El acto en plaza Catalunya con el que ha concluido la masiva manifestación en Barcelona ha advertido hoy a los terroristas de que la ciudadanía “no tiene miedo”, clamor repetido varias veces en un manifiesto que ha recordado a las víctimas y ha loado la labor de cuerpos de seguridad, servicios de emergencias y colectivos ciudadanos tras el atentado yihadista.
Al llegar la cabecera de la concentración al escenario situado en plaza Catalunya, ha arrancado el acto final de la marcha, que ha durado cerca de diez minutos y en el que se ha escuchado música de Pau Casals y leído textos de Federico García Lorca y Josep Maria de Sagarra, y que ha concluido con cánticos de “No tinc por” (No tengo miedo) por parte de los manifestantes.
El acto ha sido conducido por la actriz Rosa Maria Sardà -quien protagonizó “La Rambla de las floristas”, de Sagarra- y Míriam Hatibi, portavoz de la fundación Ibn Battuta, que han leído un manifiesto que ha reiterado el grito “No tenemos miedo”.
“Los que hoy estamos aquí hemos venido para gritar bien fuerte y con una sola voz: ¡No tengo miedo!”, ha arrancado el manifiesto leído en catalán y castellano en diferentes partes.
Así, el manifiesto ha dejado claro que Barcelona “no tiene medio de expresar nuestro dolor por las víctimas, nuestro pésame y solidaridad con las familias, los amigos y todas las personas afectadas por este acto tan cobarde”.
“No tenemos miedo -prosigue- de condenar estos crímenes que solo persiguen provocar el terror a través de la muerte y la devastación para intentar romper nuestro modelo de convivencia”.
“No tenemos miedo porque nos sentimos protegidos por nuestros cuerpos y fuerzas de seguridad y confortados y también orgullosos de la rápida respuesta de los equipos de emergencia, bomberos, personal médico y hospitalario, servicios sociales, trabajadores públicos”, una referencia a esos colectivos que ha recibido un largo aplauso.
También se reafirma que “no tenemos miedo porque una vez más el comportamiento de nuestros conciudadanos, los taxistas, los comerciantes que dieron refugio a quienes huían o todos aquellos que llenaron los hospitales para donar sangre, han demostrado que somos una sociedad solidaria y con determinación de vivir en paz y comunidad”.
“Y no consentiremos que nos humille ni venza el terrorismo”, agrega el manifiesto. “Porque cuando ellos golpean, en lugar de dividirnos nos encuentran más unidos que nunca en la defensa insobornable de la libertad y la democracia desde nuestra diversidad de culturas y creencias”.
La lectura resalta que “no conseguirán dividirnos porque no estamos solos. Somos muchos millones de personas las que rechazamos la violencia y defendemos la convivencia en Manchester y en Nairobi, en París o Bagdad, en Bruselas y Nueva York, en Berlín y Kabul”.
Porque “el amor acabará triunfando sobre el odio”, agrega, “ni la islamofobia ni el antisemitismo, ni ninguna expresión de racismo ni xenofobia tienen cabida en nuestra sociedad”. “Si su ideología es la muerte, la nuestra es una apuesta decidida por la vida”, concluye.
El acto, diseñado con la colaboración de Lluís Pasqual, director del Teatre Lliure, ha proseguido después con los violonchelistas Peter Thiemman y Guillem Gràcia, que han interpretado ‘El Cant dels Ocells” de Pau Casals, mientras se proyectaban imágenes de cómo la ciudadanía ha vivido los días posteriores al ataque.
El escenario ha estado decorado con flores del Gremio de Floristas de Cataluña, que han acompañado un fondo con el dibujo Barcelona”, con la letra “L” convertida en un gran crespón negro, que realizó el artista Frederic Amat, acompañado del lema de la manifestación “No tinc por” (No tengo miedo), en diferentes idiomas.
Precisamente las flores, uno de los símbolos históricos de La Rambla, han sido unas de las protagonistas del acto, pues decenas de voluntarios han repartido entre los asistentes a la concentración miles de flores rojas, amarillas y blancas, representación de los colores de la ciudad de Barcelona.