Los jóvenes españoles se van de casa de sus padres con una edad media de 29 años, casi tres años mayores que la media de los europeos (26,1 años) lo que convierte a España en el sexto país comunitario en el que más tarde se produce esta independencia.
Según datos publicados hoy por la oficina comunitaria de estadística, Eurostat, y correspondientes al año 2015, los europeos que más tarde abandonan el nido familiar son los croatas, que lo hacen con 31,4 años de media, los malteses (31,1), eslovacos (30,9) e italianos (30,1).
Estos son los únicos cuatro Estados miembros en los que los jóvenes entran en la treintena antes de abandonar el hogar de sus padres.
En el extremo opuesto, los jóvenes procedentes de los países nórdicos que forman parte la Unión Europea (UE) son los más precoces a la hora de independizarse.
Así, encabezan esta estadística los jóvenes suecos, que ni siquiera son veinteañeros antes de irse de casa de sus padres (19,7 años de media), seguidos por daneses (21,1) y finlandeses (21,9).
Las mujeres se van de casa antes que los hombres en todos los países del bloque comunitario, con las diferencias más notables registradas en Rumanía (25,6 años para ellas frente a 30 años para ellos), Bulgaria (26,8 frente a 30,5) y Croacia (29,6 frente a 33).
Las mujeres españolas se van de casa de los padres con 28 años de de media, dos años antes que los hombres (30,1 años de media).