s quizás la única tradición propia de Terrassa relacionada con Sant Jordi. Cada año, poco antes de la diada, la delegación local de Òmnium Cultural organiza un acto en el que intenta reunir a todos los terrassenses que hayan publicado un libro en catalán desde el Sant Jordi anterior. Ardua tarea, que el jueves, en la Biblioteca Central, recopiló unos cincuenta títulos (expuestos en una mesa y proyectados en la pared), de 42 autores distintos. 23 de ellos se personaron y se sucedieron en el estrado para explicar su obra en intervenciones muy breves, con el presentador del acto, Oriol Carreras, y la directora de la Bct, Maria Gental, disciplinándoles para que no superaran el minutaje previsto -o acabaran ya- y no tuviéramos que hacer noche en la biblioteca, que todos sabemos cómo son los escritores cuando han venido a hablar de su libro (y no recuerdan a Francisco Umbral).
Pero los participantes lograron dominar notablemente su incontinencia verbal y el resultado fueron dos horas amenas, con imágenes y palabras del poeta Joan Brossa entre las intervenciones. También una demostración de que en nuestra ciudad, en catalán, se escribe, se han escrito este año, libros de todos los géneros o casi. Que terrassenses de edades, bagajes y intereses muy distintos han decidido emplear horas y esfuerzo en convertir sea su mundo interior, su imaginación, sus vivencias, su experiencia, sus investigaciones, sus reflexiones, en palabras, en páginas, en libro.
los “descansos” de jaume cabré
Y la escritura no es un arte fácil. “Cuando escribes, todo es incierto, todos son dudas, y haces lo que puedes”, sintetizó -reconoció Jaume Cabré, que ha publicado “Tres assaig”, volumen que recopila sus reflexiones sobre la literatura, la música y el arte. “Tardo mucho años en escribir una novela, y cuando acabo estoy para el arrastre. Necesito alejarme de los personajes y de su mundo, que se convierte en obsesión.” Y para descansar, descubrió que nada mejor que escribir ensayos, el último, “Les incerteses”, “vino a ser un resumen de lo que sientes, cuando escribes”.
Se hacía un tanto extraño ver a un escritor de la magnitud internacional de Cabré, tan traducido y leído en todo el mundo, que en Alemania ha llenado auditorios, y con entrada de pago, participando en este acto con autores en su mayoría estrictamente locales. Joan Pérez Ventayol, a quién le tocó intervenir a continuación, reconoció cierto “vértigo” por ello, antes de explicar su libro “Del filosemitisme a l’antijudaisme (1917-1939)”, un estudio de la relación entre el catalanismo “y todo aquello relacionado con los judíos” en esos años.
El orden de intervenciones fue, este año, alfabético pero por el nombre de pila. De modo que las comenzó Àngel M. Hernández Cardona con “Joan Cadevall. Professor, botànic i geògraf”, su biografía de este gran científico egarense. Siguieron el colectivo “Història del Antic barri de la Escola Industrial” y dos novelas históricas, “Moriscos:la història incòmoda”, de Antoni Carrère, y “Blanc sobre negre”, de Antoni López Massó. Bernat Serrau explicó “85 anys de marxa atlètica”, Carme Casas “La poesia del cuidar”, y Conxa Bayó “El Vapor Ventalló en el context industrial terrassenc”.
El centenario del fallecimiento del gran filólogo de la lengua catalana motivó a David Paloma los libros “Pompeu Fabra, vida i obra en imatges” y “Ruta Pompeu Fabra”. En el “Diccionari poètic per combatre les desigualtats”, Francesc Cónsola ha escogido 35 palabras, y de cada una de ellas ha cambiado su significado para denunciar “el sistema económico triunfante, el capitalismo neoliberal, basado en el miedo y la sumisión”. Con la discusión de una pareja en el Parc de Vallparadís arranca “La foscor del parc”, de Francisco Zaragoza, una novela de intriga, misterio “y ritmo trepidante”, ambientada en nuestra ciudad.
muchas historias de terrassa
En “Viure a redòs”, el arquitecto Jan baca ha escrito sobre situaciones en torno a la arquitectura y el uso del poder, y “la frontera entre el instinto de supervivencia y el ego”. M. Carmen de la Torre, Montserrat Rivero y Pepita Quer han unido recuerdos de tres farmacéuticas jubiladas en “Dones entre dos móns”. Otra jubilada , Ketty Sellarès, que ejerció de comadrona en Terrassa desde 1972, explica los miedos de las mujeres ante la maternidad.
“Una Història de Terrassa” “pone en orden todo lo investigado en los últimos treinta años”, dijo su coordinador, Manuel Márquez, que dedicó su intervención a Josep Rull y Lluís Puig. A los niños, la historia de Terrassa la explica en los cuentos de Pep i Valentina, “para que entiendan la ciudad que pisan cada día”.
Pep Cortès presentó su “Poema per la Jana” y también “Samfaines”, que reúne relatos breves de su autoría, y también de Manolo Belmonte, Jordi F. Fernández y Pep Julià. Salvador Comelles se reveló como el autor más prolífico: en un año: cuatro libros, tres para niños y uno de poesía para adultos, “La paraula en el temps”. De la novela “La pell girada”, Tessa Julià dijo que narra la evocación del pasado de una mujer, que vivió su infancia durrante el franquismo. “Per tu, RioRita, l’extraordinari periple d’una cançó”, de Xavi Muñoz, es también la biografía novelada de un terrrassense que escribió una canción de fama mundial. Todo real, basado en los archivos familiares, “y dedicado a las mujeres de mi casa, gracias a las cuales se han salvado fotografías, postales, documentos”.
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