Luis Bárcenas y no Mariano Rajoy será el primero en comparecer ante la comisión de investigación sobre la presunta financiación ilegal del PP que comenzará a funcionar de inmediato, pese a los intentos de los “populares” por paralizar sus trabajos y amagar incluso con llevarla a los tribunales.
A falta de que la comisión apruebe mañana formalmente el plan de trabajo de la comisión, PSOE, Podemos y CS han acordado hoy que los primeros en acudir al Congreso sean los tesoreros del partido, comparecencias que podrían comenzar en la última semana de junio o primera de julio.
Lo previsible es que la comparecencia de Mariano Rajoy sea ya después de su paso por la Audiencia Nacional como testigo en el juicio por el caso Gürtel prevista para finales de julio, lo que podría retrasarla ya al mes de septiembre.
Los tres partidos, que cuentan con amplia mayoría en la comisión, también han desestimado la solicitud del PP para que el Congreso elabore un informe jurídico que delimite el alcance temporal y territorial de la investigación.
Para el PP, la comisión no puede investigar legislaturas pasadas, ya que los posibles responsables políticos ya no están en el ejercicio de sus cargos, ni tampoco irregularidades en comunidades autónomas o ayuntamientos, porque supone una invasión de competencias.
Ante esta negativa de la mayoría, el PP comenzará mañana a tomar medidas, incluida la posibilidad de acudir al Tribunal Constitucional para que declare nula la comisión por entender que no se puede hacer una investigación como una “causa general” contra su partido.
Por contra, el PSOE ha garantizado que no va a permitir que el PP intente obstaculizar los trabajos de la comisión en un ejercicio de “mala fe”.
La diputada socialista Soraya Rodríguez ha recordado que el PP votó a favor de la creación de esta comisión de investigación, aunque ahora pretenda impugnarla, acudiendo primero a la Mesa del Congreso y después a los tribunales.
También el portavoz de Ciudadanos en la comisión, Toni Cantó, ha arremetido contra el PP por intentar “embarrar” el campo de juego y dificultar los trabajos de la comisión, aunque “afortunadamente” ya no tiene mayoría absoluta para poder ejercer el bloqueo.
Cantó se ha mostrado satisfecho de haber podido convencer al PSOE de que Rajoy comparezca el último y no el primero, como querían, ya que es “más útil y sensato” que lo haga al final, algo que, no obstante, aún no está decidido.
Desde ERC, Joan Tardà también ha subrayado que intentará que el PP no tenga capacidad para “limitar y obstruir” que la comisión llegue hasta el fondo.
Del otro lado, el PP ha lamentado el acuerdo previo con el que socialistas, Podemos y Ciudadanos han acudido esta tarde a la reunión de la Mesa y portavoces de este órgano, paso previo para la reunión de mañana.
Para Fernando Martínez-Maíllo, los tres partidos han demostrado que no tienen “ninguna intención” de conocer la verdad sino que buscan “por todos los medios” hacer “daño” al PP y sacar provecho electoral.
Además, les ha acusado de tener ya las conclusiones de la comisión “redactadas” y les ha reprochado que vayan a aprobar todas las comparecencias que piden todos los partidos, así como toda la documentación requerida por unos y otros, lo que “ralentizará” los trabajos de esta comisión.
Entretanto, en el Senado, la “contracomisión” impulsada por el PP para investigar la financiación de todos los partidos ha arrancado de forma accidentada por la falta de acuerdo sobre la composición de la Mesa, pese a que había un pacto inicial del PP y PSOE, del que los socialistas se han desvinculado sobre la marcha.
Las quejas de ERC y Unidos Podemos por la “falta de pluralidad” en la composición propuesta por populares y socialistas ha provocado una polémica que el presidente del Senado, Pío García-Escudero, ha zanjado convocando votación secreta mediante papeleta en urna.
Finalmente, los senadores elegidos han sido los mismos que figuraban en la propuesta inicial de PP y PSOE, con Rosa Vindel (PP) como presidenta, Dionisio García Carnero (PP) y Matilde Valentín (PSOE) como vicepresidentes y Carmen Leyte (PP) y Ander Gil (PSOE) como secretarios.
Una vez designada presidenta, Rosa Vindel ha explicado que, pese a su “accidentado” comienzo, la comisión tiene todo su sentido porque no hay asunto de mayor interés público que la corrupción y el Senado “no puede permanecer al margen” de la “inquietud” ciudadana por ese problema.
Por contra, la portavoz socialista en la nueva comisión, Elena Víboras, ha calificado a este órgano, creado a instancias del PP, de “pantomima” y “farsa”, porque sólo pretende desviar el “foco” de la comisión del Congreso al Senado y ha apuntado que, aunque “nace ya muerta”, el PSOE trabajará en ella con “seriedad” y “rigor”.