l CN Terrassa vuelve a vivir una crisis social notable después de que un grupo de socios haya decidido iniciar el proceso para presentar una moción de censura contra el presidente y la junta directiva de la entidad. La medida se aprobó en el transcurso de una multitudinaria reunión celebrada esta semana, promovida por la comisión de seguimiento que socios de la entidad constituyeron hace unos meses al entender que la gestión de la junta directiva no era la adecuada. El proceso preceptivo se iniciará este lunes con la comunicación oficial al club. Para que se pueda solicitar el voto de censura, los promotores de la misma deben aportar un mínimo de 1.500 firmas de socios que avalen su petición. El presidente del CN Terrassa, Jaume Álvarez, no quiso hacer ayer ninguna valoración al respecto.
Este paso reabre la crisis que ya se produjo hace unos meses y que derivó en las dimisiones del entonces presidente, Rafael Clares, y el director general, Joan Celma. La presidencia fue asumida por Jaume Álvarez, que incorporó a la directiva al ex presidente Jesús Cortés en calidad de vicepresidente, y la posterior contratación de Javier Honorato como director general. Todos esos cambios “pacificaron” el entorno de la entidad, pero los desencuentros posteriores y el desacuerdo con algunas de las medidas aprobadas por el equipo de Jaume Álvarez han acentuado las diferencias entre las dos partes.
En el transcurso de la reunión de socios convocada esta semana por la comisión de seguimiento, los responsables de la misma informaron tanto de la falta de sintonía que ha existido con la dirección del club a la hora de establecer canales de información entre las dos partes como de la compleja situación económica de la entidad, que ha comportado la aplicación de algunas medidas laborales, entre ellas algunos despidos. En base al análisis de esa realidad, los socios aprobaron el inicio del proceso para presentar una moción de censura.
Dolors Canet, portavoz de la comisión de seguimiento, ha explicado que la decisión nace de los socios que acudieron a la reunión. “Se ha despedido a gente, no hay dinero y tampoco hay transparencia”, explica al respecto. “Los que han llevado al club a esta situación son los que intentan arreglarlo. Entendemos que si tuviesen dignidad ya habrían presentado la dimisión. Nosotros no estamos en contra de nadie, sólo queremos que el club siga adelante. Y los socios aprobaron iniciar el proceso de este voto de censura.” Canet añade que los máximos dirigentes de la entidad les pidieron no llevar adelante la reunión y añade que se les negó el local social para llevarla a cabo.
Las diferencias de la comisión de seguimiento con la junta directiva de Jaume Álvarez se abrieron poco después de la primera asamblea del nuevo presidente. Según explican sus promotores, previamente a la misma se les pidió que no votasen en contra de los presupuestos que presentaría el equipo directivo. La comisión, por su parte, señala que existía un pacto para ser reconocida oficialmente y establecer una serie de reuniones periódicas entre las dos partes con el fin de dar transparencia a la gestión de la junta directiva, a la vez que existía el compromiso de convocar elecciones a la presidencia en uno o dos años. La comisión ha denunciado que ninguno de esos acuerdos se ha cumplido. “Nos han ninguneado”, señala Dolors Canet al respecto. “No nos reconocen y en una reciente reunión nos adelantaron que la situación económica del club es delicada. Es lo que expusimos a los socios.”
Ese dato contrastaría con la previsión anunciada en la última asamblea, en la que se anunciaron severos recortes a todos los niveles con el propósito de no generar déficit esta temporada.
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