Dani Nart ocupa desde finales de julio la concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Terrassa, en la que ha sucedido a Alfredo Vega. Nart ha accedido a dicha responsabilidad tras el acuerdo de gobierno alcanzado entre el Partit dels Socialistas de Catalunya y Convergència, formación esta última en la que ocupó el número dos de la lista en las últimas elecciones municipales. Entrenador del primer equipo de waterpolo masculino del CN Terrassa, accede al cargo con el propósito de imponer su sello personal en la acción de gobierno. De momento quiere compaginar ambas ocupaciones, aunque no descarta la posibilidad de dejar el cargo como técnico del Natació en un futuro próximo.
¿Cómo está viviendo estas primeras semanas en el cargo?
Lo que estoy haciendo ahora es escuchar a todo el mundo, desde los técnicos del Servei d’Esports hasta cualquier sensibilidad del deporte de la ciudad. Estoy observando que hay un gran interés por hacer cosas y desde el Ayuntamiento lo que debemos intentar es mejorar la gestión de los recursos, que son escasos.
¿Entraba dentro de sus planes ser concejal de Deportes?
La verdad es que no. Cuando empezamos a trabajar con la candidatura de Miquel Samper formamos un equipo realmente fuerte, pero al final nos quedamos muy por debajo de las expectativas en cuanto a los resultados electorales. Posteriormente se produjo la posibilidad de participar en el gobierno municipal y con ello acceder a la concejalía de Deportes. Debo admitir que es algo que me he encontrado pero lo he asumido con una gran ilusión.
¿Es una garantía que el sillón de la concejalía lo ocupe una persona procedente del mundo del deporte?
No lo sé. Lo que le puedo decir es que vengo a aplicar los valores del deporte a la política. No me considero un político y lo que no quiero es politizar el deporte. Es preciso escuchar a la gente del deporte.
¿Qué le llevó a entrar en el mundo de la política?
Todo empezó de la mano de Miquel Samper, una persona que entiendo que tiene una gran capacidad y que es un gran valor de la ciudad. Su entusiasmo me arrastró a mí y cuando me pidió el apoyo le dije que sí y me he involucrado en todo esto.
¿Cómo definiría el deporte terrassense que se ha encontrado?
Me he encontrado que hay muchas ganas de hacer cosas, que existen unos recursos limitados y que la gestión de esos recursos está al límite y que habría que empezar a pensar en ampliar. Durante un período de tiempo se ha producido muy poca inversión por parte de las distintas administraciones con competencias y la ciudad puede encontrarse en la situación de no poder absorber las iniciativas que desde el Ayuntamiento se impulsan en la promoción del deporte debido a esas carencias. Los equipamientos municipales están saturados y eso provoca que algunas iniciativas que proponen las propias entidades no se puedan llevar a cabo.
¿La administración municipal tiene mucho margen de actuación en el ámbito deportivo?
Cuanto te sientas en esta silla te preguntas qué puedes hacer. Desde el Ayuntamiento se hace mucho trabajo a nivel administrativo, de relación con las sociedades y donde más podemos incidir es a la hora de transmitir entusiasmo, siendo un ejemplo de lo que entendemos que debe ser el deporte en la ciudad. En eso podemos hacer un buen servicio. Y también en el mensaje que podamos transmitir, que la gente entienda que la práctica del deporte es beneficiosa en todas las franjas de edades.
¿Cuales serían las líneas fundamentales de su programa de actuación?
Terrassa es un referente a nivel deportivo, pero queremos potenciar más esa característica. Igual no existe esa sensación desde dentro. La ciudad tiene una gran actividad deportiva y hay que visibilizarla. También un deporte inclusivo, dando la posibilidad a que todo el mundo tenga acceso a la práctica deportiva. Y queremos que las entidades se sientan apoyadas por el Ayuntamiento. Una buena política deportiva debe incidir en el consenso y en el diálogo entre todos los agentes. Los deportes pequeños y minoritarios necesitan de la fuerza que da una masa social. Queremos que se unan, que no se disgreguen. Hay deportes pequeños con varias entidades y entendemos que podemos ser más fuertes si todos vamos de la mano. Por otra parte, debemos tener capacidad para transmitir conocimiento. La ciudad ha tenido deportistas muy importantes, que son un modelo, y debemos beneficiarnos de su conocimiento y transmitirlo.
Usted habla de unir esfuerzos entre las entidades. ¿De qué forma se puede conseguir?
Un ejemplo lo tenemos en la Associació de Clubs de Futbol. Se han sentado en una mesa y han regularizado sus relaciones. Eso se puede hacer en otros sectores, por ejemplo en el mundo del ciclismo. Una vez que tengamos consolidado ese escenario por sectores se pueden “cruzar” los intereses de cada uno. Y ver de qué forma se puede beneficiar el balonmano, por ejemplo, de que haya una sección de waterpolo potente. En definitiva, obtener beneficios de ir todos en una dirección. Primero hay que regularizar las distintas modalidades deportivas y después actuar de forma transversal.
En la campaña electoral se habló mucho de potenciar la celebración de competiciones de primer nivel. ¿Eso no choca con el limitado parque deportivo de la ciudad?
Entiendo que una sociedad necesita modelos deportivos, referentes individuales y colectivos. Terrassa debe tener capacidad para acoger acontecimientos deportivos porque eso puede ser un incentivo para la práctica del deporte. Hay que buscar cuales son esas modalidades que podamos acoger. Tenemos, por ejemplo, un estadio olímpico, o entidades que mueven muchas personas como la Mitja Marató. Existe capacidad para organizar acontecimientos importantes y algunos espacios que están preparados para ello. La cuestión es aprovechar ese potencial.
¿Qué parque de instalaciones se encuentra?
Entiendo que no son suficientes. Faltan salas cubiertas donde realizar actividades, algún pabellón más o cubrir la pista de Les Arenes. Pero también es importante vestir lo que tenemos. Necesitamos, por ejemplo, más vestuarios y mejorar los que tenemos. En general, el parque de instalaciones necesita una inversión importante.
¿Y nuevas instalaciones?
En eso hay que ir de la mano del resto de instituciones para encontrar las ayudas que precisaremos. Hay una serie de proyectos que son reivindicaciones históricas. Estaríamos hablando, por ejemplo, del pabellón del instituto Mont Perdut, cuyo modelo de explotación entre el sector educativo y social es idóneo, el campo de fútbol de Les Fonts, donde podría tener cabida la práctica del fútbol americano, o un espacio más adecuado para el rugby.
¿Y alguna actividad deportiva a potenciar?
Queremos que Terrassa se identifique más con la bicicleta, en cualquiera de las modalidades. Tenemos un circuito permanente, una instalación de BMX y un entorno natural idóneo para la práctica de este deporte que nos debe permitir crecer en todos los sentidos. Queremos ir de la mano de la Federació Catalana para fomentar el crecimiento de este deporte, que llega a todo el mundo sea cual sea la edad de sus practicantes.