El fútbol del Terrassa FC tiene una capacidad mutante significada. Eficaz y solvente en el Camp Olímpic, lejos del mismo sale perdiendo en todas las comparaciones. Es menos jerárquico, muestra mayores dudas a la hora de elegir un estilo y anda aún trastabillado a la hora de construir un discurso coherente. El Granollers, un equipo que aún no conocía la victoria en la Liga, le derrotó porque aportó una mayor dosis de deseo de ganar y porque su fútbol tuvo más apariencia colectiva que el del Terrassa.
El Terrassa mostró muchas dudas durante el partido. No supo si tomar el camino que marca el perfil de su centro del campo, con futbolistas combinativos y de toque, o el de su defensa, con un perfil de juego más directo. Se abocó a lo segundo cuando las urgencias del partido hicieron aparecer las prisas y cuando quiso jugar a lo primero se encontró con la incomodidad que le trasladó el Granollers, solidario y esforzado en cada porción del terreno de juego. Además, el Terrassa estuvo ineficaz en ataque y falló demasiadas ocasiones de gol que podrían haber conducido el partido hacia otro desarrollo.
Dominio inicial
Engrandecido por las dos victorias conseguidas en el Camp Olímpic, el conjunto de Toni Rodríguez quería mostrar sus credenciales al universo de la Tercera División con un resultado convicente en la capital del Vallès Oriental. Acudía con bajas (el técnico tuvo que recurrir a un jugador del filial, Óscar Carmona, para completar la convocatoria) pero con argumentos suficientes para mantener la buena línea de su arranque liguero. Toni Rodríguez mantuvo el 4-4-2 como dibujo de partida, incrustando a Velillas en una de las bandas del centro del campo ante la ausencia de Fran Ochoa.
Los egarenses completaron una primera parte aceptable, en la que ganaron la batalla de la posesión y protagonizaron las mejores oportunidades de gol. Les faltó más ritmo, mayor coordinación y mejor acierto. Aunque Cano fue quien dio el primer aviso para el Granollers en el minuto 5, fue el Terrassa quien generó dos buenas oportunidades en la primera media hora que no supo aprovechar. La primera se produjo en el minuto 14, en un saque de banda que acabó a los pies de Raúl Torres en el área. El disparo del terrassista salió muy desviado. Nueve minutos después, Cristian robó un balón que puso en el área a Raíllo pero el delantero del Terrassa se entretuvo y no aprovechó la ocasión.
La respuesta del Granollers corrió a cargo del ex terrassista Javi González, que en una aparición ofensiva puso un balón que no entró en el marco de Ortega gracias a la intervención decisiva de David López, que lo sacó en la línea de gol. A un minuto del descanso, de nuevo Raíllo dispuso de otra ocasión en un remate de cabeza que no encontró portería por poco.
El arranque del segundo período resultó decisivo en el desenlace del partido. El Granollers partió más intenso, más decidido a ganar y arrinconó a un Terrassa sorprendido ante el atrevimiento de los locales, necesitados de un buen resultado después de sumar sólo dos puntos en las tres primeras jornadas. Los egarenses sorprendieron a su rival en un pelotazo largo a Alberto Górriz, que el delantero vasco no acertó a materializar con un disparo que salió desviado. Pero todo lo demás que pasó hasta el minuto 70 tuvo al Granollers como protagonista. Los locales empezaron a creer en la victoria cuando vieron dudar al Terrassa, confundido ante el fútbol emocional y físico de su oponente y donde destacó el papel sobresaliente del ex terrassista Marc Burgos, dueño del centro del campo. Cano ya dispuso de una ocasión en el minuto 58 que abortó Borges, pero un minuto más tarde una acción iniciada en un córner acabó con un buen centro en el área que Roland Garrós cabeceó al fondo de la portería de Jose Ortega. El partido anduvo encendido durante algunos minutos, en los que Ricky obligó a Ortega a hacer la parada de la tarde para evitar el 2 a 0.
Confusión
El Terrassa estuvo aturdido durante algunos minutos, desbordado en la pelea física y desesperado ante la pérdida del balón. Intentó cambiar la dinámica con un par de remates de Raíllo y Velillas de escaso compromiso, hasta que el propio Velillas probó fortuna con un magnífico disparo desde fuera del área que Iván Fuentes despejó en una intervención sobresaliente.
Toni Rodríguez puso en el campo a Enric Vega y a Guti (este último por lesión de Cristian) en un último intento por cambiar la dinámica del encuentro. Optó por una defensa de tres para generar una superioridad en la zona de ataque, pero las ocasiones de gol siguieron sin llegar. Lo más destacable fue una acción a tres minutos del final en la que Enric Vega acabó rematando con intención al marco del Granollers, pero Iván Fuentes respondió con acierto abortando la última situación de peligro favorable a los egarenses, ya desesperados ante un partido que se les escapó de las manos y cuyo desenlace les saca de las posiciones de promoción de ascenso a la espera de recibir el próximo domingo en el Camp Olímpic al Palamós, uno de los equipos más en forma.