La ex jugadora olímpica de hockey Esther Termens (30 años) y su compañero, el también egarense Miki Martín (32) se adjudicaron la victoria en la undécima edición de la Panáfrica 2015, una prueba de seis etapas que se desarrolló por el desierto de Marruecos, siguiendo las trazas del ya desaparecido París – Dakar. Los integrantes del equipo Altremik se alzaron con el triunfo en la categoría track, que es ideal para iniciarse en pruebas de orientación y permite un control y un rescate más rápidos. El piloto y la copiloto terrassenses finalizaron con éxito su primera participación en un raid oficial. Fueron los mejores de los veintidós vehículos participantes en su categoría.
"Nos tomábamos la prueba como unas vacaciones, pero al final ha sido más duro que trabajar. Decíamos que salíamos a ganar, pero no lo teníamos nada claro. La verdad es que arriesgamos mucho, atravesando las dunas por el centro, sin bordearlas, pero al final todo salió a la perfección", explica Termens, que fue olímpica con la selección española de hockey en los Juegos de Atenas 2004 y Pekín 2008. Gracias a su victoria, la organización les ha regalado una inscripción gratuita para una Marathon Challenge. Tienen previsto participar en su segundo rally el próximo mes de mayo, también en Marruecos.
Aventura con mayúsculas
Para Termens y Martín, la participación en este raid africano superó todas las expectativas previas. "Al principio los rivales nos ayudaban y nos trataban con algo de condescendencia, pero al final nos vieron como rivales. Supongo que hemos tenido la suerte de los principiantes, pero estamos muy satisfechos por como se ha desarrollado todo. Hemos podido vivir una aventura increíble. Seguro que no será la última", señala.
La aventura africana de estos dos egarenses apasionados por el mundo del motor comenzó en la ciudad de Almería, donde pasaron sin problemas las verificaciones y se embarcaron el pasado día 10 en ferry hacia la ciudad de Nador, ya en territorio marroquí. "Se respiraba la tensión previa a una competición importante, todo ello mezclado con las ganas de empezar. Viendo al resto de participantes, nos temíamos lo peor. El nivel era realmente muy alto. Los vehículos estaban muy preparados y había pilotos y copilotos muy expertos", explica Termens, cuyo Toyota Land Cruiser KZJ 95 era uno de los dos únicos que no habían participado hasta entonces en ningún rally.
Su estrategia para las seis etapas fue siempre la misma: recortar todo lo que fuera posible. Ello implicaba atravesar dunas y meterse por sitios donde incluso las motos tenían dificultades. Pero su Toyota respondió a la perfección. El lunes día 12 cruzaron la cordillera del Atlas, con un final de etapa en arena, cerca ya de Erfoud. Comenzaron allí a ampliar su ventaja. En la tercera etapa, la del martes 13 entre Erfoud y Zagora, la buena interpretación de la navegación resultó determinante para Martín y Termens, que no sólo hizo de copiloto sino que condujo el vehículo durante algunos tramos. Encontraron aquí sus primeras dificultades. Tuvieron que construir un puente para poder cruzar una acequia y salir de un palmeral. Más adelante encallaron el coche en un río y tardaron más de dos horas en salir. Cedieron varios minutos, pero los recuperaron más tarde.
Amenazas mecánicas
Los problemas mecánicos comenzaron a aparecer en la cuarta etapa. Martín y Termens escucharon un ruido en el tren delantero. "Nos preparamos para lo peor. Una avería en la zona en que estábamos podía significar el final de la carrera, pero se trataba simplemente de una pieza que hubo que recolocar", explica la copiloto terrassense. Después de transitar por pistas rápidas y zonas de dunas, siguieron disfrutando de la conducción por un terreno que conocen perfectamente. Las dos últimas etapas tenían la salida y la llegada en Merzouga. En la última, casi exclusivamente de dunas, se cruzaron con el Rally de Merzouga. Tenían sólo 8 kilómetros de ventaja con respecto a los segundos y necesitaban la máxima cautela. Al final cruzaron los dedos y todo acabó bien. Inmejorable.
"Este rally me ha hecho reencontrar con la competición. Como copiloto estudiaba las rutas y planeaba la estrategia. He vuelto a sentir la importancia de la constancia, el trabajo y el sacrificio", señala.
