a del sábado fue una jornada donde afloraron sentimientos ambivalentes en el seno de la gran familia del CD Terrassa y especialmente en el primer conjunto femenino de la entidad. Tras confirmarse el ascenso de las chicas de Les Pedritxes a la División de Honor femenina se rindió un sentido homenaje al jefe de equipo del cuadro egarense, Jordi Monroig, padre de la defensa Maria Monroig. Falleció de forma inesperada hace pocos días a los 49 años, víctima de un infarto. Fue precisamente él una de las personas que más cerca estaba del equipo, no sólo como integrante del “staff” técnico encabezado por Ferran Díaz y de la comisión de hockey de la entidad sino como el gran aglutinador de este grupo de chicas. Era el amigo de todos, el que más animaba tanto en los buenos momentos como en los malos.
Precisamente por eso, o especialmente por eso, o justamente por eso, el club rindió el sábado un sencillo pero sentido homenaje a uno de los suyos. Tras el pitido final, jugadoras, familiares, técnicos, directivos, socios y aficionados se reunieron en el terreno de juego para asistir al descubrimiento de un mural con la foto de las campeonas de Liga y una fotografía de Jordi Monroig. Se desataron entonces las emociones. Las breves celebraciones dejaron pronto paso al emocionado recuerdo tanto de Jordi Monroig como de Nani Garrido, hermano de la portera Mariona Garrido, también recientemente fallecido tras una larga enfermedad. Sólo la solidez de los inquebrantables lazos que unen a este grupo de jugadoras ha hecho posible que pudieran superar todas estas adversidades y sacaran fuerzas de flaqueza para acabar no sólo cumpliendo con el objetivo del ascenso sino también ganando la Liga de Primera División femenina.
Sílvia Gabarró, la gran capitana de este CD Terrassa, fue la encargada de entregar un ramo de flores a la esposa de Monroig y también a su hija, la jugadora Maria Monroig, su compañera y amiga. Subieron posteriormente a la tribuna del campo principal de Les Pedritxes el presidente de la entidad, Marià Lara, y las cuatro capitanas: la propia Sílvia Gabarró, Marta Bosque, Marta Folch y Núria Sabatés. “Este es un día muy difícil para todos. Es a la vez muy bonito, pero también muy triste. Hemos subido, pero nos falta Jordi, que era precisamente quien más quería este ascenso”, explicó un emocionado Marià Lara.
El presidente del CD Terrassa leyó ante los socios reunidos sobre el campo una emotiva carta que le hicieron llegar los padres del finado. Expresaba la misiva el más profundo agradecimiento hacia la gran familia del CD Terrassa. “Quizás no éramos conscientes de lo tremendamente querido que era Jordi en su club. Sois el mejor equipo del mundo”, leyó el presidente.
Con la voz entrecortada y las lágrimas imposibles de contener, Gabarró acabó leyendo el texto que leyó también durante el sepelio de Monroig. “En el cielo sólo hay ángeles, pero a partir de ahora habrá también la estrella más brillante. Siempre formarás parte de esta gran familia que es el Terrassa”, dijo, para nombrar después a todas y cada una de las jugadoras y del cuerpo técnico. Y añadió: “Por tí somos y seremos uno. Con amor, tus niñas”.
Este póstumo y bello homenaje se cerró con el lanzamiento al despejado cielo de Les Pedritxes de decenas de globos de color rojo, precedidos por uno más grande, este blanco, que llevaba atados los nombres de todas las jugadoras y el “staff”. Mientras se perdían en la lejanía formando una poderosa imagen poética sonaban las notas de una de las canciones que más conseguían emocionar a Jordi Monroig, la adaptación que hizo Lluís Llach del texto del poeta griego Constantin Kavafis “Viatge a Ítaca”.
Nunca una celebración fue más triste. A este equipo le tocó llorar el día del descenso y le ha tocado volver a llorar cuando ha alcanzado el objetivo del ascenso. Pero las irreparables pérdidas que el grupo ha sufrido lo han hecho más fuerte. Ninguna de estas jóvenes jugadoras olvidará jamás esta temporada. Quedará grabada a fuego para siempre en su memoria como la temporada en que perdieron a dos amigos y en la que continuaron haciéndose grandes. Muy grandes.
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