El delegado del Govern en Madrid y portavoz de la Crida Nacional per la República, Ferran Mascarell, se ha mostrado “predispuesto” a presentarse como alcaldable por Barcelona en las elecciones municipales del año que viene si ve que puede encabezar una candidatura “con una cierta garantía de éxito”.
En declaraciones a Efe, Mascarell ha explicado que “desde hace meses” está trabajando con un grupo de gente para preparar el “proyecto renovador” que a su juicio “la ciudad necesita”.
Mascarell ya ha “hablado” con el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, impulsor de la Crida Nacional per la República, sobre la posibilidad de que sea el propio delegado del Govern en Madrid quien lidere la candidatura por Barcelona en las municipales de 2019, pero ha dejado claro que “la decisión aún está por tomar”.
“Hoy por hoy, lo que hay es mi voluntad de trabajar por un proyecto de ciudad, que pienso que tiene que ser renovador e inteligente, y mi predisposición, si veo que esto lo puedo encabezar con una cierta garantía de éxito, a ponerme al frente y poner toda mi energía y experiencia. La ciudad la conozco bien, el Ayuntamiento también, y por lo tanto creo que podemos hacer un buen papel”, ha destacado.
Mascarell (Sant Just Desvern, Barcelona, 1951) estuvo, desde los años ochenta y hasta 2006, vinculado al Ayuntamiento de Barcelona, del que fue concejal de Cultura y portavoz del gobierno municipal.
“Si veo que tengo alguna oportunidad de ponerme al frente de esto y de mirar de aplicar un gran proyecto renovador para esta ciudad, lo haré”, ha remarcado.
No obstante, ha puntualizado que le interesa más el debate sobre el “proyecto” de ciudad que el de los nombres que deben encabezarlo: “Si veo que hay otra gente que puede sumar más que yo, también ayudaré”, ha garantizado. De hecho, Mascarell ha avalado la fórmula de las primarias soberanistas como “proceso de renovación política” para escoger a candidatos independentistas en las próximas elecciones locales.
“Estas formas de participación nuevas, como pueden ser las primarias, ayudan a la participación de la gente”, ha argumentado Mascarell, si bien ha insistido en que, más allá del mecanismo de elección de los cabezas de cartel, lo más importante es que surjan “buenos proyectos” de ciudad.
Sobre la posibilidad de constituir listas conjuntas del independentismo en los municipios de Cataluña, ha comentado que, “cuanto más se sume, más éxito tendrá este tipo de candidaturas” y ha recalcado: “Sin duda, nos conviene la máxima unidad”.
Para las elecciones en la ciudad de Barcelona, en su opinión, “cuanto más unitaria” sea la candidatura independentista, “mejor”. “Barcelona necesita un gobierno fuerte, y detrás debe haber una candidatura fuerte”, ha alegado Mascarell, uno de los encargados de leer el manifiesto fundacional de la Crida Nacional per la República en el acto de presentación en el Ateneo Barcelonés, el 16 de julio, un movimiento que pretende aglutinar al conjunto del soberanismo.
Mascarell, que fue conseller de Cultura en la etapa de Pasqual Maragall al frente de la Generalitat, antes de distanciarse del PSC e incorporarse al Govern de Artur Mas a partir de 2010, se ha referido también al papel de los socialistas en los últimos meses.
Personalmente le ha “costado mucho entender” el rol jugado por el PSC durante la aplicación del artículo 155 de la Constitución y ante el problema de los “presos y exiliados” independentistas. Ahora, con el Gobierno de Pedro Sánchez, Mascarell cree que el “diálogo” institucional debe mantenerse, pero los socialistas tienen que ir más allá y abrirse a “negociar” una solución política si no quieren quedar “encallados en los mismos tics que el PP”.
“La única manera de resolver el conflicto político catalán es dialogando y negociando cambios en las maneras de interpretar la política española”, ha advertido Mascarell, para quien la solución pasa por articular “mecanismos democráticos que permitan a las personas decidir en función de las propuestas que puedan salir”.
Según Mascarell, un nuevo Estatut ya no puede ser una vía de resolución del conflicto, “es una solución que está fuera del tiempo y de la historia”, porque hoy el catalanismo está “en una pantalla radicalmente diferente”.