El pleno del Congreso ha aprobado hoy la modificación del concierto económico vasco y la nueva metodología de señalamiento del cupo para el quinquenio 2017-2021, de 1.300 millones de euros, en un debate exprés con llamamientos del Gobierno y los grupos a cerrar ya la reforma de la financiación autonómica.
Ciudadanos ha presentado sendas enmiendas a la totalidad, rechazadas por todos los grupos, muy críticos con la actitud del partido de Albert Rivera, al que acusan de promover un enfrentamiento entre españoles por motivos electorales, pensando en los comicios del 21 de diciembre en Cataluña.
Durante el debate, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha defendido el cupo y ha negado que suponga privilegios ni agravios para el Euskadi ni que su aprobación sea fruto de un pacto político con el PNV para sacar adelante los presupuestos generales del Estado.
Además, ha hecho un llamamiento a todos los partidos, en especial al PSOE, para sentarse a negociar ya el nuevo modelo de financiación de las comunidades de régimen común -todas menos el País Vasco y Navarra-, petición en la que han coincidido también los portavoces de la mayor parte de los grupos que han intervenido.
Montoro, que ha dado detalladas explicaciones sobre el concierto y el cupo, ha señalado que ambas leyes representan la pluralidad y la singularidad de España y ha recordado que tienen anclaje constitucional y que son una muestra del “espíritu de la transición” ahora tan “criticado” por algunos.
Tras señalar que su revisión llevaba años estancada debido a la crisis económica, ha asegurado que ahora ha sido posible gracias a la “paulatina recuperación” y porque el Gobierno central y el vasco han trabajado “en el terreno de lo posible”, sabiendo “dónde están los límites”.
Albert Rivera, por su parte, ha opinado que el “cuponazo” no responde “a un cálculo técnico, sino a un amaño político”, una “injusticia” que abunda en la insolidaridad entre territorios y que supone un “fraude” a la Constitución.
“¿Por qué no es urgente pensar en las otras comunidades y sólo es urgente pensar en el acuerdo con el País Vasco?”, se ha preguntado Rivera, que ha afirmado que Euskadi es “receptora neta del resto de comunidades”.
En su réplica, Montoro ha avisado de que “ciertos calificativos sobran, ciertos enfrentamientos entre ciudadanos sobran; sobra el énfasis en agravios comparativos”.
Idoia Sagastizabal, del PNV, ha negado que el cupo suponga sobrefinanciación ni privilegios y ha hecho hincapié en que para que funcione se necesita “una gran capacidad de gestión política e institucional”.
Quienes lo rechazan lo hacen por desconocimiento o por “intereses cortoplacistas” y “populistas”, buscando el voto, ha dicho en alusión a Ciudadanos, a quien ha pedido que deje de “demonizar” el “éxito ajeno”.
Por el PP, Javier Maroto ha lamentado los “bandazos” de Cs y su “oportunismo” y ha recalcado que el concierto vasco es un sistema de financiación diferente “a las duras y a las maduras”, que “funciona cuando las cosas van bien y cuando no van tan bien”.
En este sentido, Maroto ha anotado que el Gobierno activó más de 250.000 millones de fondos extraordinarios para las comunidades durante la crisis, que dieron “oxígeno” a todas las autonomías menos a Euskadi.
“No se puede levantar por las mañanas y decir para los catalanes que hay que aplicar la Constitución en su integridad y por la tarde a los vascos que sólo la parte que usted le gusta”, le ha dicho a Rivera, y también ha tachado de “oportunista” la postura del líder de Podemos, Pablo Iglesias.
Pedro Saura, del PSOE, ha enfatizado que tanto ayuda a la cohesión de España el cupo vasco como la suficiencia financiera del resto de comunidades para criticar a continuación la “desidia” y la “nula voluntad política” del Gobierno para plantear su modelo de financiación autonómica.
En este sentido, Saura ha apuntado que “sí hay una discriminación” con las autonomías de régimen común, algunas de las cuales están “escandalosamente infrafinanciadas”.
Por Unidos Podemos, Nagua Alba, ha anunciado su apoyo pese a considerar “lesiva” para la legitimidad política y social del concierto que el PNV negocie este asunto a cambio de su apoyo a los PGE.
Un argumento en el que ha coincidido la diputada de EH Bildu Marian Beitialarrangoitia, para quien el PNV, “confundiendo sus intereses partidistas” con los de los ciudadanos, utiliza el cupo “como moneda de cambio”.