El expresident de la Generalitat Artur Mas ha declarado hoy en el Supremo que advirtió al expresident Carles Puigdemoont de que no debía dictar la Declaración Unilateral de Independencia (DUI), a la que ha dado un valor meramente simbólico, sino que debía convocar elecciones.
Mas, que ha quedado en libertad sin medidas cautelares tras declarar durante tres horas, ha recordado así mismo en su comparecencia como investigado ante el magistrado Pablo Llarena, que investiga en el Supremo el procés hacia la DUI, que cuando era president intentó una salida pactada para evitar el conflicto con el Estado.
En concreto, y según fuentes presentes en su declaración, Mas ha relatado al juez que cuando gobernaba la Generalitat y antes del 9-N de 2014, creó una comisión de tres personas: un representante suyo; otro designado por Alfredo Pérez Rubalcaba (PSOE) y otro señalado por el presidente Mariano Rajoy para negociar un posible referéndum pactado, desbloquear la situación o resolver el bloqueo político.
Cuando comprobó que no había manera de llegar a un acuerdo con el Gobierno central y vio que se publicaba en prensa la existencia de la negociación asumió que era inútil intentarlo.
Sobre la DUI, ha manifestado al juez que recomendó a Puigdemont que convocara elecciones para mejorar las mayorías y hacer acopio de fuerzas. Y le advirtió de que en el momento en el que declararan la DUI la legalidad les pasaría por encima.
En un sentido parecido, y en relación con el referéndum del 1 de octubre, ha señalado que advirtió de que si no era pactado, el Gobierno tendría capacidad para anularlo, además de que su celebración constituiría un delito de desobediencia.
El juez Llarena ha interrogado hoy a Artur Mas (PDeCAT) y a la expresidenta de la Asociación de Municipios para la Independencia Neus Lloveras, ambos como investigados en razón de que, por sus cargos, presidentes de sus respectivas organizaciones, formaron parte del comité estratégico del procés de acuerdo al documento EnfoCats, clave en esta investigación.
El expresidente de la Generalitat ha respondido a todas las partes en su largo interrogatorio, en el que ha reconocido que participó en “dos o tres reuniones” con otros de los investigados, quienes le pedían “opinión política” sobre los asuntos a tratar.
De esta forma, ha querido dejar claro que esas reuniones eran “políticas” y que no tiene constancia de la existencia de un comité estratégico del proceso soberanista, como señala el citado documento Enfocats.
A juicio de la acusación popular, ejercida por Vox, el expresident ha confirmado la realidad del contenido de la agenda de Josep Maria Jové, mano derecha de Oriol Junqueras. Es decir, ha confirmado fechas, personas y contenidos de uno de los documentos clave en este sumario y que recoge la hoja de ruta del procés.
La acusación popular de VOX ha pedido a Llarena la libertad provisional bajo fianza mínima de 60.000 euros para Mas, comparecencias ante el juzgado cada 15 días y la retirada del pasaporte, una petición a la que se han sumado tanto la Fiscalía del Supremo como la Abogacía del Estado.
De esta manera, se ha celebrado una vistilla en la que el juez ha acordado no imponer ninguna media cautelar, aunque sí ha preguntado al expresidente si estaba dispuesto a comparecer ante el juzgado en caso de ser requerido, a lo que Mas ha respondido afirmativamente.
A su salida del tribunal Mas ha declarado a las decenas de periodistas congregados ante el Supremo que no puede estar contento por su situación, ya que hay otros cuatro implicados que permanecen presos.
También Lloveras ha quedado en libertad, sin que ni la Fiscalía, ni la Abogacía del Estado, ni la acusación popular de VOX solicitaran la adopción de medidas cautelares contra ella.
Según fuentes jurídicas, ha defendido ante el magistrado que el derecho de los ciudadanos de Cataluña a votar está amparado en tratados internacionales que reconocen el derecho a decidir, aunque no ha precisado ninguno de ellos. Y, en ejercicio de ese derecho, ha reconocido haber pedido la participación en el referéndum del 1-O.
Lloveras ha negado haber tenido una conversación con Josep María Jové, segundo del exvicepresidente Oriol Junqueras y clave en la elaboración de Enfocats, poniéndose a su disposición para ejercer presiones sobre ayuntamientos de Cataluña para que cedieran colegios en el referéndum ilegal del 1-O.