El alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, hacía meses que no participaba en ningún acto relacionado con el Terrassa FC. De hecho, desde la promoción de ascenso de hace dos temporadas no ha acudido al palco del Camp Olímpic. Por ese motivo, su presencia ayer en el estadio junto al nuevo equipo capitaneado por Jordi Cuesta estaba cargada de simbolismo. Ballart había delegado todas las negociaciones de los últimos meses en el concejal de Deportes, Alfredo Vega. Pero ayer fue él quien estuvo en primera línea en el acto simbólico de entrega de las llaves del Camp Olímpic a los nuevos dirigentes. El Ayuntamiento ha firmado una cesión temporal de uso de las instalaciones hasta finales del mes de octubre pero es previsible que antes de esa fecha se rubrique el convenio definitivo, que tendrá una duración de cuatro años.
“Después de una época compleja, el club está en buenas manos”, dijo la primera autoridad municipal en su intervención pública dado que el acto se hizo de cara a los aficionados que estaban en el estadio para presenciar la segunda sesión de entrenamiento de la pretemporada. Ballart estuvo acompañado por el concejal de Deportes, Alfredo Vega. Y por parte del club, el presidente, Jordi Cuesta, contó con el respaldo de sus directivos y del presidente honorífico, Josep Vall. Antes de los parlamentos que realizaron el entrenador, David Pirri, el alcalde y el presidente del Terrassa, se guardó un minuto de silencio en memoria del ex presidente Miquel Caparrós, recientemente fallecido para quien el alcalde tuvo un recuerdo. “Fue un gran presidente. Y el mejor homenaje que se le puede hacer es llevar al Terrassa a las máximas categorías.”
Ballart, que hace unos días recibió al presidente, Jordi Cuesta, tras la compra de la sociedad anónima, habló ayer del nuevo proyecto. Y lo hizo sin complejos. “Hemos vivido una etapa turbulenta. En este nuevo equipo estamos hablando de personas solventes, empresarios reconocidos, que quieren a la ciudad. Y eso es lo que necesitaba este club y no sólo personas que se moviesen por un interés económico.”
A Ballart se le preguntó si a raíz de sus palabras asegurando que ahora el club estaba en buenas manos se podía hacer la interpretación inversa sobre el anterior propietario. “Que se interprete lo que se quiera”, señaló sin ir más allá. “Este equipo directivo tiene futuro, recorrido y podemos llegar a las máximas categorías a nivel estatal.”
Comprometido
Ballart también habló del hecho de no haber acudido al palco del estadio en toda la temporada anterior. “Cuando hay épocas complicadas es difícil asistir, y también ha sido un año complicado a nivel político. Ahora intentaré venir siempre que pueda, como lo he hecho desde que era pequeño.”
Ballart adelantó que el Ayuntamiento invertirá en las próximas semanas en un programa para mejorar las instalaciones del Camp Olímpic a través de un plan de ocupación.