Una niña de ocho años, Naiara Valentina Abigail Brione, falleció el pasado viernes en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza como consecuencia de la brutal paliza recibida el jueves en su domicilio de la localidad oscense de Sabiñánigo. Ha sido detenido Iván P. P., de unos 30 años y tío de la menor, como presunto autor de la agresión.
El Juzgado de Instrucción número 1 de Jaca, encargado de la investigación, ha decretado el secreto de las actuaciones.
El ahora detenido llamó a emergencias la tarde del pasado jueves diciendo que su sobrina estaba muy grave. Los médicos del centro de Salud de Sabiñánigo que acudieron al domicilio vieron que la niña presentaba numerosas magulladuras y traumatismos por todo el cuerpo. Especialmente grave era el golpe localizado en la cabeza.
A preguntas de los facultativos, el hombre les dijo que la niña se había caído por las escaleras. Sin embargo, dada la entidad de las lesiones, la explicación no convenció a los sanitarios, que activaron el protocolo por posibles malos tratos.
El grave estado de la menor obligó a los médicos de Sabiñánigo a solicitar su traslado urgente al Hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde llegó en situación crítica.
Nada más verla, los especialistas fueron conscientes de que las gravísimas lesiones que tenía en la cabeza podían provocar un fatal desenlace en cualquier momento.
Pese a que hicieron todo lo posible por mantenerla con vida, sobre las 20.45 del viernes los médicos certificaron su fallecimiento.
Los facultativos del hospital dieron aviso a las autoridades judiciales de la capital aragonesa. La autopsia, practicada en el Instituto de Medicina Legal de Aragón, determinará si efectivamente se trata de una muerte de origen violento.
Presunto agressor
La Guardia Civil permaneció la noche del jueves al viernes a la espera de noticias del hospital. En cuanto la posibilidad de que se tratase de malos tratos cobró fuerza, los agentes procedieron a la detención de Iván P. P. como presunto agresor.
Los forenses habrían observado que el cuerpo de la víctima no sólo presentaba lesiones recientes, sino también antiguas. Esto significaría que la niña podría haber estado sufriendo malos tratos continuados.
El sospechoso lleva muchos años viviendo en Sabiñánigo, aunque sus orígenes son gallegos. Nació en Lugo, su padre era guardia civil y al ser destinado al cuartel de Sabiñánigo arrastró a toda su familia con él. El hombre trabaja como vigilante de seguridad y es el hermano del padrastro de la niña, que vivía con su madre, su padrastro y un hermano, aunque, en el momento del suceso, se encontraba en casa de su tío y de su abuela.
Al parecer, Iván P. P. , según publica Heraldo de Aragón, es bastante conocido por los cuerpos de seguridad de Sabiñánigo, ya que durante su juventud fue investigado por diferentes delitos contra la propiedad. En cualquier caso, no tiene antecedentes por hechos violentos y lleva por lo menos siete años trabajando en el campo de la seguridad privada.
La noticia ha causado gran consternación en la localidad oscense, cuyo Ayuntamiento ha convocado este sábado una reunión urgente de los grupos municipales para condenar lo ocurrido.
Concentración de repulsa
Unas 600 personas se han concentrado este sábado en la plaza de España de Sabiñánigo para condenar el fallecimiento de la niña.
El Ayuntamiento de la localidad oscense ha decretado dos días de luto y suspensión de las fiestas del barrio de Santiago. Durante la concentración se ha leído un manifiesto de condena y solidaridad con la familia de la víctima.
Este día "somos una ciudad profundamente dolorida. Y queremos expresar con rabia pero con serenidad nuestra más enérgica condena ante este acto violento", ha señalado el comunicado, que ha resaltado también que la infancia no es sólo es el futuro "sino que debería ser también el lugar feliz donde crecer y hacer posible nuestros sueños. Nada, y menos la violencia, debería impedir que nuestras niñas y niños crecieran felices y libres".
"Debemos estar juntos y trabajar solidariamente para que hechos como éste no se produzcan nunca más", se ha pedido a los asistentes.
A la espera de concluir la autopsia, la familia se encuentra en Zaragoza y la madre, sumida en la desesperación " no entiende lo que había sucedido con su hija", tal como ha indicado el alcalde, Jesús Lasierra.
Naiara vivía con su madre, su padrastro y un hermano en la calle Instituto Laboral de Sabiñánigo y acudía al colegio de Monte Corona, cuya comunidad educativa ha mostrado su dolor.
La localidad se encuentra sumida en shock y sin comprender la muerte de la niña, como ha reconocido el alcalde, que invitaba a los vecinos a la concentración. El Ayuntamiento y los Servicios Sociales de la Comarca acompañan y ayudan a la familia.
Según el alcalde, la familia se había puesto en contacto hace tres meses con los servicios sociales "solo por problemas económicos, siendo tutelados y ayudados".
En la concentración vecinal de repulsa y solidaridad se encontraba el obispo de la Diócesis de Jaca, la presidenta de la Comarca del Alto Gállego, concejales y representantes de asociaciones y colectivos.