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El Banco de Alimentos de Barcelona repartió 18 toneladas de alimentos en 2016

La Fundación Banco de los Alimentos distribuyó 17.914.000 kilos de alimentos en 2016 a una media mensual de 137.156 beneficiarios de la provincia de Barcelona, una cantidad que le convierte en el segundo banco de reparto de alimentos de Europa, solo superado por el de Madrid, que recaudó 20 toneladas.
Así lo ha confirmado hoy el presidente de la Fundación, Eduard Arruga, en Barcelona, donde ha presentado el balance actual de la actividad económica de la entidad, basada en aprovechar alimentos y distribuirlos, en el que destaca también una tendencia a la baja del número de personas atendidas, que en 2015 fueron 143.902, un total de 6.746 personas más que en este último año.
Arruga ha lamentado que la cifra de 137.156 personas de media mensual “todavía está muy por encima de la media de 57.000 personas que se atendieron antes de la crisis, en 2008”, y ha remarcado la “situación crónica” en la que viven los beneficiarios, que suponen el 3 % más desfavorecido de la población catalana: “aunque hayan disminuido las personas con precariedad alimentaria, todavía hay muchas que llevan mucho tiempo sufriéndola”, ha asegurado.
La principal fuente de provisiones del Banco de Alimentos continua siendo, desde 2012, la recuperación de los excedentes agroalimentarios, que en este 2016 han supuesto 8.533.000 kilos del total distribuido, de los cuales 1.296.000 los aportaron distintos operadores de Mercabarna, mientras que otros 3.083.000 llegaron por programas de retirada de fruta y verdura, y el resto por campañas de recaudación de la entidad.
Un total de 5.228.000 kilos provinieron de las donaciones ciudadanas obtenidas por las campañas solidarias, de las que el ‘Gran Recapte’ aportó casi el 50 %, y los 4.153.000 kilos restantes se obtuvieron a partir del Ministerio de Agricultura, con fondos de la Unión Europea.
Asimismo, fueron 329 las entidades sociales que se encargaron de distribuir los alimentos en el 2016, una veintena menos que en 2015, una disminución calificada de “positiva” por el recién nombrado director de la Fundación, Lluís Fatjó-Vilas, que considera que de esta manera “se lleva a cabo un reparto más eficiente de los recursos”.
Por otra parte, el director ha aprovechado para presentar la 50º edición de la campaña solidaria de verano que la entidad ha puesto en marcha, llamada ‘El hambre no hace vacaciones’, con la intención de que las personas en riesgo de inseguridad alimentaria reciban alimentos también en los meses de verano.
Bajo el lema ‘Súmate’, la iniciativa se llevará a cabo de mayo a julio con el objetivo de proveer a 700 entidades de ayuda social que colaboran, además de distintos centros escolares, entidades privadas o clubes deportivos que participarán en la recogida.
Otras campañas populares de la Fundación como ‘Ningún niño sin bigote’ o ‘Maletas contra el hambre’ se han sumado a la campaña de verano para sumar fuerzas y apoyar la recogida de alimentos básicos y necesarios, como la leche o los huevos.

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