A muchos comercios catalanes, en las décadas de 1920 y 1930, el género les llegaba en un triciclo Patria, construido por la empresa de este nombre (Fábrica Nacional de Motocicletas, Sidecares y Bicicletas Patria) que existía en Badalona. Una de estas motocicletas acaba de ser adquirida y restaurada por el Museu de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya (mNACTEC), y ya puede ser vista en la exposición permanente dedicada al transporte.
El triciclo incorporado al museo es una unidad del modelo denominado Minor, con motor de importación Villiers, monocilíndrico de dos tiempos, y en este caso de 350cc. Su restauración lo ha dejado en estado de perfecto funcionamiento.
El vehículo cuenta además con documentación original que permite trazar su historia, desde que fue producido (posiblemente a principios de la década de 1930, no hay constancia de la fecha exacta) hasta la actualidad. Los cucos anuncios de la época, ilustrados con dibujos de frente y de perfil, anunciaban este triciclo específicamente para uso como “reparto”,y con “facilidades de pago”. En la prensa de la época, Patria insertó publicidad en la que invitaba a llenar el “cupón” y remitirlo a una dirección del “Paseo de la República” de la ciudad de Barcelona o la “Avenida 14 de abril” de Badalona para recibir “propaganda con toda clase de detalles, sin compromiso de su parte”.
Un éxito internacional
El mNACTEC también ha adquirido otra motocicleta mítica de fabricación catalana, la Bultaco Metralla MK2, lanzada en 1966. Fue el modelo de carretera más destacado de Bultaco, con un motor de 250 cc, que le proporcionaba la extraordinaria potencia de 27CV. “Con estas características, la MK2 se puso por delante de su gran rival, la Montesa Impala Sport 250, y se erigió en la motocicleta de serie de 250cc más rápida del mundo”, señala el museo. “El éxito de ventas fue inmediato y la acogida que tuvo por parte de la prensa extranjera, extraordinaria. Con este modelo, Bultaco se posicionó como una de las mejores marcas de motocicletas de la época en el mercado internacional”. El mNACTEC amplia con estas piezas su colección de motocicletas catalanas, que inicia con la primera fabricada en España, por Miquel Villalbí, en 1904.