Más de un millar de personas han gritado hoy que “Barcelona no está en venta” en una manifestación que ha recorrido el centro de la capital catalana en contra de la especulación con la vivienda y los alquileres insostenibles.
La marcha está convocada por la plataforma BCNnoestàenvenda, de la que forman parte colectivos, entidades y sindicatos que denuncian que la situación de emergencia habitacional que vive la ciudad está generando una espiral de especulación con la vivienda que se ve amparada por la Ley de Alquileres Urbanos (LAU) y el interés de los fondos de inversión.
La manifestación ha partido poco antes de las 18.30 horas de la plaza Universidad, donde han acudido ‘columnas’ de vecinos desde distintos barrios de la ciudad, como Sant Antoni, Sants, Clot, La Salut, Gràcia, Vallcarca, Poble Sec o Raval, con pancartas en las que se podía leer lemas como “Barcelona no está en venta”, que encabeza la marcha, y otras que rezaban “La vivienda no es delito”, “Defendamos nuestros barrios” y “Alquiler asequible”.
Con esta movilización, la plataforma ha querido denunciar la falta de protección de la vivienda frente a la especulación y reclamar medidas en este sentido, entre ellas limitar los precios del alquiler y alargar a cinco años la duración de los contratos.
Según datos que maneja la plataforma, en los próximos tres años unas 150.000 familias barcelonesas verán cómo finalizan sus contratos de alquiler y, en el supuesto de que se les ofrezca renovarlos, se encontrarán con incrementos medios de hasta 300 euros mensuales en sus recibos.
Los manifestantes han criticado que el incremento del precio de la vivienda está expulsando de la ciudad a los vecinos y está contribuyendo al empobrecimiento de los ciudadanos, al tiempo que han denunciado que fondos de inversión están comprando edificios enteros para vaciarlos y destinarlos a viviendas de lujo con alquileres “impagables”.
Unos setenta vecinos afectados por estas actuaciones de fondos de inversión han denunciado su caso ante la plataforma, que ha criticado asimismo que algunos de estos fondos reciben subvenciones públicas.
La manifestación, en la que ha podido verse un gran buitre de cartón, en alusión a la especulación, y un grupo de ‘cabezudos’ vestidos de amarillo que portaban sobre sus hombros casas de cartón, ha contado con el apoyo de militantes de la CUP de Barcelona.