La participación de Isabel Pantoja en el concurso de telerrealidad “Supervivientes” es un escalón más en la carrera mediática de una cantante que se convirtió rápidamente en carne de portadas de revistas con su boda con el torero Francisco Rivera ‘Paquirri’.
El cuento de hadas que protagonizaron tras su boda en 1983 hizo de ellos la pareja más conocida de una España que aún buscaba en su tradición el mito del torero y la tonadillera.
Pero la felicidad duró poco y la muerte de Paquirri, a consecuencia de las cornadas que recibió un año y medio después de su boda, la convirtieron en la ‘viuda de España’.
Se retiró junto a su bebé de tan solo siete meses y rodeada en todo momento de una familia que se convirtió en presencia continua en los medios.Y tras poco más de un año, que en aquella época pareció durar eternamente, se preparó para un regreso a lo grande.
Lo hizo con un nuevo disco que le hizo a medida José Luis Perales y dedicado a su marido, “Marinero de luces”, del que se vendieron más de un millón de copias y que se convirtió inmediatamente en el éxito más lacrimógeno del momento.
Pero aún fue más espectacular su reaparición sobre los escenarios. Con un concierto en el Teatro Lope de Vega de Madrid. Era el 4 de diciembre de 1985 y tal era la expectación despertada que hasta la reina Sofía asistió.
Una emocionada y llorosa Pantoja le dedicó una reverencia a la reina y presentó al público a su hijo, Francisco Rivera, al que el público bautizó como “Paquirrín”, apodo que aún hoy le persigue.
Fue la introducción del niño en el mundo de los famosos, una imagen sobre el escenario que hoy se hubiera hecho viral y que convirtió a la madre y al hijo en objetivo de los focos.
Pasaron unos años en los que Pantoja se centró en su carrera y mantuvo una discreta relación con Diego Gómez, hasta que apareció en su vida la locutora Encarna Sánchez, una amistad que sirvió para alimentar todo tipo de rumores.
Luego fue María del Monte; un supuesto romance con José Coronado, con el que protagonizó “Yo soy esa” y la apertura de su restaurante “Cantora” -nombre de la finca en la que vivió desde su matrimonio con Paquirri- y su famoso “pollo a la Pantoja”.
Pero si hubo un momento en el que Isabel Pantoja dejó de ser cantante y se convirtió simplemente en ‘famosa’ fue cuando se hizo pública su relación con el entonces alcalde de Marbella Julián Muñoz.
Paseos de la mano mientras les perseguían los medios -con aquella frase mítica que pronunció entre murmullos: “Dientes, dientes, que es lo que les jode”- hicieron de la pareja protagonistas de todo tipo de historias en los medios.
Hasta que llegó la caída.
Un juicio trasmitido casi en directo acabó con la cantante condenada a dos años de prisión por permitir el blanqueo de los beneficios ilícitos obtenidos por su expareja y exalcalde de Marbella durante su gestión al frente del Ayuntamiento de esa ciudad.
Hubo voces que hablaban de condena ejemplarizante, que Pantoja cumplió en la cárcel de Alcalá de Guadaira (Sevilla) con una multitud de medios esperando a cada una de sus salidas por permiso.
El 2 de marzo de 2016 salió de prisión y parecía que de nuevo iba a protagonizar un gran regreso. Dio su primera entrevista al programa “El hormiguero”, de Pablo Motos, en enero de 2017, y se convirtió en una de las emisiones más vistas del año.
Pero tenía que devolver la multa de 1,1 millones de euros y empezó a gestionar conciertos que se prometían de caché millonarios, aunque se encontró con las restricciones impuestas por la justicia, lo que le impedía viajar a Latinoamérica, el feudo donde esperaba recuperar éxito, dinero y prestigio.
Poco a poco se le fueron solucionando los problemas judiciales y empezó a actuar, pero sus conciertos ni fueron tan numerosos ni logró llenos espectaculares.
En paralelo, sus hijos, ya adultos, empezaron a protagonizar portadas de revistas y enfrentamientos públicos con su madre. Isa Pantoja y Francisco Rivera son dos de los rostros más populares de la televisión y de los programas de telerrealidad.
Los dos participaron en “Supervivientes”, un programa de la cadena española Telecinco, y ahora le llega el turno a su madre. Coincidirá en la isla con uno de los exnovios de su hija. Entre especulaciones sobre el salario que recibirá, ahora la duda está en si aguantará la experiencia, si abandonará como su hijo o si superará la semifinal en la que su hija fue expulsada.