Padres, madres, tutores de juego y entrenadores, son los actores secundarios de una película que este año, ha decidido cambiar de guión para que sus protagonistas principales, los niños, disfruten de aquello que les apasiona, el deporte. Con los valores como principal estandarte, el Consell Esportiu Vallès Occidental Terrassa ha puesto en marcha un proyecto innovador en los Juegos Escolares, a través del que fomenta el juego limpio y la educación, relativizando el valor del resultado deportivo. El proyecto ha sido bautizado como “En volem 5!” y tiene una aplicación sencilla al juego. Durante el transcurso del mismo, se valoran hasta seis aspectos del juego, los cuales son evaluados por el tutor de juego, los dos entrenadores y los dos tutores de grada.
Durante el partido, el tutor o tutora de juego encargado de dirigir el partido (nueva denominación del árbitro), podrá mostrar una tarjeta verde en caso de percibir un comportamiento positivo por parte de cualquiera, ya sean jugadores, entrenadores o afición. Esta medida, suma un punto extra al equipo que la reciba, que se añadirá al resultado final del encuentro.
El sistema de puntuación en un partido contempla tanto el resultado deportivo (tres puntos en caso de victoria, dos por empate y uno por derrota) como la puntuacion en valores, que oscila entre cero y tres puntos en función del número de respuestas positivas obtenidas a las preguntas que deben atender los agentes implicados. Los valores, por tanto, suman a partir de este año no sólo a nivel educativo sino también en la clasificación general deportiva.
El proyecto sigue las directrices del Consell Català de l’Esport de potenciar el fomento de los valores en la práctica deportiva escolar.
Gran aceptación
Pese a ser una medida alternativa, innovadora y quizá un punto arriesgada, ha tenido una gran aceptación por parte de todos los agentes implicados. Anaïs Pajuelo es jugadora de baloncesto del colegio Pere Viver y lleva ya varios años practicando dicho deporte en su escuela. Este es el primero con la aplicación de “En volem 5!”, y explica que juega mucho más tranquila. “Ahora los padres chillan mucho menos, no me pongo nerviosa,” explica. Entre alguna sonrisa, comenta que “a veces me venían ganas de decirle algo a los padres, me ponían de los nervios”. Pese a hacer sexto de Primaria y tener sólo 12 años, Anaïs asegura que tanto ella como todos su compañeros han entendido a la perfección el funcionamiento. “Tenemos que portarnos bien, tener respeto y ayudarnos unos a otros. Ahora, nos ponemos siempre la camiseta por dentro y damos la mano a los árbitros antes de empezar. Además, si algún jugador del otro equipo se hace daño, le preguntamos cómo está y, si hace falte, le ayudamos”.
Su entrenador, Xavi Pérez, lleva más de veinte años en el mundo del baloncesto, y pese a que es un poco reticente en la aplicación de “En volem 5!”, también valora positivamente la tarea que se está realizando desde el Consell para intentar que los niños disfruten más. “Es una buena iniciativa. En general se respira más tranquilidad en los partidos y eso se refleja en los chavales”. Pese a ello, asegura que él no ha cambiado ni un ápice su forma de ser ni de entrenar a los niños. “Pese a ser pequeños, son responsables. Sí que ahora se fijan más en si pueden ayudar a alguien del otro equipo, pero el resto de acciones ya las hacían los años anteriores. Respetar a todo el mundo es básico, compañeros, rivales, aficionados y sobretodo árbitros”.
Otra perspectiva
Referente a eso, los tutores de juego o árbitros, son unos de los principales beneficiados de estas medidas, ya que con la aplicación de las mismas, el nivel de tensión referente a su figura ha descendido con creces. Pese a esto, Andrea Morillo, tutora de juego con dilatada experiencia en el Consell Escolar, asegura que lo más importante son los niños. “Los padres se controlan mucho más, ha habido un cambio”, señala. “Pero aquello realmente importante son los niños, y ahí, también se ha notado. Creo que es una buena iniciativa para que los pequeños disfruten, respeten y aprendan mucho más de lo que lo hacían. Dan importancia a cosas que antes no lo eran y eso, hace concienciar a los padres”.
¿Y en todo eso, que influencia tienen los padres? Esta pregunta, mejor o peor respondida, es una de las más frecuentes en los últimos tiempos. Dejar jugar, tranquilamente, a los niños es la respuesta por parte del Consell. Carlos Vallejo, padre de uno de los jugadores del Pere Viver, lo tiene clarísimo. “Ahora no hay tantos problemas con los padres. Nadie se mete con los jugadores ni protesta al tutor de juego. Hay mucho menos conflicto”. Actuar como padre y no como “hooligan” o razonar y no gritar son comportamientos aparentemente básicos, que en muchos casos, son difíciles de ver y que con la aplicación del “En volem 5!” son mucho más frecuentes. Carlos, apostilla que “los niños imitan lo que hacemos los mayores. Si nosotros animamos, ellos lo ven y lo demás viene todo bordado. Da igual que ganen o pierdan, pero tengo muy claro que no tendría que haber ningún comentario por nuestra parte, para eso ya hay árbitros y entrenadores. Sólo les tenemos que ayudar a crecer”.
Así pues, hemos entrado en una nueva etapa para el deporte escolar. Una etapa donde los protagonistas están dentro de la pista, dónde los padres son cómplices del aprendizaje y donde lo más importante, más allá de ganar, empatar o perder, es aprender, crecer y disfrutar gracias al deporte.
Los evaluadores
Tutores de juego. Califican las actitudes de jugadores, entrenadores y público.
Tutores de grada. Evalúan el comportamiento de sus aficionados.
Entrenadores. Se evaluarán mutuamente entre ellos.
Las preguntas
¿Se ha comportado con educación el entrenador?
¿La grada ha respetado a todos los estamentos?
¿Han llegado los equipos a la hora correcta?
¿Jugadores y público han respetado a los tutores?
¿Ha habido compañerismo por parte de los jugadores?
¿Han jugado todos los jugadores un máximo de tres partes?