El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, tenía que comparecer este mediodía en el Palau del Generalitat para anunciar elecciones anticipadas en Cataluña, según fuentes del Govern, después de haberse reunido esta mañana con sus consellers y con los diputados de Junts pel Sí (JxSí) en el Parlament. Inicialmente, la comparecencia estaba anunciada para las 13.30. Más tarde, se ha pospuesto hasta las 14.30 pero hace pocos minutos se ha anunciado el traslado de esta comparecencia al Parlament de Catalunya.
La decisión de convocar elecciones representaría un giro de 180 grados con respecto a la apuesta que el grupo parlamentario de JxSí trasladó anoche al Govern para que el pleno del Parlament aprobase esta semana la declaración de independencia de Cataluña, sin contemplar otros escenarios que no fuesen este.
Este vuelco de la situación se habría gestado en las últimas 24 horas, sobre todo en la maratoniana cumbre de ayer en el Palau de la Generalitat entre las siete de la tarde y las dos de la madrugada, en la que, además de Puigdemont, Oriol Junqueras y demás miembros del Govern, participaron dirigentes del PDeCAT como Artur Mas, Marta Pascal o Lluís Corominas, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, el vicepresidente de la ANC, Agustí Alcoberro, o el presidente de la Asociación Catalana de Municipios, Miquel Buch.
Esta mañana, Puigdemont ha vuelto a reunir a sus consellers en un encuentro al que se han ido sumando los 61 diputados de JxSí, a quienes habría comunicado que está dispuesto a convocar elecciones al Parlament si el Gobierno de Mariano Rajoy renuncia a aplicar el artículo 155 de la Constitución, lo que implica renunciar a la declaración de independencia esta semana en el Parlament.
Al término de la reunión, el PDeCAT, ERC y Demòcrates (formaciones integradas en la coalición de JxSí) han anunciado reuniones de sus direcciones.
El enojo con la decisión de convocar elecciones era visible en las caras de muchos diputados de ERC, como Marta Rovira, que ha abandonado el Palau llorando, mientras el portavoz adjunto de los republicanos en el Congreso, Gabriel Rufián, lanzaba desde Twitter un severo reproche a Puigdemont, insinuando que había ‘vendido’ la declaración de independencia por “155 monedas de plata”.
