El sonido de los "bastons" se enseñoreó del centro de la ciudad el domingo, como cada año por estas fechas el día en que Bastoners de Terrassa celebran su Diada de la Colla. Las formaciones invitadas, en esta 38ª Diada, fueron los Bastoners de l’Antic Poble de Sant Pere de Terrassa (con su grupo de niños y el de adultos), Castellar del Vallès (jóvenes), Esplugues de Llobregat (niños y adultos) y Moià (un solo grupo que mezclaba todas las edades) y, por primera vez, un grupo que no es de "ball de bastons" sino "parlat" pero que también utiliza palos, aunque de más de un metro de largo: el Ball de Pastorets de Terrassa.
Todas ellas salieron, a las 10.30 de la mañana, de la Escola Pia, donde habían compartido un animado desayuno, para comenzar en la calle de la Unió una cercavila (Raval, Gavatxons, plaza de la Torre del Palau, Cremat) que cada vez que se detenía era para que bailaran dos de las colles. En la confluencia de la calle Unió con la plaza de Salvador Espriu, el grupo de Picaswing realizó el baile que simboliza la "lucha" entre los Terrassahoppers (que emplean sticks de hockey a modo de bastons) y los Bastoners de Terrassa.
La cercavila finalizó en la Plaça Vella y, a su llegada, todos los grupos de Bastoners de Terrassa (unos cincuenta miembros) estrenaron el "Ball de la Bandera", que Roger Aulet ha escrito con motivo del centenario del estandarte, que lleva bordada la fecha de 1919. Lo hicieron, excepcionalmente, con la bandera original, que solo utilizan en el Ball de Plaça de Festa Major.
El acto final en la Plaça Vella continuó y este año, por primera vez, con la colaboración del Ball de Serrallonga de Terrassa, que con versos fue presentando a las diversas colles participantes. Cada una de ellas ofreció dos bailes a la ciudad y recibió un obsequio.