Sentados en el montículo frente al escenario de la carpa del Parc de Vallparadís, en el Torrent de la Font d’en Sagrera, Alba Perarnau, de 14 años, y Jan Ahmad, de 13, no esperaron a la primera “tirada” y minutos después de que, a las diez de la mañana, el festival Holi de Terrassa hubiera dado la bienvenido a sus asistentes, a esa hora aún escasos, ya lucían en abundancia sus colores en el pelo, la ropa y la piel. Alba ya había venido otro año, “y me lo pasé bien”, y para Jan era el primero. Se habían comprado trece bolsas de polvos de colores (a un euro cada una), “para quedarnos a una o dos tiradas. Pensamos que disfrutaremos. Los polvos no dan ninguna molestia. Luego te duchas y se van”. Además del deleite de embadurnarse y lo diferente de esta fiesta, a Alba le gusta venir por “el ambiente de hermandad que hay entre toda la gente”.
Como ellos, un numeroso público disfrutó el domingo de la versión terrassense de esta fiesta hindú de celebración de la primavera, organizada por el grupo de percusión Terrassamba, y que se vio favorecida por un clima totalmente veraniego. Los grupos de púberes y adolescentes, en buena parte exclusivamente femeninos, eran mayoría, pero también familias enteras, con niños incluso de corta edad, acudieron a vivir esta comunión colectiva que se establece tiñéndose con los polvos de colores que, de alguna manera, y según la filosofía del Holi, hacen iguales pero a la vez diversos a todos los participantes.
Laura Martínez y Montse González, dos amigas, de 32 y 47 años, habían acudido para acompañar a sus hijas, de 12 y de 15, y de paso se habían traído a sus hermanos pequeños, de 9 y 5, “y también para pasarlo bien nosotras. Así hacemos un domingo diferente,”, nos dijeron. Era su primer Holi, para el que se habían comprado quince bolsas de polvos, más gafas. “El ambiente nos gusta. La gracia está en pasártelo bien. Estamos ya coloreadas porque las niñas han comenzado muy pronto a tirarnos los polvos.”
Danzas de Bollywood
El Holi también es un pequeño festival de danzas tipo Bollywood, y otras orientales, y en el escenario, tras la presentación, actuó el grupo de Mónica Maat y el cuerpo de danza de la asociación Tarab, cada uno de los cuales realizaría dos bloques de danza. Entre sus actuaciones, el presentador alertó de que, este año, en el césped, se había instalado un puesto “pirata”, completamente ajeno a la organización, y que vendía bolsas de polvos “que no han pasado los certificados del departamento de Sanitat de la Generalitat”, por lo tanto ilegales. “No los compréis porque podríais tener problemas”. El único punto de venta oficial, de bolsas con el permiso sanitario, era el ubicado detrás del escenario.
La cuenta atrás
Veinte minutos antes de la primera tirada, los bailes dieron paso al dj Enox, que fue preparando el ánimo con música ambiente. Cada vez iba llegando más gente y congregándose ante el escenario. “¿Ya tenéis todos los colores preparados?”, preguntó el presentador tres minutos antes de la hora prevista, las 11.30 de la mañana. Cuando faltaban solo segundos, pidió “enseñadme cómo tenéis los colores”, y una multitud levantó las bolsas.
Comenzó la cuesta atrás. “Diez, nueve, ocho… “,y cuando se oyó “cero” fue como si se lanzaran o se destaparan montones de cohetes llenos de polvos de colores. Una gran nube con ellos cubrió a todos los asistentes, que saltaban y bailaban como enloquecidos al ritmo de un techno acelerado. “Así me gusta ver el Parc de Vallparadís, lleno de buena gente, buen ambiente, y buen tiempo. En marcha.” Los asistentes se dispersaron un tanto por el parque, y es también la gracia de este evento, que cada asistente se siente libre para tirarse polvos, o sentarse a ver los teñidos, o los bailes, o relajarse en el ambiente.
Las actuaciones de otros tres grupos de danzas orientales (Vilawood, Denali Bollywood y Yasmina Danza Oriental) precedieron la segunda tirada, realizada a la una de la tarde, y con tanta o más gente y expectación que la primera. Y Som Bollywood bailó antes y después de la tercera, a las 2.30 de la tarde, s.
Maria José Rodríguez, de Terrassamba, aunque aún pendiente del recuento de espectadores y bolsas vendidas, hacía ayer una valoración muy positiva de esta edición. “Todo ha ido muy bien, genial. Todo ha salido según lo previsto y nos lo hemos pasado muy bien. Así que, el año que viene, habrá otro Holi”.