El Ministerio de Fomento ha propuesto al presidente del Consejo Económico y Social (CES), Marcos Peña, como árbitro en el procedimiento de laudo obligatorio entre los trabajadores de los controles de seguridad de pasajeros del Aeropuerto de Barcelona-El Prat y la empresa Eulen. Las partes tienen un plazo de 24 horas para realizar las alegaciones que estimen oportunas a la propuesta del ministerio en relación con la imparcialidad del árbitro.
El presidente del CES actuó en primavera como mediador en el conflicto de la estiba y el acuerdo de mediación propuesto por él fue recogido en el desarrollo reglamentario del real decreto ley de reforma del sector aprobado por el Congreso de los Diputados el pasado 18 de mayo.
La puesta en marcha del arbitraje obligatorio como solución a la convocatoria de huelga de 24 horas indefinida de los trabajadores de Eulen Seguridad de El Prat fue acordado por el Consejo de Ministros el pasado miércoles 16 de agosto en una reunión extraordinaria.
El Gobierno recurrió a esta medida, tras el fracaso de las negociaciones entre la empresa y los trabajadores y de la mediación de la Generalitat, ha explicado hoy el Ministerio de Fomento en un comunicado.
Transcurridas 24 horas desde la notificación del acuerdo -que tuvo lugar el jueves a lasonce de la mañana- sin que las partes hubieran consensuado la designación de un árbitro, le correspondía al Gobierno la propuesta de nombramiento.
audiencia
El árbitro, que finalmente sea elegido, dictará su decisión, que habrá de resolver en equidad cuantas cuestiones se hayan suscitado en el planteamiento y desarrollo de la huelga, previa audiencia de las partes, en diez días a contar desde la fecha de su designación.
Los representantes de los trabajadores decidieron no proponer ningún nombre porque no veían “sentido” a participar en este proceso cuando creen que el laudo es “ilegal” y lo van a denunciar “ante los tribunales”, según explicó ayer el asesor del comité de huelga, Juan Carlos Giménez.
Tampoco la dirección de Eulen lo hizo ante la negativa del comité a negociar su elección, pese a barajar varias candidaturas “que reunían las condiciones requeridas para realizar la función de árbitro”.
Poco después del anuncio de la falta de acuerdo entre las partes sobre la designación de un árbitro, se conoció el atentado perpetrado en La Rambla de Barcelona y los trabajadores suspendieron temporalmente la huelga indefinida.