Tras el verano, Gaspar Company dejará su cargo de secretario técnico del Consell Esportiu del Vallès Occidental Terrassa (CEVOT). Su sustituto será uno de los miembros del equipo, Xavi Dobón. Tras más de 24 años en el Consell, los nueve últimos como secretario general, Company ha decidido abrir una nueva etapa en su trayectoria profesional. No descarta volver a la docencia ni seguir en el Consell Català de l’Esport.
¿Qué motivos le han llevado a dejar el cargo?
El principal es la saturación de los dos trabajos. Soy funcionario de enseñanza desde hace 32 años y en estos momentos estoy en comisión de servicios en el Consell Català de l’Esport. Nunca encontraba el momento de dejar el Consell, que para mí es un complemento. Mi trabajo principal es el otro. Y al final me he decidido. Ha acabado una etapa.
¿Qué hara a partir de ahora?
No lo sé. Mi prioridad es hacer bien el traspaso al nuevo secretario. Después ya decidiré si vuelvo al instituto o me centro en mi trabajo del Consell Català de l’Esport, donde estoy en comisión de servicios.
Hábleme de Xavi Dobón, su sustituto.
Xavi Dobón es una persona con muchas ganas, que llevará esto adelante en las mejores condiciones. Lo bueno que tiene el Consell es que el grupo es muy potente. Como Consell Esportiu singular tenemos mucho apoyo del Ayuntamiento, ya que les organizamos la fase local de Terrassa. Un 50% de nuestro presupuesto es municipal.
Desde sus inicios como secretario técnico han pasado por una época de crisis económica importante y han sabido capearla.
Sí. Los dos primeros años fueron buenos, pero en 2008 fueron cayendo las subvenciones. Incluso me planteé dejarlo, pero no era el momento. Hemos aguantado el golpe, con recortes importantes de sueldo. Salimos a flote. Ahora seguirá el mismo equipo, con otra persona al frente. Cambiamos de organigrama y nos salió bien. No sólo nos mantuvimos sino que crecimos.
¿Qué valoración hace de sus nueve años de secretario técnico?
Hace veinticuatro años, Jordi Martín me propuso emprender esta aventura juntos. En los quince primeros aprendí muchísimo, especialmente de Jordi. Y cuando él se fue, me propuso asumir este reto. Me lancé y he hecho un cambio terrible a nivel profesional. Este cargo te enseña muchísimo. Aprendes y te curtes muchísimo. Aprendes a entender a las personas y eso me ha enriquecido muchísimo, tanto profesional como personalmente.
Aún así decide marcharse.
Sí. Fundamentalmente es un tema mental. Quiero dedicar los pocos años de vida profesional que me quedan a un solo trabajo. Además, los que tenemos el privilegio de poder elegir, debemos dar paso a otros. A veces tengo la sensación de que estoy cerrando puertas. He dado todo lo que he podido al Consell, pero ahora se necesita otro impulso, aires nuevos e ideas nuevas.
¿No le da la sensación que este es un trabajo poco valorado, oscuro?
No se conoce mucho de las escuelas hacia fuera. Pero en cualquier escuela de Terrassa saben quienes somos. Por suerte, todos los profesores de educación física y los coordinadores nos valoran muchísimo. Trabajamos para ellos. Quien sea el responsable marca también su manera de ser. A mí me ha gustado siempre escuchar, preocuparme por las escuelas y sus problemas. Quizás por eso no se nos conozca mucho exteriormente. Se da más importancia al deporte federado, pero nosotros movemos 17.000 participantes.
¿Cómo analiza la tradicional dicotomía entre deporte escolar y deporte federado?
No creo que exista conflicto. Todo el mundo vela por sus intereses. Hay espacio para todos. Sí es cierto que a veces nos falta un poco de coordinación. Es incontrolable. Cualquier familia es libre de hacer lo que crea conveniente. Que un club vaya a buscar niños pequeños es muy loable, pero nosotros trabajamos con un 95% de participantes escolares. Protegemos mucho a las escuelas y por eso a veces parece que vayamos en contra de los clubs. Pero no es verdad.
¿Cuál es la mayor satisfacción que se lleva?
Soy un poco sentimental, pero lo que me llevo es la amistad de las personas, de la cantidad de gente que he llegado a conocer en todos estos años. Nos hemos valorado y enriquecido mutuamente.
¿Ha trabajado con los recursos necesarios de las instituciones?
Sí. Como todos, durante la crisis hemos llorado, pero hemos sido unos privilegiados. Hemos sabido gestionarlo bien y hemos recortado de todos los sitios, manteniento todos los apoyos y las actividades. Y creo que ese fue nuestro acierto. Incluso con menos recursos hemos aumentado el número de actividades.
Lo más visible del Consell son los Jocs Escolars, pero no lo único.
Hacemos muchísimas cosas. Podemos tener unas 60.000 actuaciones al año. Sólo en promoción deportiva estamos en 18.000. Las hacemos bajo demanda para las escuelas. Y tenemos mucha demanda. Y también hacemos ocio, campus, planes de barrio, charlas, jornadas de iniciación, promoción, etcétera. El propio Departament de Ensenyament está estudiando nuestro método. Eso nos ha hecho grandes.
Se dice que el CEVOT es el mejor Consell Esportiu de Catalunya. ¿Está de acuerdo?
Eso se dice. Yo no lo digo. Somos uno de los puntales. Los de Barcelona y el Baix Llobregat son mucho más grandes. Pero sí, cualitativamente somos uno de los mejores.
¿Por qué el fútbol y el básquet son los deportes con más adeptos?
Esa es la perspectiva que se tiene desde fuera. La ventaja es que nosotros podemos tratar a todos los deportes por igual. Y lo hacemos así. Hacemos desde frisbee a deportes individuales. En deportes de equipo tenemos fútbol, básquet, balonmano, voleibol y algo de hockey. Hacemos también rugby, fútbol americano y algunos otros.
Han contribuido a poner en el mapa deportes minoritarios.
Pienso que hemos ayudado muchísimo. Muchos clubs han querido colaborar con nosotros y nos hemos ayudado mutuamente. No todo acaba con el fútbol.
¿Está bien diseñado nuestro deporte escolar para alcanzar la excelencia deportiva?
Vivimos con dos modelos complementarios. El deporte escolar te permite tener una base amplia. Colaborar con los clubs nos llevaría a llegar a la excelencia. Pero si un niño debe llegar arriba llegará igual desde una vía que desde la otra.
¿De quien se acuerda en el momento del adiós?
¡Debería nombrar a tanta gente¡ En primer lugar de Jordi Martín, que en 1992 me propuso iniciar esta aventura. También a gente que me ha ayudado mucho, como Josep Zaguirre, Francesc Rico, Heribert Salvador, Lluís Ros y Jordi Ballestar. También de Carles Sánchez. Y por supuesto, no puedo olvidarme de mi esposa y mis dos hijos.