criado. Para iniciar esta aventura en Terrassa, en el básquet catalán y europeo, han dejado muchas cosas atrás. Familia, amigos, recuerdos e incluso costumbres de vida, pero un balón de básquet todo lo vale. Alabama, Illinois o Nebraska, son ejemplos de aquellas ciudades que han quedado en el recuerdo. Terrassa es su nuevo escenario, su nueva realidad siempre ligada al mundo de la canasta.
Catheryn Redmon nació en Texas y jugó en la prestigiosa Universidad de Nebraska, con la que llegó a disputar la máxima categoría a nivel Universitario. Ahora, la americana defiende los colores de la JE Terrassa, y asegura que está muy contenta con su nueva vida. "Me están tratando muy bien. Vivo con dos compañeras y me ayudan a conocer la ciudad, aunque me gusta hacerlo por mí misma", explica.
Redmon, la primera en llegar
Redmon, que empezó a jugar a básquet a los siete años, terminó los estudios en la Universidad de Nebraska en 2011, y entonces dejó de practicar deporte. Sin ofertas, aparcó su sueño durante más de cuatro años, pero el pasado curso todo cambió. "Mi hermana también juega a baloncesto. Me comentó que había un agente en Terrassa que estaba buscando jugadoras y se puso en contacto con ella, pero no pudo venir porque tenía que acabar los estudios. Cuando lo consiguió, vinimos las dos hacía España", explica. Ahora, Catheryn juega en la JET, y Camille, su hermana, lo hace en el Arenys, equipo que milita en el mismo grupo que la JE Terrassa en la Copa Catalunya femenina.
Cuando hablamos de básquet, la jugadora de Texas se muestra lo más ambiciosa posible. "No sé cuánto tiempo estaré en Terrassa. Me gustaría jugar en una categoría superior. El objetivo del año es hacerlo bien e intentar acabar siendo profesional", explica Redmon.
Octavia Crump y Colleene Smith también juegan en la Copa Catalunya femenina, pero en este caso en las filas del CN Terrassa al que se incorporaron hace unas semanas. Ambas jugaron en la Universidad de Illinois State, en Chicago, y tras años jugando juntas sus caminos no se han separado.
Colleene Smith proviene de New Haven y se define a ella misma como una jugadora atlética, a la que le gusta atacar el aro. Pese a que ambas se incorporaron tarde a la competición y que el idioma supone una barrera, se muestra muy satisfecha con la experiencia vivida hasta el momento. "Agradecemos mucho el esfuerzo que hacen las compañeras para entendernos. Nosotras también lo intentamos. Ahora es complicado pero seguro que la cosa mejora".
Tanto Colleene como Octavia tdebutaron en un derbi contra la JE Terrassa. El pabellón del Pla del Bon Aire presentaba un aspecto fantástico aquel día, pero poco habitual. Ambas jugaron en Illinois State, una prestigiosa Universidad que cuenta con un pabellón con capacidad para13.000 aficionados. Pese a tal diferencia, Colleene asegura, entre risas, que el principal recuerdo que tiene del primer partido son los pasos. "No entendía porque me los pitaban", asegura.
Octavia Crump, nació el 20 de marzo del 1993 en Zion y juega en la posición de pívot pese a ser una jugadora ágil y con buen lanzamiento exterior. Al igual que Smith, Crump jugó en Illinois State donde promedió 13 puntos por partido. "Me gusta mucho penetrar de fuera hacia dentro y tengo un juego muy físico. Estas son mis dos grandes virtudes, pero debo mejorar en muchos otros aspectos", explica.
Una de las principales diferencias que ve Crump entre los españoles y los americanos es la cultura. "Culturalmente los americanos y los españoles somos muy diferentes. Está siendo complicado adaptarnos del todo bien, pero lo arreglaremos".
Crump asegura ser muy feliz. "En apenas tres setmanas me he leído tres libros". Relacionado con ello, Octavia nos explica un poco como es su día a día. "Me levanto a las 10, ya que normalmente voy a dormir tarde hablando con mi família, a causa de la diferencia horaria. Por la mañana vamos con Colleene a entrenar, y luego a comer al club. Por la tarde, ayudamos a entrenar a los equipos de niños y luego, entrenamos nosotras", explica.
Perry, Halfacre y Ragland
El Sferic ha sido otro de los equipos que ha potenciado su plantilla con tres jugadores procedentes de Estados Unidos. Isaiah Perry, Daulton Halfacre y Evan Ragland defienden ahora los colores verde y blanco del club egarense con el propósito de mejorar una delicada situación deportiva que ha mejorado desde su llegada. Los tres llegaron procedentes de la Europrobasket Academy de Girona, que les ayudó a encontrar ofertas para intentar convertirse en profesionales del baloncesto.
Isaiah Perry es un base eléctrico, y con muy buena mano para el lanzamiento exterior. Procedente de la Universidad de Connecticut, dice estar muy contento con su nueva vida. Se define a él mismo como "un escolta fuerte, que anota con facilidad y que defiende bien". Tras un breve paso por Londres, Isaiah decidió probar suerte en España para intentar hacer realidad su sueño, ser profesional. "Estoy concentrado en tener un gran impacto en el equipo y crecer como jugador durante esta temporada. Lo que tenga que pasar el año que viene, pasará. Mi objetivo esta temporada es ganar lo máximo y en un futuro, llegar lo más arriba posible", asegura el americano.
Perry comenta entre risas, la principal diferencia entre el básquet europeo y el americano. "Al principio creía que aquí jugaban como bebés, pitando faltitas todo el rato, pero es cuestión de ajustar conceptos para que no me echen en cada partido", explica.
Inquietudes
Otro componente del trío de americanos del Sferic es el base Evan Ragland. Ragland es el más tímido de los tres, y desde que está aquí en Terrassa hay una cosa que no se despega de él; su gorro con orejeras, le acompaña allí donde va. A diferencia de Isaiah y Daulton, Evan vive con su compañero Pol Más en Bellaterra. Esto supone un handicap ya que el pequeño base no puede completar las mismas sesiones de entrenamiento que sus dos compañeros, pero también una virtud ya que dice que Pol le está enseñando el idioma.
Por delante de muchas otras, Evan destaca la ciudad de Barcelona como aquello que más le ha sorprendido. "Barcelona no duerme. No importa la hora del día que sea que siempre habrá locales para pasarlo bien, tomar una cerveza y estar con los amigos. Esto es algo totalmente diferente a Estados Unidos, y me gusta mucho", asegura. Por lo que al básquet se refiere, Evan es totalmente ambicioso. "El objetivo es subir de categoría, y así seguro que las ofertas para el año que viene serán mejores. Quiero seguir creciendo como jugador, como persona y adaptarme a las diferencias de juego entre USA y Europa".
Daulton Halfacre empezo a jugar a básquet de muy pequeño y sueña con llegar a lo más alto. "De bebé ya tenía fotos con balones de básquet, pero de pequeño practicaba varios deportes. Con 12 años me medio obligaron a tomármelo en serio y desde entonces juego a básquet". En relación a sus aspiraciones, asegura que su objetivo es jugar en la Euroliga. "Estoy concentrado en este año, y si podemos subir de categoría, genial. Mi objetivo, al final, es jugar en la ACB o la Euroliga", asegura.
También en Viladecavalls
Viladecavalls también ha seguido esta moda americana. Fue el primer club masculino que acudió al mercado de Estados Unidos para incorporar un jugador diferencial, que no sólo ayudase al equipo sino que también colaborase en la formación de sus jugadores. Demarcus Threatt eligió el CB Viladecavalls como destino en su trayectoria antes de intentar dar el salto a lo más alto. El americano, igual que Halfacre, sueña en grande. "Ahora mi objetivo es intentar ganar el campeonato esta temporada. Luego, jugar en una categoría superior", asegura Demarcus.
Demarcus Threatt, de 22 años, se define a él mismo como un jugador "muy atlético, pero lo que más me gusta de mi juego es que puedo anotar, pero también sé encontrar al compañero que está en racha y darle la bola para que anote".
Demarcus, llegó a Viladecavalls de la mano de su técnico, Pedro Argachal, con cuya familia reside en Terrassa durante esta nueva etapa deportiva. El jugador estadounidense se siente cómodo y agradecido en todos los aspectos, tanto a nivel personal como en el ámbito deportivo. "El entrenador Pedro Argachal y mi agente se pusieron en contacto y estoy muy feliz de ello", afirma.