Quedan todavía 36 jornadas para finalizar el campeonato liguero y es, obviamente, demasiado pronto para sacar conclusiones, pero el Terrassa FC está firmando un excelente arranque de temporada y ocupa actualmente la cuarta posición en la tabla clasificatoria, lo que le daría el billete para disputar el "play off" de ascenso a la Segunda "B", su gran objetivo para la presente temporada. Queda mucho por pulir, pero el equipo está en el buen camino.
Tras empatar en la primera jornada en el campo de la Montañesa, el conjunto que prepara Toni Rodríguez necesitaba debutar ganando en casa ante el recién ascendido Castelldefels de Miki Carrillo. Y lo consiguió. No jugaron los egarenses un buen partido, pero tuvieron la entereza y el saber hacer necesarios para ganar un partido que fácilmente podrían haber empatado. Tras una primera parte en que no se jugó a nada, en la segunda los egarenses supieron aprovechar uno de los chispazos de calidad de sus talentosos futbolistas para llevarse los tres puntos. Bastó un córner botado por Raúl Torres y cabeceado en el segundo palo por el central Amantini para firmar un 1-0 que acabó resultando definitivo.
El debut de Guti
Rodríguez introdujo dos cambios en el once inicial en relación al partido de Nou Barris. Con David López aún tocado, el técnico apostó por colocar a Guti en la banda derecha. Fue el debut del ex del Masnou, que rindió a buen nivel. Volvió a entregar el técnico la manija del equipo al capitán Cristian y a Àlex Fernández, que fue uno de los mejores junto a Raúl Torres. Y como referente ofensivo situó a Raíllo, dejando a Joan Grasa en la derecha.
El insufrible calor de un mediodía de finales de agosto en el Olímpic hizo que el partido fuera más bien poco vistoso. Fue un hándicap demasiado grande, cuestionado por ambos entrenadores antes y después de la contienda. En este caso, los intereses televisivos pasaron por encima de los deportivos y el infernal bochorno fue un lastre para futbolistas y aficionados.
El Terrassa FC comenzó muy enchufado, sabedor de que el Castelldefels iba a impedirle practicar su habitual fútbol de toque y sería peligroso a la contra. Raúl Torres ensayó a los cuatro minutos el primer remate a portería. El balón era para el Terrassa, que lo movía sin encontrar espacios por los que hacer daño. En uno de los pocos despistes de la zaga visitante, Raúl Torres se encontró sólo en un contragolpe y en un exceso de generosidad entregó el balón a Raíllo, que pecó de lentitud y vio como la defensa tapaba su disparo. Un remate de Óscar fue prácticamente todo el bagaje ofensivo en la primera media hora de los pupilos de Miki Carrillo, que no ha ganado ninguna de las tres veces en que ha regresado al Olímpic tras su marcha.
Poco a poco, los terrassistas fueron madurando el partido. Sin practicar un fútbol vistoso, la sensación de dominio era suya y parecían tener el partido controlado. En el minuto 36, una volea de Velillas se marchó alta. Pero el dominio se fue tornando en autocomplacencia y los cinco últimos minutos del primer tiempo fueron para un Castelldefels que dispuso de tres claras ocasiones para abrir la lata: un centro de Contreras que no halló rematador, un gol anulado por fuera de juego a Ion Vázquez muy protestado por el banquillo visitante y un remate de Adri Alonso que se fue alto en pleno desgobierno defensivo de un Terrassa que necesitaba el entretiempo como pocas veces lo había necesitado.
El Castelldefels despierta
En la segunda mitad, el Castelldefels saltó al campo consciente de que si ponía una marcha más podía llevarse incluso los tres puntos del Olímpic. Viendo que el escenario no era el deseado, Rodríguez movió el banquillo. Situó a Górriz como referencia en ataque y dio entrada a Dani Pujol para ganar profundidad en la derecha del ataque. Del 4-2-3-1 se pasó al 4-4-2, un dibujo que permitió a los locales tener mayor posesión en el centro del campo. Górriz se convirtió en el atacante de referencia, bien secundado por el siempre sacrificado Raíllo. A los diez minutos, una pérdida absurda de Cristian propició una peligrosa contra del Castelldefels que acabó en nada.
En el ecuador del segundo tiempo llegó el único tanto del partido. De un extraordinario control de Raúl Torres, que dio todo un recital de desborde pese a jugar varios minutos mareado por el calor llegó un córner que el propio Raúl Torres lanzó al segundo palo. El meta visitante Manu Martín estaba más pendiente de Górriz que de cualquiera y permitió que el bonaerense Amantini marcara desde el segundo palo en una acción de estrategia un 1-0 que sería ya definitivo.
A falta de un cuarto de hora, Toni Rodríguez hizo otro retoque téctico que fue clave para ganar estabilidad ante las acometidas de un Castelldefels que no tenía ya nada que perder. Sacó a Raíllo del campo y situó a Fran Ochoa en el doble pivote junto a Àlex Fernández, creando un trivote con Cristian liberado por delante. Fue cuando mejor funcionó el engranaje del Terrassa. En el minuto 76, Alberto Górriz cabeceó fuera por poco un centro medido de Raúl Torres desde la izquierda. Y en el penúltimo minuto, Fran Ochoa protagonizó la jugada del partido, quisiendo emular a Pelé y su gol que no fue. Vio al meta adelantado y disparó desde el círculo central, obligando a Martín a lucirse para evitar lo que hubiera sido el gol de la jornada.
TERRASSA FC 1
UE CASTELLDEFELS 0
TERRASSA FC. Ortega, Xapi Arnau, Amantini, Borges, Guti, Cristian, Àlex Fernández, Joan Grasa, Raúl Torres, Velillas y Raíllo. Górriz y Dani Pujol sustituyeron a Joan Grasa y Velillas respectivamente en el minuto 53; y Fran Ochoa a Raíllo en el 74.
UE CASTELLDEFELS. Manu Martín, Marc Martínez, Mario, Juanito, Javi Morales, Ion Vázquez, Isaac Maldonado, Óscar, Adri Alonso, Contreras y Miki Gustà. Toti suplió a Javi Morales en el minuto 18; Patrick a Miki Gustà en el 67; y Cervantes a Ion Vázquez en el 72.
Árbitro. Dirigió el encuentro el colegiado Sergio Guijarro Álvarez, del comité de Tarragona. Mostró tarjetas amarillas a los jugadores locales Álex Fernández, Velillas y Fran Ochoa y a los visitantes Javi Morales, Miki Gustà y Cervantes.
Gol. 1-0, minuto 68, Amantini.
Público. Unos 300 espectadores se dieron cita en el Camp Olímpic.