El consumo de tabaco en Cataluña cayó a mínimos históricos en 2017, con una prevalencia de fumadores diarios y ocasionales del 24%, aunque aún fuman cerca de 1,5 millones de catalanes, según datos facilitados hoy por el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña.
El secretario de Salud Pública, Joan Guix, y la subdirectora general de Promoción de la Salud, Carmen Cabezas, han dado a conocer estos datos en rueda de prensa, en el marco de la presentación de la Semana Sin Humo, que se celebra desde el viernes pasado hasta el próximo jueves, coincidiendo con el Día Mundial contra el Tabaco.
Las cifras de 2017 son las más bajas desde que se recogen datos, hace más de 25 años, y revelan que el consumo de tabaco cae en Cataluña especialmente entre las mujeres, pasando del 20,6% en 2016 (y tras años estancado entre el 20 y el 21%) al 18,5% de 2017.
En cambio, después de una tendencia progresiva a la baja del consumo de tabaco entre los hombres, del 32,2% en 2013 al 29% de 2016, la cifra alcanzó el 29,7% en 2017.
Aún así, la subdirectora general de Promoción de la Salud ha quitado importancia a este aumento y ha asegurado que “no es significativo, sino muy similar al de otros años”.
A pesar de estos indicadores, el tabaquismo “sigue siendo uno de los principales problemas de salud pública de Cataluña”, ha asegurado Guix, que ha señalado que el consumo de tabaco causa unas “10.000 muertes anuales en Cataluña, que se traduce en más de un muerto cada hora que pasa”.
La campaña de este año está dedicada a las cardiopatías, ya que el tabaco es una de las principales causas de enfermedades cardiovasculares y, de hecho, de las 27 personas que, de media, mueren en Cataluña cada día por tabaquismo, 7 son por culpa de enfermedades cardiovasculares.
Según los datos de 2017, un 21,7% de los fumadores catalanes lo hacen diariamente y un 2,3% de forma ocasional y el consumo es más elevado entre personas de 25 a 34 años y superior en hombres en la mayoría de grupos de edad.
Las cifras también apuntan que el tabaquismo es más elevado en hombres de clase social baja y en personas de nivel de estudios primarios y sin estudios.
Cabezas ha destacado que el consumo diario de tabaco entre los escolares de 14 a 18 años se redujo a la mitad entre 2004 y 2016, pasando de una prevalencia del 20% a una del 9,2%, uno de los valores más bajos registrados.
La reducción del tabaquismo en Cataluña ha transcurrido en paralelo a la disminución de la venta de cigarrillos, de puros y de tabaco de liar, aunque con un aumento de la venta de pipa.
“Pasamos de los 888 millones de paquetes de cigarrillos vendidos en 2005 a los 415 de 2017. Es una reducción muy importante”, ha celebrado la subdirectora
Sin embargo, Cabezas ha mostrado la “preocupación” del Departamento “por el consumo de cigarrillos hechos a mano”, que representa un total de 4,2% (un 5,3% en los hombres y un 2,9% en las mujeres) y ha subrayado que ya se están haciendo actuaciones para paliar este tipo de consumo.
Alrededor de 60.000 catalanes dejan de fumar cada año, lo que representa, según Guix, “una reducción y un esfuerzo muy importante”.
Por su parte, el representante de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFIC), Joan Lozano, ha facilitado datos sobre la encuesta elaborada a 5.000 personas con motivo de la campaña, que revela, entre otros, que el 62% de los fumadores han hecho al menos un intento para dejar de fumar.
Los datos también señalan que el 90% de no fumadores cree que debería prohibirse fumar en vehículos privados y un 66% considera que también los lugares al aire libre deberían entrar en la restricción.
Además, un 62% de los encuestados defienden aumentar hasta los 8 euros el precio del paquete de cigarrillos como medida para reducir el tabaquismo.