Lleva la pasión por la montaña en los genes y quiere llegar a lo más alto. Este joven matadeperense presenta una progresión extraordinaria en el campo de las carreras de montaña.
¿Qué valoración hace de una temporada que ha llegado ya a su ecuador?
Estoy muy satisfecho, pese a que los resultados no son los que yo esperaba. Quería estar un poco más en forma, pero estoy disfrutando y eso es lo más importante.
¿Cuáles son sus retos más inminentes?
Queda una segunda parte bastante interesante pensando en el Campeonato del Mundo de 2016. Es un punto de motivación extra para afrontar el resto de la temporada.
¿Qué significa para usted estar patrocinado por Salomon?
Me ha dado la oportunidad de vivir experiencias inolvidables, conocer gente y hacer amigos. Estoy pasando un año de sueño. Nunca había cogido un avión y en los últimos meses he hecho ya cuatro viajes. También destaco la colaboración entre atletas e ingenieros. Trabajamos codo con codo para probar, mejorar y optimizar los productos.
¿En qué consisten los “stage” con la marca?
Me sirven básicamente para entrenar, conocer gente e ir entrando en el mundo de las carreras por montaña, porque ves gente de todo el mundo, con visiones distintas del deporte y también sirven para trabajar en los distintos productos.
¿Con qué momento se queda de lo que lleva de temporada?
Por un lado la victoria en el Montrodon, la carrera de casa. Otro momento sería que tuve la oportunidad de correr la carrera júnior en Zegama, donde pude vivir el ambiente del pueblo, algo muy fuera de lo normal. No creo que lo tenga ninguna otra carrera del mundo. Allí vi realmente el gran espíritu de nuestro deporte y lo bonito que es.
¿Cómo entrena?
Salgo a correr, no salgo a sufrir ni a ir rápido. Salgo simplemente a disfrutar. Normalmente me propongo ir a buscar alguna pared para trepar o algún sitio bonito con alguna vista que no haya visto nunca o algún camino que recuerde de alguna otra ocasión y me apetezca volver a recorrer. Me encanta poner la mano en el suelo: si hay dos caminos, por uno se puede ir corriendo y por el otro se tiene que trepar un poco iré siempre por el que se tiene que trepar. Simplemente porque es donde me lo paso mejor, me exijo más y me hace pensar donde estoy y me obliga a estar concentrado.
¿Tiene previsto dar el salto a la ultradistancia?
A corto plazo no. Quizás más adelante. Creo que es una evolución natural ir sumando experiencia. Pero de momento me gustaría tener controlado el mundo de las “skyraces” y una vez conocido al 100% buscar una fuente de motivación extra. Ahora mismo no me siento atraído por las ultra, pero no tengo ninguna duda de que si algún día siento que es donde debo estar, allí estaré.
¿Cómo gestiona las carreras?
¡Soy bastante despistado! Me centro en las carreras, me gusta que salgan bien pero muchas veces el día antes hago algún disparate corriendo o con la bici porque me cuesta mucho el hecho de tener que descansar para ir a hacer una carrera. Las carreras que suelo hacer son cortitas, entre los 15 y 20 kilómetros, así que normalmente sólo bebo agua si la carrera se alarga. No necesito gran cosa.
No tiene entrenador. Va por libre.
De momento voy totalmente por mi cuenta. Soy joven y lo que quiero es disfrutar y pasarlo bien. El día que vea que no tengo ganas de entrenar, a lo mejor sí que voy a necesitar un entrenador que me motive. Pero de momento tengo muchas ganas de hacer cosas. Estoy todo el día pensando en qué voy a hacer hoy. Me gusta ir cambiando y no tener un entrenamiento pautado enfocado al rendimiento. Y aquí está la clave de mi forma de ser y de ver este deporte.
¿Cuáles son sus referentes?
Tengo muchísimos referentes. Desde pequeño siempre me ha atraído mucho el triatlón y por ejemplo Albert Soley es uno de ellos. En el mundo de la montaña, Kilian Jornet es el corredor por excelencia. Se ha convertido en alguien mágico. O también otros corredores de la talla de Pere Rullán. Me inspiran los corredores de mi pueblo, que siempre me han ayudado. Una parte de ellos se ha quedado conmigo en cuanto a la motivación. Hicieron de un chico al que le gustaba correr un enamorado de la montaña. Todos me han enseñado mucho. Los sigo porque me motivan. Son gente de casa que llega muy lejos. Gente con sueños en quien me fijo.
¿Cuál es su sueño de infancia?
Yo desde pequeño que vivo al lado de la montaña, de los bosques de Can Torras y el Montrodon y no siempre he sido una persona que ha pensado en ir a la montaña para correr y hacerlo rápido, sino que lo que solíamos hacer era salir con los vecinos. Salíamos para vivir alguna aventura juntos. Salíamos a pasarlo bien, disfrutar y con la idea de hacer algo nuevo cada día. La verdad es que esto ha sido una enorme fuente de inspiración para mí. A lo mejor no he tenido un sueño desde pequeño, pero desde pequeño siempre he estado soñando. Lo que yo quiero es subir montañas.
¿Cómo es usted como persona?
Soy indeciso, pero muy vivo y con muchas ganas de hacer cosas todo el día. No sé estar quieto ni perder el tiempo. Me molesta mucho. Me gustan la aventuras y hacer cosas que me aporten un valor añadido. No me gustan las rutinas. Me encanta sorprenderme con la vida y que la vida me sorprenda.
¿ Y como corredor?
Considero que va un poco ligado a la persona, pero como deportista me definiría como que no soy un deportista de diccionario, porque no soy un amante de buscar el alto rendimiento ni de buscar unos resultados excelentes. Voy más tranquilo, a mi rollo. Si sé que tengo una carrera pero me apetece salir, salgo y no pasa nada, porque yo voy a disfrutar. Ya lo he dicho muchas veces.
Que le comparen con los profesionales, ¿le añade presión o le motiva todavía más?
No me añade presión en absoluto. La verdad es que es algo que me motiva y me gusta muchísimo. Considero que es una muy buena señal. Es realmente bonito que la gente venga y te diga “tío, tú llegarás lejos”. Para mí es una señal de que estoy haciendo bien las cosas y de que no me estoy pasando de la raya ni creyéndote nada.