¿Influirá su llegada al Ayuntamiento en su futuro profesional como entrenador del primer equipo de waterpolo del CN Terrassa?
Seguro que sí. Es una tarea que exige mucho trabajo y toda la dedicación que aporte no podré dedicarla a la otra responsabilidad.
¿Qué plazos se plantea al respecto?
La idea es ver si lo puedo compaginar. Estoy delegando algunas tareas y en el club hay estructura suficiente para sustituirme si se produce mi salida. Pero si yo entiendo que no estoy haciendo bien la tarea de entrenador, deberé dejarlo.
¿Esta temporada se ve en el banquillo?
De momento sí. La intención es hacer las dos cosas de la mejor forma posible. Este mes es importante para mí y cuando acabe podré responder a la pregunta. Ahora, por ejemplo, jugamos la Supercopa y al primer partido no podré ir porque me coincide con un pleno municipal. He empezado con la voluntad de tener continuidad, pero estoy viendo que probablemente no pueda ser. Mi vínculo con el waterpolo no se va a romper pero es probable que deba dejar la dirección directa del primer equipo.
¿Le incomoda el doble papel de concejal y trabajador del CN Terrassa?
No y no le veo una incompatibilidad. Nadie tampoco me ha sacado ese argumento. Pero entiendo que en algún momento alguien pueda ver condicionantes en determinadas decisiones que se tomen.
