Las parejas españolas que se separan conviven una media de entre 16 y 20 años antes de romper y, cuando lo hacen, la edad media de ellas es de 44 años y la de ellos de 47.
El tiempo que una pareja decide estar junta es diferente en función del tipo de unión. Así, la duración media de los matrimonios disueltos por divorcio es de 16,1 años y la de los matrimonios separados llega a los 21,6 años.
Según refleja la Estadística de Nulidades, Separaciones y Divorcios correspondiente a 2016 y difundida hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2016 un total de 101.294 parejas decidieron interrumpir su convivencia, una cifra similar a la del año anterior con un descenso de sólo el 0,1 % y una tasa de 2,2 rupturas por cada mil habitantes.
El 31,6 % de los divorcios se produjo tras 20 años de matrimonio o más, y el 22,2 % tras convivir entre 5 y 9 años.
En el caso de las separaciones, el 49,2 % de los matrimonios tuvo una duración de 20 o más años, y el 14,8 % entre 15 y 19 años.
Del total de rupturas, 96.824 fueron divorcios (0,3 % más y el 95,6 % del total); 4.353 separaciones (6,4 % menos y el 4,3 % del total) y 117 nulidades matrimoniales, con una caída del 18,8 % y el 0,1 % de todos los procesos de ruptura.
La custodia compartida de los hijos fue otorgada en el 28,3 % de los casos de divorcio y separación, frente al 24,7 % del año anterior.
El mayor número de divorcios y separaciones en 2016 entre cónyuges de diferente sexo tuvo lugar en la franja de edad entre 40 y 49 años, tanto en hombres como en mujeres.
Y la edad varía en función del proceso.
Así, aunque la media de ellas es de 44,4 años, ésta oscila entre los 40,9 años en las nulidades, 44,2 años en los divorcios y 48,6 en las separaciones.
En el caso de ellos, la edad media es de 46,8 años y varía entre los 42 en las nulidades, 46,7 en los divorcios y 51,2 en las separaciones.
En la mayoría de los divorcios (84,2 %) los cónyuges eran españoles y solo en el 10 % uno era extranjero y en el 5,8 % los dos lo eran.
Antes de contraer matrimonio la mayoría de las personas eran solteras, un 7 % eran divorciados (tanto ellas como ellos) y un 0,5 % viudos o viudas.
El 43 % de los matrimonios separados o divorciados no tenía hijos, el 47,2 % tenía niños menores de edad, el 4,6 % mayores de edad dependientes económicamente, y el 5,2 % hijos menores de edad y mayores dependientes.
El porcentaje de parejas separadas o divorciadas con un solo hijo ya es del 26,3 %.
En el 57,6 % de los casos, con cónyuges de diferente sexo, se asignó una pensión alimenticia y, en el 72,7 % de los casos, el pago correspondió al padre, en el 4,8 % a la madre y en el 22,5 % a ambos (frente al 19,6 % de 2015).
La custodia de los hijos menores fue otorgada a la madre en el 66,2 % de los casos, cifra inferior a la de 2015 (69,9 %).
Sólo en le 5 % de los casos la custodia la obtuvo el padre y, la custodia compartida aumentó hasta el 28,3 %.
Por tipo de resolución, del total de separaciones 67.944 casos se resolvieron por sentencia, 26.998 por decreto y 6.352 por escritura pública.
De los divorcios, el 76,6 % fue de mutuo acuerdo y el 23,4 % contencioso, mientras que, de las separaciones, el 85,1 % lo fueron por acuerdo y el 14,9 % contenciosas.
El 75,1 % de los divorcios se resolvió en menos de seis meses y solo en el 8,1 % de los casos duró un año o más.
El 83,5 % de las separaciones se resolvieron en menos de seis meses, mientras que el 4,8 % tardó un año o más.
Y el tiempo medio transcurrido entre el matrimonio y la declaración de nulidad es de 7,7 años.
La duración media de los procedimientos fue de 4,7 meses en 2016.
En este sentido, Estadística explica que la duración media de los de mutuo acuerdo fue de 3,1 meses frente a los 9,9 meses de los contenciosos.