Gran parte de su carrera deportiva ha sido un cúmulo de éxitos, especialmente a nivel de clubs. Roc Oliva, con apenas 18 años, pudo saborear una medalla de plata, en su primera aparición en unos Juegos Olímpicos, en Pekín 2008. Y con el Atlètic, el club en el que se formó, ha ganado Ligas y Copas del Rey en un ciclo exitoso del equipo.
Ya lleva dos Juegos Olímpicos en su carrera deportiva. Ahora, tocan los terceros.
Estoy muy contento y me considero un afortunado. El otro día lo hablaba con mi familia y con mi novia, que tengo mucha suerte, esa es la verdad.
¿Qué recuerdos le vienen a la memoria de sus dos experiencias anteriores, en Pekín y en Londres?
El recuerdo de uno y otro es muy diferente. Los primeros fueron increíbles por el hecho de conseguir una medalla, pero es cierto que tampoco era muy consciente de lo que me estaba pasando. Llevaba un año y medio en la selección y me seleccionaron para Pekín. Todo fue muy rodado y entré en un momento en que la dinámica era muy positiva y se ganaba mucho. En los segundos, en Londres, era más consciente, tenía un poco más de peso en el equipo y aunque no pudimos clasificarnos para las semifinales como en Pekín, y me pareció poca cosa, ahora, cuando miro hacia atrás, pienso que la verdad es que hicimos un buen papel y que la experiencia volvió a ser increíble.
Y ahora le llega una nueva cita, y una nueva experiencia. ¿La valora igual que las dos anteriores?
Seguramente, en los dos Juegos Olímpicos anteriores no pude darles el valor que tenían y no fue muy inteligente por mi parte, y ahora, por la experiencia que tengo, procuro darle todo su valor en todos los entrenamientos y en todos los partidos que disputamos.
¿Espera mucha expectación, teniendo en cuenta que el hockey en Brasil no es muy seguido?
Estoy un poco a la expectativa. Sé que vendrán familiares de jugadores y en los partidos de los equipos grandes, Holanda, Alemania o Australia, seguro que viajarán sus aficionados. Según mi punto de vista, Brasil es un país atractivo de visitar y, por tanto, espero que se viva un ambiente de hockey muy bueno. Las familias de los jugadores y los aficionados acudirán seguro, ya que es un acontecimiento único.
El cambio de formato en la competición, con la aparición de unos cuartos de final, ¿abre más las posibilidades a todos los equipos o considera que el medallero está acotado a los de siempre?
Creo que abre más las posibilidades. Este sistema nos favorece y el hecho de que se disputen unos cuartos de final, si tienes un resbalón en la fase de grupos, siempre tienes una segunda oportunidad. Después, una vez estás en cuartos, a un partido puede pasar de todo. Posiblemente no se premia la regularidad y juega a favor de los equipos, en apariencia, más débiles o que tal vez no son tan regulares. Pienso que es un sistema que nos favorece pero que también hace más atractiva la competición.
Sin duda, el estatus de España ha cambiado desde que usted ingresó en la selección y ha pasado de ser uno de los favoritos a las medallas a no serlo.
Es un contexto totalmente diferente por una serie de circunstancias. La crisis económica no deja de ser una excusa y hemos de dejar atrás esta mentalidad, porque no es una crítica constructiva y no nos hace ningún bien para seguir mejorando. Será difícil volver a ser lo que fuimos entonces, pero creo que sí podremos conseguir resultados de la forma en que decidamos encarar el futuro.
Una de las quejas en el hockey es que sólo se acuerdan de ustedes cuando se disputan unos Juegos.
Sí, pero es algo con lo que convivimos. Es el momento de cambiar las cosas y no pensar que se acuerdan de nosotros cada cuatro años como si fuera una cosa negativa. Hemos de aprovechar este año y la atención mediática para darnos a conocer y para animar a la gente y que se interesen por este deporte.
¿Qué diferencias existen entre el Roc Oliva que fue a Pekín en 2008 y el que participará ahora en Río?
Completamente diferente, soy otra persona. En aquellos momentos tenía muchas ganas y mucho empuje, producto de mi juventud, y ahora me considero una persona más madura, mucho más tranquila en el campo y con más calma, aunque tengo momentos de pasión en los que me cuesta controlarme a mí mismo. Ahora tengo más calma y confianza, y sé gestionar mejor las emociones durante un torneo.
¿Qué consejos les daría a los más jóvenes que debutan? ¿Qué no se distraigan con aspectos externos?
Sí, al final no deja de ser un torneo de hockey como cualquier otro, con la diferencia que aquí hay miles de distracciones. Se trata de ser lo suficientemente maduro para establecer unas prioridades y lo primero que vamos a hacer allí es jugar a hockey. Si en el aspecto deportivo nos va bien, ya disfrutaremos de las otras cosas.
¿España puede dar la sorpresa?
Creo que vamos en clara línea ascendente. Después de la World League y el Europeo, fue duro porque no jugamos como nos habría gustado, pero hemos ido progresando y hemos obtenido buenos resultados en los partido amistosos contra equipos superiores a nosotros en el ranking, y esto nos dará confianza y seguridad de cara a los Juegos para hacer un buen papel.
¿Cómo ve al grupo de jugadores de la selección?
Somos un buen grupo y hay mucha cohesión. Hay jugadores que llevamos muchos años entrenando juntos y nos conocemos todos, las cosas buenas y las malas, y esto juega a favor nuestro porque en un torneo como este siempre surgen imprevistos y esto, con nuestra experiencia, lo sabes gestionar mejor.