Las palabras de Shakespeare, la música de Lluís Llach y el drama de los refugiados se unen en “Maremar”, el musical que Dagoll Dagomm estrenará el próximo 26 de septiembre en el Teatre Poliorama de Barcelona y con el que la famosa compañía catalana vuelve a uno de sus temas predilectos, el mar.
“Maremar” parte de la obra de William Shakespeare “Pericles, el Príncipe de Tiro”, que narra las aventuras de un héroe que se ve obligado a abandonar su tierra natal y recorrer el Mediterráneo con la esperanza de volver algún día a casa.
“Leyendo la obra y mirando los lugares donde pasa la acción era difícil no pensar en los refugiados y en el drama que se vive actualmente en el Mediterráneo”, ha explicado hoy el director de la obra, Joan Lluís Bozzo, que ha adaptado el argumento para conectar pasado y presente.
Otra conexión que ha visto “clarísima” Bozzo desde el primer momento ha sido la de Lluís Llach con el mar, el Mediterráneo y el drama de las personas que se ven obligadas a abandonar su tierra.
Esta conexión le llevó, en los inicios de la génesis del proyecto, a desestimar la idea de “hacer una comedia de aventuras colorista” y decantarse por algo “más sencillo y cercano”, donde la música del cantautor catalán encaja como anillo al dedo.
El resultado de esta doble conexión es un musical “con un registro poético”, que no busca la espectacularidad de otros montajes de Dagoll Dagom y devuelve a la compañía a sus orígenes, porque se ha gestado con la complicidad de muchos creadores, “en un acto de creación colectiva, como los que eran habituales en los años setenta”, según la productora ejecutiva, Anna Rosa Cisquella.
“Maremar” empieza en un campo de refugiados donde hay una niña, interpretada por Elena Tarrats, que ha sido expulsada sobre la playa por el mar y que es incapaz de hacer otra cosa excepto llorar.
En medio de su tristeza, la niña encontrará a un personaje, interpretado por Mercè Martínez, que intentará hacerla volver a la vida a través de la poesía y le contará la historia de Pericles.
La niña se dejará llevar por la fantasía, entrará en el mundo del protagonista de la obra de Shakespeare, interpretado por Roger Casamajor, y vivirá con él las mil aventuras que corre antes de volver a encontrar a su mujer y su hija perdidas y emprender con ellas el camino de vuelta a casa.
Todo ello en un escenografía sencilla, en la que “los naufragios y las huidas se narran con música, palabras, coreografías de baile y proyecciones de vídeo”, según Bozzo.
Partiendo del universo de Lluís Llach, el músico Andreu Gallén ha convertido sus canciones en atmósferas melódicas que acompañan a la historia.
“Hay canciones de Llach que he dejado prácticamente como eran originalmente, como es el caso de ‘Corrandes d’exili’, pero otras son composiciones propias a partir de las canciones de Llach”, ha aclarado Gallén.
Los nueve actores que encarnan a los personajes serán los encargados de interpretar las canciones, en el 80 % de los casos a capela, con el único apoyo de instrumentos de percusión, y en alguna ocasión acompañados por instrumentos que ellos mismos tocan, como el violoncelo o la guitarra.
La bailarina Ariadna Peya será la responsables de las coreografías, que tienen “mucha capacidad dramática” y un papel protagonista en la obra, según Cisquella.
“En este montaje la danza está al mismo nivel que la música y la palabra, algo que normalmente no pasa en el teatro musical y que es un acierto, porque la danza tiene un gran poder de comunicación y va directamente a las emociones”, ha concluido Peya.