Los dos últimos testimonios vivos de El Mussol, mítico grupo catalán de fotografía que existió entre 1958 y 1964, Josep Maria Albero Botella (Terrassa, 1933) y Antoni Boada i Barbé (Terrassa, 1933), donaron ayer sus fondos al Arxiu Municipal de Terrassa. La colección de Boada está formada por 2.665 negativos (y dieciocho positivos) y la de Albero, por 351 negativos y 1.391 positivos en papel más fotos digitales.
Se trata de una incorporación importantísima al archivo municipal, que preserva la obra de dos de los principales fotógrafos terrassenses del siglo XX (activos especialmente en la década de 1960), de gran valor tanto artístico como documental.
Dos grandes fotógrafos
Albero, cuya obra fue objeto en 2004 de una amplia retrospectiva en el Centre Cultural, ha trabajado especialmente la fotografía no figurativa y de vanguardia. Fue el único fotógrafo no profesional del grupo AFILA.
Muy diferente ha sido la línea de Antonio Boada, dedicado a la fotografía documental, figurativa y de ciudad. Ya a los 18 años Boada se paseaba frecuentemente por Terrassa con una cámara, para captar su realidad cotidiana. Precisamente este año la librería Re-read ha publicado un calendario del 2019 con doce impresionantes fotografías de su autoría, que reflejan la Terrassa de las décadas de 1950 y 1960.