Los dos mandos de los Mossos que estuvieron junto a la comitiva judicial de la Guardia Civil frente a la conselleria de Economía el 20 de septiembre han reconocido hoy en el Tribunal Supremo que temieron que hubiera violencia por parte de “la masa” concentrada para poner impedimentos a la citada comisión.
Un sargento y un inspector de la unidad de mediación que estuvieron junto a la Guardia Civil en su registro en la conselleria de Economía, el pasado 20 de septiembre, han declarado hoy como testigos ante el juez del caso abierto por el procés en el Supremo, Pablo Llarena.
Ambos han reconocido la existencia de “riesgo de actos violentos”, “inseguridad” o “preocupación por que la masa pudiera hacerse con las armas” que los agentes de la Guardia Civil en funciones de Policía Judicial habían dejado en sus vehículos, según fuentes presentes en la declaración.
Además de los dos agentes citados ha testificado hoy ante el Supremo el comisario general de información, Manel Castellví, quien ha señalado, como ya han declarado otros mandos de los mossos anteriormente, que advirtió al president, Carles Puigdemont, y al vicepresident, Oriol Junqueras, además de al conseller de Interior, Joaquim Forn, de que podría haber hechos violentos el 1 de octubre.