Cultura i Espectacles

Antonio Orozco entusiasma en la ciudad de su antigua novia

La primera sorpresa del espectáculo "Único" llegó antes de que comenzara. El miércoles, mientras el público iba entrando, en la pantalla del escenario del Centre Cultural se proyectaba "Plan 9 from outer space" (1959), de Ed Wood, film de ciencia-ficción de culto entre los amantes de la serie z, que algunos críticos consideran una de las peores películas de todos los tiempos, y que cabía imaginar lo más alejada posible, artística y conceptualmente, de Antonio Orozco y su audiencia. Cuando Tor Johnson, Béla Lugosi y Maila Nurmi acabaron sus aventuras con los platillos volantes, y salieron los créditos y el "the end", se proyectó un corto que resumía la trayectoria de Orozco. El escenario iluminó a una chica que recitó un poema que comenzaba "¿Qué es el silencio, entonces?". Cuando los focos volvieron ya estaba ahí Antonio Orozco, interpretando solo con el pianista "Mi héroe". Y ya todo el público entusiasmado, poniéndose de pie, las luces de sala se encienden, Orozco que también se emociona y también aplaude.

Aprecio por Terrassa
Comenzábamos así dos horas y media de inmersión en el "planeta Orozco", a la postre tan singular y fuera de las reglas y chocante para los foráneos como el de Ed Wood. La segunda canción fue "Podría ser", y la acabó cantando a capella, entre reiterados gritos de "¡guapo!".

El artista desapareció y por el acceso del público a la sala entró una pareja (la andaluza Àngela y el catalán Albert) que discutían porque habían quedado para ver a Orozco, y él había llegado tarde. Precedieron "Devuélveme la vida", durante la que Orozco se fue y dejó al público solo cantando un buen rato.

"Bona nit. Buenas noches a todos. Antes de empezar [llevábamos ya media hora de espectáculo] decirles que me llevé una sorpresa cuando se me propuso este teatro, uno de los mejores sitios, por tal como está organizado, como suena y donde está. Es un verdadero honor estar aquí, y espero estar a la altura de lo que ustedes esperan".

Resulta además que, en 2007, cuando hizo la primera temporada de "Único", que solo iba a tener diez funciones (luego superó las seiscientas), "una de las diez fue en este teatro", dijo [aunque creemos que la memoria le falló y actuó en el Centre Cultural, el 27 de octubre de 2007, en la gira de "Cadizfornia"].

Y entonces Orozco tenía una novia de Terrassa, que se llamaba Ana, "de la que me enamoré profundamente", por lo que venía mucho a nuestra ciudad. "El caso es que me dejó, pero canciones muy importantes mías han salido de aquí", y desgranó unos segundos el "Corazón partío" de Alejandro Sanz.

"Espero que no hayan venido a ver un concierto. Esto no es concierto" había dicho antes, alejándose del micro, a viva voz. Y evidentemente no lo fue. En las funciones de "Único. 2ª temporada" (en las que no se permiten fotógrafos de los medios) hay proyecciones, escenas teatrales (Àngela y Albert volvieron y luego un chico "en representación de esa legión de hombres arrastrados por sus mujeres a los conciertos de Antonio Orozco"), Orozco que presenta a Guille Ogayar, un joven cantante de Santa Coloma para que, solo, interprete una canción, y ejerce de monologuista y de humorista y explica su vida y lo que cree de la vida. Y demuestra su absoluta empatía, su dominio de todos los recursos (también pasear entre las gradas, dar manos) para establecer una auténtica comunión con su público Y lo llena todo con un carisma artístico enorme.

Un bis solidario
Tras "El patio", en la pantalla se leyó "capítulo 3. El Club", y unos guitarrazos dieron paso a la vertiente más rockera de Orozco, que puso a toda la sala en pie. A las once " llegó el "the end". El bis fue una invitación a colaborar con el hospital de Sant Joan de Déu enviando un sms y un "Pedacitos de tí" solo con Orozco y la guitarra. Y adiós.

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