Cuatro personas murieron y otras 15 resultaron heridas hoy en Estocolmo después de que un camión irrumpiera en una zona peatonal del centro de la ciudad, un ataque que las autoridades investigan como un atentado terrorista y por el que fue detenida una persona.
Los hechos ocurrieron minutos antes de las 15.00 hora local (13.00 GMT), cuando el camión se empotró contra la entrada principal de Åhléns, unos conocidos grandes almacenes situados en Drottninggatan, la principal calle peatonal del centro de Estocolmo, y atropelló a los viandantes que se encontraba en la zona.
“Suecia ha sido atacada. Todo apunta a un atentado terrorista”, declaró poco después el primer ministro sueco, Stefan Löfven, que se encontraba en el suroeste del país y regresó de inmediato a Estocolmo.
El primer ministro informó de que se han reforzado los controles fronterizos.
Horas después, con el balance oficial de víctimas, garantizó que Suecia no va a ser doblegada por “asesinos abominables”.
“Si es un atentado terrorista, el objetivo es minar la democracia, pero actos así nunca triunfarán en Suecia. Nuestro mensaje siempre será claro: nunca vais a vencer”, afirmó.
En una primera rueda de prensa, la policía difundió dos fotografías de un sospechoso subiendo unas escaleras mecánicas con una sudadera con la capucha sobre la cabeza.
En una segunda comparecencia se informó de la detención en un suburbio de Estocolmo de un hombre que se correspondía con esa descripción, sin dar más detalles.
Jan Evensson, de la policía de Estocolmo, confirmó que la persona había sido identificada y que en el momento del atropello se encontraba en las inmediaciones del lugar, pero no quiso ofrecer más datos.
Precisó, además, que el hombre estaba retenido, no oficialmente detenido, mientras se busca a más sospechoso de un ataque que recuerda a los atentados de Niza (Francia) y Berlín, en los que también se usó un camión.
“Trabajamos con la hipótesis de que se trata de un delito de terrorismo”, confirmó el jefe de las fuerzas operativas de la Policía Nacional, Stefan Hector.
Fuerzas policiales fueron movilizadas en todo el país para aumentar su visibilidad y la vigilancia de zonas estratégicas, aunque los servicios de inteligencia mantuvieron el nivel de alerta terrorista “elevado”, tres en una escala de cinco.
En la zona del ataque, las imágenes difundidas por la televisión pública SVT mostraban el camión empotrado y humo procedente del vehículo, del que supuestamente salió huyendo el conductor.
La cervecera sueca Spendrups confirmó a medios suecos que el camión siniestrado pertenece a la compañía y que había sido robado hoy por una persona enmascarada aprovechando que el conductor estaba descargando mercancía.
Al tratar de detener al agresor, el conductor resultó herido.
Grandes áreas del centro de Estocolmo fueron acordonadas durante horas, mientras agentes de la policía y de los servicios de inteligencia patrullaban el centro de la capital.
Durante varias horas el metro fue suspendido, y también se cerró el tráfico ferroviario con llegada o salida de Estocolmo, mientras las autoridades recomendaron a los vecinos que evitaran el centro de la capital y las multitudes.
Los hospitales de Estocolmo declararon el estado de situación catastrófica y el ayuntamiento de la capital convocó un gabinete de crisis para seguir la situación, además de abrir varios locales para quienes residían en los alrededores de la ciudad y tenían problemas para regresar a sus casas.
Åhléns cerró todas sus tiendas en el centro de Estocolmo, donde también se desalojaron otros centros comerciales.
Por su parte, la Casa Real sueca confirmó que los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia, que se encontraban de visita en Brasil, habían decidido adelantar su regreso, después de que el monarca mostrara en un comunicado su “consternación” por los hechos.
Estocolmo sufrió en diciembre de 2010 un atentado terrorista cuando un sueco de origen iraquí hizo detonar un coche en el centro, pero no logró explosionar una bomba en el interior del vehículo ni otra que llevaba en su mochila, sino sólo un cinturón-bomba que tenía puesto y que le provocó la muerte.
Abdulwahab, de 28 años y que había entrado en contacto con círculos fundamentalistas mientras estudiaba en Luton (Inglaterra), había enviado un correo electrónico a los servicios de inteligencia suecos en los que criticaba la presencia militar de Suecia en Afganistán y las caricaturas de Mahoma del dibujante Lars Vilks.