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Millet encargó a Ferrovial las obras del Palau pese a los reparos de los arquitectos

El expresidente del Palau de la Música Fèlix Millet encargó a la constructora Ferrovial las obras de ampliación del edificio modernista pese a las objeciones expresadas por el bufete de arquitectos de Óscar Tusquets, que tenía encomendado el proyecto de reforma.
Los arquitectos Óscar Tusquets y Carles Díez han declarado hoy como testigos ante el tribunal de la Audiencia de Barcelona que juzga el expolio del Palau de la Música y el presunto pago de comisiones de la constructora Ferrovial a CDC a través de la entidad cultural, a cambio de la adjudicación de obra pública.
Díez, que era el arquitecto del despacho encargado de los trámites administrativos del proyecto de ampliación del Palau, ha explicado que Millet eligió, en contra de su opinión, a Ferrovial para ejecutar las obras, pese a que al proyecto concurrían otras constructoras.
El arquitecto ha revelado que aunque no llegó a intentar vetar a Ferrovial, expresó “verbalmente” sus objeciones a que dicha constructora asumiera las obras, dado que, en su opinión, era “una empresa muy dura” que solía “apretar” para conseguir un presupuesto mayor en los proyectos que ejecutaba.
La Fiscalía sospecha que la constructora Ferrovial, que llevó a cabo la ampliación del Palau de 2000 a 2005, pagó desde los años 1999 o 2000 comisiones ilegales a CDC a través del Palau, a cambio de la adjudicación de obras públicas como la línea 9 del metro o la Ciutat de la Justícia.
Según Carles Díez, él mismo advirtió verbalmente a Jordi Montull, que era con quien se reunían para tratar de los detalles de la obra, que Ferrovial era “una empresa muy dura” que siempre trataba de “aumentar el presupuesto”, por lo que si finalmente era ésta la que asumía el proyecto “había que ir con mucho cuidado”.
“Me dijeron que al final se había decidido Ferrovial y nosotros asumimos que sería así, pese a relación económica compleja, porque apretaba…”, ha añadido Díez.
Menos contundente ha sido el arquitecto Óscar Tusquets, que ha admitido que pese al “escepticismo inicial” del despacho de arquitectos respecto al hecho de que Ferrovial ejecutara las obras de ampliación del Palau, “la calidad de la obra al final fue absolutamente aceptable”.
El fiscal Anticorrupción Emilio Sánchez Ulled ha intentado tirar de la lengua a Tusquets para aclarara los motivos de ese “escepticismo inicial”, pero el testigo se ha escudado repetidamente en que era su compañero de despacho Carles Díez el encargado de los trámites administrativos del proyecto, por lo que él podría dar más detalles sobre el caso.
“Al principio no sabíamos si Ferrovial era la empresa más adecuada para una obra de ese tipo”…, ha reconocido Tusquets, que, sin embargo, ha precisado que el despacho no puso “obstáculos” a la adjudicación del proyecto a Ferrovial, al entender que ello “no correspondía a la responsabilidad de los arquitectos”.
Ambos testigos han reconocido que la ampliación del Palau costó 9,5 millones de euros, 600.000 más de la cantidad presupuestada inicialmente, en parte porque, ya mediado el proyecto, sus responsables se percataron de que debían sustituir el vidrio de la fachada del Palau por la nueva normativa en seguridad.
Según los arquitectos, el desarrollo de las obras acarreó “larguísimas discusiones” con la constructora, aunque han dicho no recordar que en las mismas mediara el abogado de Millet y exdiputado de CDC Jaume Camps, que en su declaración como testigo -estuvo imputado durante el proceso pero quedó exculpado por prescripción- vinculó sus reuniones con responsables de Ferrovial a los problemas surgidos durante la ejecución del proyecto.
En la sesión de hoy del juicio también han declarado extrabajadores de las empresas de buzoneo New Letter y Letter Graphic, que supuestamente sirvieron para enmascarar el pago de comisiones de la constructora Ferrovial a CDC, mediante facturación falsa.
Los testigos han confirmado que las empresas nunca trabajaron para el Palau de la Música, pese a que la entidad cultural pagó cuantiosas facturas a esas compañías, aunque sí para las campañas electorales de CiU y de otros partidos políticos.
La declaración de los testigos avala la tesis de la Fiscalía de que el Palau de la Música abonó los servicios de buzoneo que New Letter y Letter Graphic prestaron para CDC en campañas electorales, pagos con los que, según el ministerio público, hacía llegar a la formación las presuntas comisiones pagadas por Ferrovial.

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