El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha asegurado hoy que no va a dimitir y que piensa seguir trabajando por el interés de los ciudadanos como ha hecho en los últimos treinta años porque tiene “la confianza” de quien tiene que tenerla, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Catalá se ha pronunciado así en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, donde el PSOE y Ciudadanos le han hecho tres preguntas sobre su gestión del caso Lezo, las presuntas injerencias del Ejecutivo en la actuación de la Fiscalía y su relación con Ignacio González, detenido por corrupción y en prisión provisional por el referido procedimiento judicial.
Y lo ha hecho pese a que el PSOE, a través de la diputada Isabel Rodríguez, le ha advertido de que si no dimite hoy planteará la próxima semana en la Cámara su reprobación para exigir su relevo, y de que Ciudadanos, por boca de José Manuel Villegas, haya puesto en duda que pueda seguir al frente del Ministerio si no da explicaciones suficientes.
“Estoy nombrado por el presidente del Gobierno; tengo la confianza de quien tengo que tenerla”, ha recalcado Catalá, quien ha defendido de nuevo la autonomía de la Fiscalía y ha prometido dar todas las explicaciones que se le pidan, siempre y cuando sean de sus actos.
Además, ha pedido a los diputados -en concreto a Villegas- pruebas de sus acusaciones de que él ha filtrado datos del caso Lezo o ha avisado a Ignacio González.
Isabel Rodríguez ha comentado que “hay algo más grave que su partido esté carcomido por la corrupción y es que desde el Ministerio de Justicia se estén nombrado a aquellos fiscales que están protegiendo la corrupción del PP”.
“La única respuesta que merece esta Cámara y este país es saber si usted va a dimitir como ministro de Justicia”, ha insistido.
Isabel Rodríguez ha considerado que “el caso Lezo tiene que ser el último capítulo en la injerencia del Ministerio de Justicia y del Ministerio Fiscal en los casos de corrupción”.
“Yo estoy nombrado por el presidente del Gobierno, intento cumplir cotidianamente con mis obligaciones y tengo la confianza de quien tengo que tenerla y por tanto seguiré trabajando como lo llevo haciendo desde hace más de treinta años al servicio del interés general del conjunto de los ciudadanos”, ha mantenido el ministro.
Ha estimado que “acusar gravísimamente a profesionales servidores públicos como los fiscales de que protegen la corrupción no es precisamente una declaración de confianza en las instituciones”.
Por su parte el diputado socialista Rafael Simancas ha preguntado a Catalá por qué se ha nombrado fiscal jefe Anticorrupción a Moix, del que ha comentado que fue el encargado de “enterrar” cualquier prueba que hubiera del “golpe antidemocrático” que supuso el “tamayazo”, el episodio que le impidió ser presidente de la Comunidad de Madrid.
El ministro ha recordado que Moix es un fiscal con treinta años de carrera y que “si algo está haciendo al frente de la Fiscalía Anticorrupción es promover la acción de la justicia como es su obligación”.
“Esa persona que se supone que tenía mucho interés en que fuera Moix el fiscal jefe Anticorrupción está en la cárcel porque los fiscales han pedido que se decrete prisión contra ese señor”, ha destacado Catalá en referencia a Ignacio González.
José Manuel Villegas ha señalado al ministro que “va a tener que dar explicaciones sobre si filtró o no información sensible a su compañero de partido Pedro Antonio Sánchez -el anterior presidente de Murcia- y sobre si se ha presionado a la Fiscalía para que actúe favoreciendo los criterios procesales de sus compañeros de partido investigados por corrupción”,
“También sobre si ha filtrado información a Ignacio González, sobre su SMS de apoyo al mismo y sobre por qué éste tenía un plan para zafarse de la justicia y contaba con usted como colaborador principal, como pieza clave”, ha concluido, ante lo que Catalá le ha advertido de que para acusarle de todo ello debería tener pruebas.