En el año de su sesenta aniversario -el próximo 20 de septiembre-, ha llegado a las librerías "Miquel Pujadó, el bard incombustible", el "primer libro dedicado íntegramente a su trayectoria", afirma su autor, Miquel-Lluís Muntané, reacio a calificarlo de biografía al uso. Muntané es sociólogo -especialista en sociología de la cultura- con cuatro décadas de amistad con el cantante y escritor terrassense, y ha escrito una obra de extensión moderada -120 páginas, ilustradas- que ha querido "que fuera amena, también ágil en el diseño, de lectura fácil, dirigida al público medio que conozca o esté interesado por Pujadó. No es una tesis".
La aproximación a la trayectoria de Pujadó aborda tanto su trabajo artístico pero también su vertiente más personal y sus puntos de vista sobre temas diversos: la cultura,la educación, la política, las relaciones humanas, la lengua, la religión; esto es, "una parte de la esencia creativa de este hombre polivalente y polifacético". Un tejido hilvanado a través de tres hilos distintos: "comentarios y reflexiones del autor, recuerdos e impresiones del protagonista expresados en primera persona -fruto de unas cuantas conversaciones que hemos ido manteniendo con este objetivo- y citas extraídas de canciones suyas".
"La cançó", "El debut discogràfic", "Els músics", "Els poetes", "Creences", "El compromís", "La creació literària", "La cultura francesa", "Els viatges" son títulos de algunos de los capítulos del libro. Es a través de estos temas que Muntané, en buena parte a través de fragmentos de entrevistas, va trazando una panorámica "de uno de los artistas más polifacéticos y singulares de nuestro tiempo".
Los capítulos más cronológicos son los iniciales. El primero se titula "Madrid", porque fue en la calle de San Onofre de la capital española, cerca de la Gran Via, donde nació y vivió sus cinco primeros años Miquel García Pujadó. Hijo de un empleado madrileño de Telefónica y una egarense que había conocido en un período en que, por motivos laborales, residió en Terrassa.
La infancia y la juventud que Pujadó (alumno del colegio Maragall y la Escola Pia) recuerda en estas páginas es una evocación de la Terrassa de las décadas de 1960 y 1970, que traerá recuerdos compartidos con los egarenses de su generación. "Cuando tenía 15 y 16 años hacía media vida en la Plaça Vella -a la que dediqué la canción "A Terrassa hi ha una plaça"-donde nos encontrábamos con los amigos y nos imaginábamos un montón de historias alocadas. Fue en aquel entorno donde conocí a las primeras personas que me comenzaron a formar las ideas políticas, y también el interés por la cançó. También había algunas tiendas para mí míticas, como la librería L’Àmfora, donde podías encontrar todo tipo de revistas, libros y discos en catalán."
En el anfiteatro del Sant Jordi
Rememora asimismo Pujadó la librería Grau, y su paisaje "fantasmagórico" de "montones y más montones de libros", y los primeros conciertos a los que asistió, como uno de Pi de la Serra y Lluís Llach, "en aquella época en que cantaban juntos y se acompañaban mútuamente". En verano, en el anfiteatro del Parc de Sant Jordi, vio a Ramon Muntaner, Joan Isaac, Marina Rosell. "Después ibámos a cenar con los organizadores y así fui tratando personalmente gente como Carles Cano, José Antonio Labordeta, Jaume Sisa, Jorge Cafrune, Gato Pérez… Para mí significó toda una escuela que, además, tenía al alcance de la mano, al lado de casa".
Título: "Miquel Pujadó, el bard incombustible"
Autor: Miquel-Lluís Muntané
Editorial: Llibres del Segle
Precio: 18 euros