La Policía Nacional, en colaboración con Interpol y Europol, ha desmantelado la primera y mayor red internacional de distribución de pornografía infantil a través de WhatsApp, en una operación en la que han sido analizados 96 chat de abusos sexuales a niños y detenidas 39 personas, 17 de ellas en España.
La operación, denominada “Tantalio”, es la primera de ámbito internacional contra la pornografía infantil con el uso de esta aplicación de mensajería de móvil, y en ella han sido investigados en 18 países 136 usuarios de estos grupos pedófilos, desde los que se distribuyeron 360.000 archivos de fotos y vídeos.
“Son imágenes denigrantes para la dignidad humana”, en palabras del comisario jefe de la Brigada Central de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional, Rafael Pérez, quien tras ver algunos de estos archivos de abusos sexuales ha añadido que “ponen los pelos de punta”
Pérez ha detallado en rueda de prensa que las víctimas, aún no identificadas, tienen entre los dos o tres meses y los ocho años.
En total, han sido detenidas 39 personas, de las cuales 17 en España (tres están en prisión), 6 en Colombia, 4 en Italia, dos en Alemania, tres en Bolivia, dos en Costa Rica, dos en Paraguay, una en Chile, una en El Salvador y otra en Portugal.
De los 17 arrestados en España, la mayoría tienen en torno a los 40 años, excepto una persona con 71 años. Casi todos, además, están parados y viven con sus padres, salvo dos hombres que trabajan en servicios sociales deportivos con menores.
Entre los detenidos, el jefe de grupo responsable de la operación en España, Ángel Sánchez, ha destacado la de una persona en Lugo, a la que se incautó diverso material escrito en el constan relaciones sexuales con menores desde hace veinte años, si bien todavía no se ha certificado si grabó esos abusos y si estos fueron distribuidos en alguno de estos grupos.
Unos grupos que, bautizados con nombres como “CP” (Change Phorno), “Caliente de niños” o “Pedofilia”, se regían con criterios de permanencia, expulsión e ingreso determinados y que, como el resto de chat normales, podían llegar a tener hasta 250 participantes.
Sánchez ha destacado la complejidad de las pesquisas por el seguimiento de estos grupos, ya que muchos se cancelaban o cambiaban de nombre, por lo que se desconoce desde cuándo estaban abiertos, y en los que se colgaban comentarios de temática exclusiva de abusos a niños, algunos protagonizados por mujeres.
Con todo, fue en junio del pasado año cuando la Unidad de Investigación Tecnológica comenzó a tirar del hilo después de detectar un enlace en la red TOR -un conjunto de servidores que permite el anonimato de las identificaciones de sus usuarios- que invitaba a participar en un grupo de chat para intercambiar pornografía infantil.
Esta URL redirigía a un “repositorio” en el cual se facilitaban las instrucciones de acceso, a través de redes anónimas, a una comunidad de pedófilos existente en WhatsApp y abierto a todos los usuarios donde se intercambiaban todo tipo de archivos multimedia con contenidos relacionados con la explotación sexual infantil.
Además de los administradores de estos grupos -uno de ellos ha sido detenido en Barcelona- se logró identificar a 136 usuarios gracias a la colaboración de las unidades de delitos tecnológicos en Alemania, Italia y Portugal, mientras que a través de Interpol, donde trabaja como enlace el policía Julián Millán se coordinó la actuación con Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay y Perú.
En España han participado 14 plantillas pues ha habido arrestos en Alicante, Almería, Badajoz, Barcelona, Granada, Jaén, Lugo, Málaga, Huelva, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza.
A ellos se suman 19 registros domiciliarios en los que se ha intervenido 23 teléfonos móviles, siete ordenadores portátiles, una tablet, tres cámaras de fotos, diez discos duros externos, diez pendrives, nueve tarjetas SD de gran capacidad de almacenamiento y 64 DVD.
La operación Tantalio es la primera acción internacional conjunta en la UE contra la pornografía infantil coordinada a través del Grupo de Acción Contra el Cibercrimen ya que su principal cometido hasta el momento era la lucha contra las amenazas provenientes de la distribución de malware, botnets, fraude “online”, intrusiones y cualquier otra amenaza sobre ciberseguridad.